Relación entre Alzheimer y Boxeo

Alberto Feria
Psicología del Lenguaje — ugr
4 min readJan 15, 2021

Hasta la fecha hemos abordado el tema de la práctica del boxeo desde diversas perspectivas: su aspecto social, la inteligencia emocional y desde las metáforas conceptuales. Estas entradas al blog parecen apuntar a que se trata de una práctica que solo tiene características positivas para que la practican, no obstante hoy quiero hablaros de un tema que considero necesario para cerrar esta serie de publicaciones. Como no podría ser de otra forma se trata del daño neuronal que causa a sus participantes.

De todos los tipos de demencia sin duda el que tiene mayor prevalencia en la población es la enfermedad de Alzheimer. Este se estima que se da en un 70% de los casos. Debido a la enorme tasa de personas que sufren esta enfermedad así como a la creciente validación que han recibido los traumatismo cráneo-encefálicos como factor acelerador de enfermedades neurodegenerativas me propuse estudiar la relación existente.

Por lo general resulta muy complicado establecer una base de datos adecuada de personas que han sufrido de un traumatismo craneoencefálico (TCE) debido a que solamente se guardan registros de aquellos que han necesitado de hospitalización por desmayo. En el estudio de Jeff Schaffert et al. se creó una base de 2133 participantes de los cuales todos tenían Alzheimer diagnosticado en el momento de realizar una autopsia (197 de ellos habían sufrido hospitalización por TCE con desmayo). Los resultados demostraron que las edades de adquisición de la demencia variaban hasta un total de 3,64 años de media en función de si habían recibido o no un TCE con pérdida de conciencia.

Si aplicamos estos resultados al ámbito del boxeo podemos ver ciertas similitudes entre los TCE con pérdida de conciencia y un K.O. técnico. En este caso el boxeador sufriría un golpe tan fuerte en la cabeza que le haría caer desvanecido a la lona.

En otro experimento realizado por Lou et al. se intentó replicar ciertos tipos de TCE en un modelo animal. Para ello se utilizaron barras de cierto peso que debían de caer sobre el cráneo del animal (en este caso una rata) en diversas regiones de este. Al realizar la autopsia de los animales la cantidad de placas beta-amiloides era significativamente mayor. Como ya sabemos existen dos pruebas confirmatorias de la presencia de esta enfermedad y son las placas neuríticas compuestas por esta proteína y los ovillos neurofibrilares. En este caso resulta de mucha relevancia el hecho de que esta diferencia con el grupo control también se da en ratas que no perdieron la conciencia.

Las imágenes d y e han sido teñidas con Tioflavina S. Las flechas señalan la presencia de placas beta-amiloides en ambos grupos (izquierda control, derecha TCE).

Estos resultados indican que incluso cuando un luchador no se desmaya puede estar sufriendo de cambios en la configuración de su cerebro que pueden suponer una facilitación de la demencia.

A modo de conclusión y para cerrar esta serie de hilos que he disfrutado tanto investigando y escribiendo es importante señalar que el boxeo, como cualquier actividad deportiva, entraña peligros, lo cual no necesariamente supone que no merezca la pena practicarlos siempre y cuando se realice con ciertas medidas de seguridad. El ambiente de compañerismo, así como los beneficios sociales que entraña me parecen ciertamente positivos para la sociedad, no obstante considero que deben de aplicarse cambios para disminuir el factor lesivo a largo plazo.

En el caso de los deportes de contacto mi opinión ha cambiado mucho con el trascurso de esta actividad, pues como ya comenté, nunca he tenido una visión positiva al respecto. Es por ese motivo por el que elegí este tema concretamente, pues mi intención era profundizar y compartir con vosotros mis averiguaciones en lo que concebí como un pequeño viaje a través de una realidad con la que no había tenido contacto de ningún tipo.

A todos los que me habéis leído, un gran abrazo.

Bibliografía:

Lou, D., Du, Y., Huang, D. et al. Traumatic Brain Injury Alters the Metabolism and Facilitates Alzheimer’s Disease in a Murine Model. Mol Neurobiol 55, 4928–4939 (2018). https://doi.org/10.1007/s12035-017-0687-z

Schaffert J, LoBue C, White CL, Chiang HS, Didehbani N, Lacritz L, Rossetti H, Dieppa M, Hart J, Cullum CM. Traumatic brain injury history is associated with an earlier age of dementia onset in autopsy-confirmed Alzheimer’s disease. Neuropsychology. 2018 May;32(4):410–416. doi: 10.1037/neu0000423. Epub 2018 Feb 1. PMID: 29389151; PMCID: PMC5975092.

Li, Y., Li, Y., Li, X., Zhang, S., Zhao, J., Zhu, X., & Tian, G. (2017). Head injury as a risk factor for dementia and Alzheimer’s disease: A systematic review and meta-analysis of 32 observational studies. PLoS One, 12(1).

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