¿Quién soy yo? — Los límites del yo

Jesus Sleiman Rodriguez
3 min readJan 16, 2024

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La lectura acerca del yo cómo centro de gravedad narrativa, trata de hacernos ver la dificultad de especificar quienes somos. Es una idea compleja que implica la formación del yo a través de la autobiografía, que abarca no solo las experiencias individuales, sino también sus interpretaciones. En este concepto se incluye tanto el autorrelato por un lado como las narrativas que otros construyen sobre nosotros por otro, creando un contexto que da sentido temporal y espacial a nuestras historias personales. Además, refleja la importancia de nuestro entorno en nuestra percepción de las cosas. Este tema es especialmente interesante, pues es un fenómeno conocido por todos pero que en este caso se profundiza aún más.

En primer lugar, me gustaría focalizarme más en que Dennett presenta el “Yo” como un concepto abstracto, partiendo de la base de que no es un objeto físico, sino una abstracción teórica útil para comprender el comportamiento humano. Además, compara el “Yo” con personajes ficticios, para clarificar y hacernos entender su idea.

Por otro lado, el texto ofrece una perspectiva fascinante sobre la naturaleza del “Yo” y su relación con la ficción. Pretende desafiar al lector a considerar el “Yo” como un concepto abstracto, similar a los personajes ficticios, y a reflexionar sobre la naturaleza de la realidad y su interpretación. Su enfoque interdisciplinario, utilizando analogías de la física y la literatura, brinda una nueva forma de pensar en la identidad y la narrativa personal.

En segundo lugar, me gustaría centrarme un poco más en la influencia que tiene nuestro circulo en nuestro alrededor. Y es que, es conocido el refrán “dime con quien andas y te diré quién eres”. Es un tema muy subjetivo este, pues existe la postura de quien no cree en esto. Pero la realidad es que si ante un evento neutral todo tu circulo negativo le da unas connotaciones negativas, es probable que esto se interprete cómo algo negativo. Y no ya solo eso, sino también que, en futuras ocasiones, ante otro evento neutro, ya no requeriremos de nuestro circulo, nosotros mismo elegiremos verlo de forma negativa. Y en ningún caso, la persona, el yo, ha ejercido una mínima capacidad de autodeterminación, todo viene dado por el entorno o cómo nos gusta decir actualmente, “las circunstancias”. Esto ejemplifica perfectamente la influencia de los demás en nosotros y la capacidad baja que tenemos de decidir, es decir, nuestros limites inconscientes.

Para ir finalizando, me gustaría intentar responder a la pregunta ¿Quién soy yo? Pues parece algo sencillo, pero tras este artículo, se complica la respuesta. Lo primero es que en lugar de caer en lo típico, considerarnos con ciertos adjetivos y punto, debemos entender que se trata de algo complejo. Pues una persona no es solo lo que cree ser, pues ahí ya omite una parte de él. Es mucho más que eso, es algo muy complejo de definir. Tenemos que entender que somos diversos dentro de nosotros mismo. Es decir, va a depender mucho del momento, lugar, entorno… Esto no es necesariamente malo, pues nos permite ser fácilmente adaptables, o lo que es lo mismo, libres. Pueden ser muchos los motivos que nos empuje a ser simples y tener un “Yo” predominante, que actúa igual ante todas las circunstancias. Pero la realidad es que cuanto más aceptemos nuestras múltiples identidades mejores personas seremos. Debemos aceptar nuestra complejidad en lugar de aceptar la sencillez de marcarnos limites o topes. Pues esto nos permite, cómo ya he mencionado antes, más libre y por tanto más adaptables, pero también nos permite conocer mejor a los demás, cómo actúan en ciertos momentos, cómo no actúan en ciertos lugares. La cantidad de conocimiento que estamos rechazarnos únicamente por definirnos erróneamente.

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