Respecto a las fantasías sexuales…

Narcisa Iosub
Psicología del Lenguaje — ugr
3 min readDec 20, 2018

Respecto al tema de la sexualidad que hemos tratado en clase, me ha despertado interés las fantasías sexuales. En muchas ocasiones se piensa que estas fantasías están relacionadas con la infidelidad y con que no estamos satisfechos sexualmente. Tal y como se ha mencionado, la sexualidad todavía es un tema tabú en la sociedad, por lo que hay falta de conocimiento respecto a este tema. Considero que todas las fantasías que satisfagan y que la persona desee realmente llevar a cabo debe ser aceptada, siempre y cuando no implique un perjuicio para otra. Incluso podrían servir como ayuda para fomentar el bajo deseo sexual que tiene una persona, ya que la represión debido a prejuicios y complejos sólo limitan nuestra sexualidad y placer. Es necesario que las personas comparten sus inquietudes, sobre todo porque el hecho de que estos pensamientos sexuales manifiesten deseos internos no quiere decir que realmente se quieran llevar a cabo. Incluso puede ocurrir que en caso de llevarse a la práctica pierdan el efecto estimulante que tenían al principio. Sin embargo, ¿cómo podemos saber realmente que deseamos llevar a cabo una fantasía sexual concreta? Como ejemplo particular, en un determinado momento indiqué que tenía cierto interés por el mundo del sadomasoquismo. En ese momento la persona a la que me dirigía me realizó una serie de preguntas y entonces me di cuenta de cuándo se inició mi interés. En este caso, la profundidad de las preguntas me permitió saber si realmente estaba dispuesta a probar la experiencia o simplemente se trataba de una duda sobre mi sexualidad. No se trata de que otra persona apruebe o no tus fantasías, ni de que te impulse a llevarlas a cabo. Y sí, realmente es importante la práctica para saber qué fantasía sexual te gusta o no, pero también es importante tratar de analizar la profundidad de tus deseos, dónde comenzaron, porqué y cuánta intención realmente tienes de llevarlas a cabo. Como ejemplo y haciendo alusión a Rocío Vizcaíno Cuenca en “¿Hablamos sobre sexo?”, las prácticas sexuales sadomasoquistas guardan relación con la creación de nuevas posibilidades de placer que las personas desconocen previamente. ¿Cómo puedes saber que algo te puede producir placer? Los conocimientos que tenga otra persona desde sus experiencias personales pueden ayudarte a enriquecerte, pero no para aprender. Aprendes tratando de conocerte a ti mismo a través de la exploración.

Otra duda que me surge respecto a este tema es si hay diferencias significativas en las fantasías sexuales que tienen los hombres y las mujeres. La mayoría son similares entre sí, pero las fantasías sexuales femeninas tienden a ser de mayor duración y suelen centrarse en relaciones sentimentales. Mientras que muchos hombres tienden a ver una relación directa entre el deseo, la excitación y el orgasmo, las mujeres consideran que hay más factores implicados dando más valor a los juegos preliminares, a la seducción a través de la comunicación. Entre las posibles fantasías que ambos comparten son practicar sexo con una pareja distinta a la propia, tener relaciones sexuales con parejas anteriores, tener relaciones con más de una persona a la vez o llevarlas a cabo en lugares poco comunes. Además, la cantidad de fantasías que se producen en ambos sexos es casi la misma, el problema es que se ha tendido a reprimir culturalmente más a la mujer debido a prejuicios sociales y a la educación recibida desde su entorno más cercano. Cabe destacar que la imaginación erótica es algo que pertenece a cada persona, siendo un derecho a la intimidad. Por ello es necesario que tomemos aquello que nos hace disfrutar sin juicios o culpas, sin pensar si es “de hombres” o “de mujeres”, sin cuestionar si esa fantasía es adecuada o no. No hay que poner límites a nuestra imaginación, ya que si hay algo que debe ser libre es el deseo.

Un poco de humor

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