Te han puesto los cuernos

Hace unos meses, empecé a ir a terapia y en unas de las primeras sesiones, mi psicóloga me preguntó “¿cuáles son tus límites en tu relación?” a lo que yo respondí muy segura que mis límites empezaban donde hubiese una mentira, un engaño o una infidelidad. Hoy no estoy tan segura. He llegado a ver de manera muy habitual cómo muchas personas cometen infidelidades o mienten a sus parejas de las formas más sutiles como con pequeños mensajes o de maneras muy grotescas como engañando a su pareja estando ella al lado. Todo esto me hace reflexionar mucho sobre el tema y me hago muchas preguntas: “¿y si realmente no es para tanto?”, “¿hacen daño o hay alguna posibilidad de que ayuden a tu relación?”, “¿una persona que comete una infidelidad quiere a su pareja?”, “¿por qué si son malos está tan normalizado tener una aventura?”, etc.

Fotograma de la serie “American Horror Story” en una escena de un encuentro extraconyugal.

Actualmente, tenemos muy normalizado ver estas situaciones y no hacer nada. Un ejemplo muy claro es el programa que está de moda ahora, “La isla de las tentaciones”. Desde nuestro sillón de casa, vemos como parejas se destruyen emocionalmente de forma mutua mientras nos reímos de sus reacciones y pensamos que esas situaciones no son para nada cercanas, cuando a nuestro alrededor es mucho más habitual de lo que pensamos. En 2014, el instituto IPSOS realizó un estudio sobre la población de España que había sido infiel. Se hizo una encuesta a 824 personas y de estas, un 35% de hombres y un 26% de mujeres reconocen haberlo sido alguna vez. Según una filtración de datos de la app Ashley Madison (una app hecha expresamente para tener encuentros extraconyugales), Madrid es la ciudad española con más gente registrada (más de 135.000) seguida de Barcelona (alrededor de 68.000). Dejo el mapa filtrado de la app donde se señala en rojo los sitios con más personas registradas para mantener un affair.

Mapa elaborado por Tecnilógica con los usuarios a nivel mundial registrados en Ashley Madison.

Lo primero de todo, es entender de qué hablamos cuando consideramos una infidelidad:

Según la RAE, “infidelidad” es “falta de fidelidad” y ¿qué es la “fidelidad”? La “fidelidad” es, según esta, “la lealtad o la observancia de la fe que alguien debe a otra persona”. Todo esto podemos traducirlo en que una persona infiel es aquella que engaña a su pareja incumpliendo los pactos establecidos en su relación con ella.

Para la terapeuta de parejas Esther Perel, no habría una definición como tal para la infidelidad, ya que hay quien considera un engaño que su pareja vea porno y quien considera que tiene que llegar a algo físico. Todo depende de los pactos no firmados de cada relación.

Lo único que tenemos claro sobre la infidelidad es que esta apareció cuando optamos por la monogamia por primera vez. Nuestra especie no tiene un origen monógamo, entonces ¿por qué somos monógamos una y otra vez en todas nuestras relaciones y damos la posibilidad de que nos sean infieles?

La monogamia tiene origen cuando aparecieron las propiedades. Debían tener un seguro para que esas propiedades se quedaran en su propia familia, osea, en su descendencia. Antes de eso, no éramos monógamos. Hoy en día, con la visibilidad que está teniendo el colectivo LGBT+ y el aumento de las personas que lo conforman, también están apareciendo muchas relaciones declaradas no monógamas como las relaciones abiertas y las poliamorosas. Aunque, en todo este tipo de relaciones, también se pueden dar infidelidades. Pero ¿por qué ocurre esto si ya tienen la posibilidad de mantener relaciones íntimas con otra persona que no sea su pareja o parejas? Tanto en la monogamia como en la no monogamia se suelen tener unos acuerdos que mantienen unida a la pareja, que una relación no sea monógama no quiere decir que “todo vale”. Para que todo vaya bien es necesario establecer unos límites y tener una responsabilidad emocional y afectiva con tu pareja o parejas. En todo esto, va implícito que hay que escuchar a la otra parte y autoanalizarse para que funcione.

“Autoanalizarse”, esa es la palabra clave para entender por qué una persona rompe los acuerdos con su pareja. — ¿Por qué las personas “ponemos los cuernos”? Si podemos separarnos, ¿por qué traicionamos la confianza del otro y cometemos tales actos? — Buscando posibles motivos para esto, he encontrado muchos porqués de personas que lo han hecho. Entre ellos está el no sentirse deseado en su relación, no estar satisfecho en sus actos sexuales en pareja, no ser escuchado por su cónyuge, el morbo por estar con otra persona e incluso, hacerlo por sentir la adrenalina del momento. Muchas personas piensan que esto ocurre porque estás mal en tu noviazgo, pero no es del todo así. Claro que hay quién recurre a esto porque ya no encuentra lo que busca en su pareja o simplemente, ya no es como antes, pero también hay quién traiciona a su “media naranja” siendo feliz y teniendo una relación idílica. La terapeuta Esther Perel ve este engaño desde otra perspectiva. Según ella, las personas infieles más que buscar en otra persona un sustituto de su pareja, buscan un nuevo “yo”. La infidelidad tendría más que ver con la identidad de uno mismo que con la pareja en sí. No buscamos a otra persona, nos buscamos a nosotros mismos.

Sin embargo, la pareja está formada por dos personas o más, ¿dónde queda la otra parte? ¿qué ocurre en la cabeza de la persona engañada al enterarse? — Suponiendo que esta persona tiene un ideal romántico en su pareja de que es “la persona” y que ella es la persona “elegida” por esta, la infidelidad le hace romper ese esquema. Ni su pareja ahora es “la mejor persona” para ella ni ella es “la elegida” para su pareja, por lo que se provoca en ella una crisis de identidad. Esta persona ahora experimenta sentimientos de traición, enojo, abandono…

Fotograma de la serie “Riverdale”.

Todo esto nos hace pensar que quizá cometer un adulterio no es lo mejor para una relación, no obstante, ¿una infidelidad en vez de ser el fin de una relación, podría ser un nuevo inicio para esta? — No hay respuestas simples de sí o no con este tema, ya que cada persona es un mundo y con las relaciones ocurre igual. Cada relación debe ver si esto supondrá el fin o no dentro de sus capacidades.

La traición, como ya he dicho antes, puede venir de muchos motivos diferentes, pero este tipo de engaño no es el único ni el peor. Hay muchas otras formas de traicionar a tu pareja como con la mentira, la humillación, la indiferencia… Por eso, yo considero hoy en día, que, aunque sea una forma de herir a tu pareja, no es en absoluto lo peor que puedes hacer. Hay muchas otras acciones que no son consideradas tan graves como “los cuernos”, pero hacen mucho más daño.

A continuación, dejo una Ted Talk de la terapeuta Esther Perel sobre las infidelidades de donde he sacado algunas de las ideas para esta entrada:

Para terminar, dejo una frase de Emily Dickinson que nos viene al pelo: “El corazón pide placer primero, después, ser excusado del dolor.”

Referencias:

Real Academia Española. (2001). Diccionario de la lengua española (22.a ed.). Madrid, España: Autor.

Perel, E. (n.d.). Repensando la infidelidad… Una Charla para quien haya amado alguna vez. TED. Retrieved December 30, 2021, from https://www.ted.com/talks/esther_perel_rethinking_infidelity_a_talk_for_anyone_who_has_ever_loved?language=es

López, A. (2019, November 11). Por qué la gente es infiel, según un terapeuta. elconfidencial.com. Retrieved January 2, 2022, from https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2019-11-11/gente-infiel-razones-segun-terapeuta_2304667/

López, A. (2019, October 9). Así afecta a tu salud emocional que tu pareja te haya sido infiel y qué puedes hacer. elconfidencial.com. Retrieved January 2, 2022, from https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2019-10-09/como-afecta-salud-mental-infidelidad-pareja_2274116/

Quelart, R. (2014, September 30). Un estudio concluye que el 30% de la población es infiel. La Vanguardia. Retrieved January 2, 2022, from https://www.lavanguardia.com/vida/20140930/54416448564/un-estudio-concluye-que-el-30-de-la-poblacion-es-infiel.html

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