SUGESTIÓN.
En relación con el tema de la sugestión que hemos visto y aplicado en clase de Lenguaje, me gustaría explicar un ejercicio que lleve a cabo junto a unas compañeras en las prácticas de una asignatura, el cual es comúnmente denominado ``la silla vacía´´. Hasta esta clase, no lo había entendido o incluido en mi concepto de sugestión, pero teniendo en cuenta como fue la puesta en práctica del mismo, creo que este concepto puede definir muy bien el tipo de ejercicio.
Para llevar a cabo esta práctica, todas las personas se sentaron en sillas colocadas en círculo y cerraron los ojos. El ambiente era tranquilo, con musica rejalada para ambientar. Posteriormente, procedimos a leer el un guión, el cual redactamos nosotras mismas y cuya intención era, traer al presente un asunto pendiente con una persona importante, de forma que la vivencia en imaginación genere reflexión, ampliación de la perspectiva sobre dicha situación, conseguir conectar a nivel emocional con la experiencia y tomar conciencia de las partes no integradas o rechazadas de dicha situación.
A continuación se muestra el ejemplo del guión que se utilizó:
GUIÓN
- Cerrad los ojos.
- Proceso guiado de respiración profunda.
- 1) Colocamos la mano en la parte inferior de los pulmones
- 2) Inspiramos llevando el aire hasta esta, notando como se mueve la mano en el vientre, ahora el aire entra los pulmones.
- 4) Expiramos expulsando el aire en el mismo orden, se deshincha el estómago, se deshinchan los pulmones y sale el aire por la boca.
- Vamos a concentrarnos en esta respiración. 3 minutos
- Ahora vamos a realizar un recorrido para el que necesitas concentrarte.
- Ves una puerta, la abres, hay una habitación con paredes y suelo blanco, hay dos sillas y nada más. Entras, te sientas. Desconoces esa habitación y te sientes inquieto.
- Ahora, estás pensando en una persona a la tienes que contarle algo o tienes algo pendiente que decirle y hablar. (Pausa)
- La puerta suena, es esa persona. Esta se adentra y cierra la puerta tras de sí.
- Os miráis. (Pausa) ¿cómo te sientes?
- ¿Qué ha hecho esa persona? ¿Te ha saludado? (Pausa)
- Se sienta
- ¿Dónde se encuentra? ¿A tu lado? ¿Lejos? ¿Enfrente? Una vez que se encuentra sentada
- ¿Te mira a los ojos? O ¿evita el contacto visual?
- Una vez sentados, comienzas a contar aquello que tanto deseabas expresarle. (Tiempo)
- Una vez que terminas de hablar, esa persona te responde. (Tiempo)
- ¿Ha reaccionado como esperabas? (Tiempo)
- Una vez que habéis hablado todo lo que tenéis pendiente es hora de despedirse. (Tiempo)
- La persona comienza a andar hacia la puerta, la abre y cierra al salir.
- Seguís en la habitación sentados en la silla. Los ojos permanecen cerrados. Vas a reflexionar sobre lo ocurrido concentrándote en la respiración y relajándote.
Tras la lectura, pudimos reflexionar en voz alta y comprobar que se cumplieron los objetivos, sobre todo el de conexión con la emoción. Todas las personas que participaron encontraron este ejercicio muy útil para reflexionar, asimilar o comprender las emociones propias.
Por ello puedo decir que mi experiencia con la sugestión es bastante satisfactoria y que la recomendaría, al menos a través de este tipo de ejercicios.