Siguiendo sobre el tema de educación emocional en los hijos:

¿Por qué esto no?

Y esto sí

Analizando dichos ejemplos, en la primera fotografía vemos como la madre trata de interrogar y echarle la culpa a su hija de que haya perdido el boli, de esta manera ella verá que a su madre no se le pueden decir las cosas porque no la comprende y le echa la bronca, la niña se siente frustrada y el resultado de esto podría ser que posteriormente ya no le cuente más cosas en un fututo.

Mientras que en la segunda diapositiva la madre trata de escuchar a su hija y le responde con frases tan simples como un “¿oh?, ella al ver que su madre la escucha y comprende lo que le dice le sigue contando y al final acaba concluyendo ella misma que las próximas veces esconderá el lápiz en el escritorio para evitar que esto le pase más.

Con dichos ejemplos podemos ver cómo es muy importante la manera en la que se le responde al niño, la actitud que tenga la madre frente a determinadas situaciones.

Tenemos que tener en cuenta que son solo niños y por lo tanto, tienen una manera de pensar diferente a la de los adultos y hay que se comprensivos con ellos, tratar de entenderlos ya que los problemas no se solucionan siempre con broncas, culpándolos o castigándolos.

Tampoco hay que negarles los sentimientos, todos tenemos derecho a sentir, tanto cosas positivas como negativas, en los malos momentos los padres deben tratar de dar su apoyo y no negar los sentimientos de sus hijos. Es complicado pero deberían intentar ver más allá de lo que les dicen sus hijos para poder identificar lo que estos están sintiendo.

Es importante hablar con ellos y muchas veces solo con el hecho de escucharlos y aceptar sus sentimientos se les puede ayudar mucho más, dejándoles una cierta libertad para enfrentarse a sus propios problemas.

Esto tampoco puede aplicarse a todas las situaciones que los padres puedan tener con sus hijos, nos hemos centrado mayormente en situaciones negativas ya que es en estas cuando los padres requieren de mayores habilidades para conversar con sus hijos. Esto podemos verlo con un ejemplo:

“Si un niño dijera: “Mamá, hoy he decidido que iré a casa de David después de la escuela”, Un simple “Gracias por avisarme” sería una aceptación suficiente.”

Por lo que en las situaciones en las que los padres deben mostrar una mayor empatía hacia los niños es cuando estos tratan de hacerles saber cómo se sienten.

Referencias: Adele Faber & Elaine Mazlish (1980). Cómo hablar para que los niños escuchen y como escuchar para que los niños hablen. Adele Faber & Elaine Mazlish (1980)

Grupo de: Silvia Martínez Nieto, María Luisa Vázquez, Merche, Noha Oualit y Lilit Hovannisyan.

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