SEMBRANDO EL PÁNICO

El confinamiento que vivimos en marzo nos hizo estar más pegados que nunca a los dispositivos electrónicos. Las clases online, reuniones de trabajos por grupos, reuniones laborales etc. dejaron de tener ese carácter personal para hacerse tras una pantalla como la situación requería. Cuando terminaban las horas de estudio, clases etc. seguíamos conectados a las redes sociales, videojuegos y todo tipo de entretenimiento.

Esta situación ha tenido un impacto notable en la vida de todas las personas, niños y mayores.

Todo esto se hace evidente al usar una base de datos y escribir en ella “Covid-19” y “redes sociales”. Podemos observar que se obtienen unas 100 publicaciones. Se trata de un número bastante elevado, teniendo en cuenta que estas publicaciones se han realizado en los últimos 4 o 5 meses (Goel y Gupta, 2020)

En anteriores posts, nuestro grupo (Silvia Perez-Marin Cordoba Jorge Martinez Robles Parejabolivarlucia Fatima Megías Martínez Lablessed Ortega García y yo) hemos hablado de educación online o a distancia y de las repercusiones que está nueva forma de enseñanza está teniendo en la vida de los estudiantes (sean jóvenes o niños). Sin embargo, este post lo vamos a dedicar a hablar de como las redes sociales han jugado un papel importante a la hora de transmitir y difundir información.

A día de hoy la mayor parte de la población, independientemente de la edad o condición, dispone de un medio con el cual estar conectado a las redes sociales. Sin embargo, ciertos grupos de la sociedad son más susceptibles a la información falsa. Es el caso que he presenciado personalmente durante estos meses en mi abuela. La cantidad de mensajes que le llegaban a diario en los que la información no estaba contrastada pero, a determinada de edad y la situación tan complicada, ha hecho que casi todos los días reciba información falsa. Esto le ha supuesto muy malos ratos, que sumados a la soledad que ha experimentado en los últimos meses; día tras día nos llamaba para contrastar la información porque se sentía agobiada y saturada de la cantidad de información que recibía, especialmente por grupos de WhatsApp.

A continuación os dejamos la referencia del artículo citado y su enlace ya que nos parece un artículo realmente interesante:

Goel, A. y Gupta, L. (2020). Las redes sociales en los tiempos de COVID-19. Revista de reumatología clínica: informes prácticos sobre enfermedades reumáticas y musculoesqueléticas , 26 (6), 220–223. https://doi.org/10.1097/RHU.0000000000001508

--

--