¿Son iguales el hombre y la mujer?

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De acuerdo a lo hablado con mi grupo, tras una frustración continua al salir de las clases de un profesor, he decidido hablar sobre uno de los temas que más controversia han generado en dichas clases, este tema trata sobre la diferencia de genero.

Por qué los hombres no escuchan y las mujeres no entienden los mapas”.

El título ya es significativo de su contenido. Los autores son dos Psicólogos australianos y matrimonio, Allan y Barbara PEASE.

Este libro habla de la diferencia entre hombres y mujeres; somos iguales pero somos diferentes.

Somos iguales en derechos y obligaciones, socialmente, ética y moralmente, pero nuestra estructura, creada por evolución durante miles de años, es totalmente diferente.

Antes de que nadie se vaya, quiero decir que esto sólo es un libro, con una exposición de ideas, que no sé si están contrastadas científicamente, carece de datos empíricos y está escrito de una forma didáctica novelada, carente de recursos científicos, dirigida al comercio para gente con poca formación en la materia.

Tampoco soy un machista; creo en la igualdad total y sin diferencias, entre el hombre y la mujer. Este principio de igualdad no lo hago con carácter enunciativo, sino que es una de mis normas de conducta. Pero la curiosidad me lleva a la posibilidad de estudiar o ver enfoques y alternativas diferentes, para descartar sólo después de conocer y valorar.

Y este es el debate que provoco, con la finalidad de conocer y valorar.

En un escueto resumen, el libro dice: Los hombres y las mujeres son diferentes. Esto no significa que unos sean mejores que otros sino que, sencillamente, son diferentes. Hace tiempo que los científicos, los antropólogos y sociobiólogos lo saben y el propósito de esta obra es divulgar este conocimiento. Este libro explica porqué: Los hombres no deben nunca mentir a una mujer; Las mujeres hablan tanto y los hombres tan poco; Los hombres quieren sexo y las mujeres quieren amor. Y muchas cosas más que nunca hemos entendido sobre las relaciones entre hombres y mujeres. La sociedad de hoy parece obstinarse en creer que los hombres y mujeres poseen las mismas capacidades, aptitudes y potenciales, cuando paradójicamente la ciencia está empezando a demostrar que ambos sexos son completamente diferentes. Barbara y Allan Pease han utilizado un amplio abanico de investigaciones, conversaciones, creencias y escenas diarias para escribir este libro, que lo hacen ameno y proponen al lector aprender más de sí mismo y sobre el sexo opuesto. Han escrito este libro para que las relaciones entre hombre y mujeres sean más gratificantes, placenteras y satisfactorias.

Tras hacer un bosquejo simple, voy a intentar diseccionar, muy por encima y sin precisión, algunas afirmaciones del libro.

Sostiene: que somos la misma especie, de mundos diferentes. Los hombres y las mujeres han evolucionado de forma diferente. Al principio de la historia, los hombres cazaban y las mujeres recolectaban. Los hombres tenían la obligación de proteger a la familia y las mujeres se encargaban de la cueva, el entorno y criar a los hijos. Como consecuencia de las diferentes actividades, sus cuerpos y cerebros evolucionaron de forma diferente para adaptarse a sus funciones.

Llegados aquí, entiendo que algunas personas empiecen a sentirse halagadas, agredidas o molestas, no es la finalidad. Diferencia no es antónimo de igualdad.

Los sentidos, ¿Se han desarrollado de forma diferente? Para una mujer, resulta evidente cuando otra está preocupada o se siente mal, mientras que un hombre, normalmente, necesita evidencias físicas, como lágrimas, nervios, etc. La mujer es capaz de ver un pelo rubio en un abrigo a 50 mts, pero siempre roza con la puerta de garaje cuando mete el coche. Las mujeres tienen mayor visión periférica, mientras que los hombres han perfeccionado la visión túnel. En los viajes largos, es recomendable que la mujer conduzca de día y el hombre, de noche. Las mujeres tienen un sexto sentido, de ahí que no sea recomendable que un hombre mienta a una mujer. Las mujeres tienen un oído diferente, interpretan los tonos de voz, oyen a su bebé llorar en la noche, y el hombre, ni se entera. El tacto también es diferente. El hombre tiene la piel más gruesa y menos sensible, en las manos, que la mujer. Los hombres se abrazan menos, en el transcurso de una conversación, un hombre a penas si toca al otro interlocutor, las mujeres se encuentran y necesitan tocarse, abrazarse. El gusto y el olfato también es superior en las mujeres, agudizándose en el período menstrual y el embarazo.

Todo está en el cerebro. El cerebro del hombre y de la mujer no han evolucionado idénticamente y por eso muestran diferentes puntos fuertes, talentos y habilidades. Hay pruebas que demuestran que las mujeres son un 3 % más inteligentes que los hombres. Parece que el cuerpo calloso que uno los dos hemisferios cerebrales tuene más fibras nerviosas y es más grueso en la mujer que en el hombre. De ahí que la mujer pueda hacer dos cosas a la vez y el hombre, no. (hicieron la prueba del cepillo de dientes; cepillarse mientras caminaban. La mayoría de las mujeres lo hicieron y los hombres, no). Pero la ciencia ha probado que la forma de pensar es divergente y la conclusión a la que llegan los neurólogos e investigadores cerebrales, es que somos quien somos debido a nuestras hormonas. Somos el resultado de nuestra química. El cerebro, que se forma y se desarrolla en el vientre de la madre, necesita hormonas masculinas y femeninas. Un feto masculino (XY) tiene un mayor número de hormonas masculinas y un feto femenino (XX) tiene muy pocas, o ninguna hormona masculina. Esta es la explicación para desarrollar en mayor o menor medidas las estructuras cerebrales y, dependiendo de la cantidad de unas u otras que haya en el cóctel, puedes desarrollar una personalidad más afeminada o más machista.

Aquí dejo el tema y abro una puerta a seguir analizando y buscando diferencias.

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