¿Te someterías a un proceso hipnótico?

Suele ocurrir que, cuando comentamos nuestro interés por la hipnosis, surgen preguntas como: ¿Pero eso de la hipnosis es verdad? ¿Bajo hipnosis podría recordar cosas de mi infancia? ¿Si me hipnotizan perderé la voluntad sobre mis decisiones? ¿Con la hipnosis podré acceder a mi inconsciente?

Estas preguntas tienen su origen debido a que las prácticas hipnóticas son presentadas a la sociedad a través de ciertas películas, series e incluso programas de televisión que tratan sobre este tema generando en los espectadores unas creencias erróneas acerca de estas prácticas.

Antena 3 emitió, en 2016, el programa “1,2,3, Hipnotízame” a cargo de Jeff Toussaint, el cual se denomina así mismo como “ilusionista e hipnoterapeuta”. En el programa se presenta la hipnosis como algo mágico, donde el participante cae dormido al suelo, perdiendo además, el control sobre sí mismo, quedando bajo las órdenes del hipnotizador. Tampoco es capaz de recordar lo que sucedió durante el proceso hipnótico.

Bien se sabe que, la persona hipnotizada está despierta y en estado activo, teniendo control sobre sí misma, recordando lo que sucedió durante el proceso siendo, por tanto, una característica más bien propia del espectáculo y no del estado hipnótico. Además, la persona hipnotizada nunca realiza acciones de manera involuntaria, recordando en todo momento lo sucedido en el proceso hipnótico (Capafons, 2001).

Otra creencia se basa en la idea de que para hipnotizar a alguien es necesario el uso de un péndulo, pudiendo realizar la sugestión hipnótica simplemente con el uso del lenguaje, como por ejemplo, el empleo de metáforas.

“Existe la creencia general de que la hipnosis facilitará el recuerdo de sucesos olvidados, de ahí que se generen recuerdos de sucesos, tanto verdaderos como falsos. Un terapeuta no podrá enseñar eficazmente al cliente que la hipnosis no tiene ese poder, si él mismo procede a utilizar las técnicas hipnóticas para la búsqueda de esos recuerdos que no se encuentran disponibles”

Por otra parte, en el programa Sálvame Deluxe (2016), Ricardo Bru, denominado como especialista en hipnosis y que ya realizó otros programas con contenido hipnótico como “Flash Back”, comentaba a los espectadores que gracias a esta práctica se podía hacer una regresión hipnótica, pudiendo recordar perfectamente momentos de nuestro pasado que hemos olvidado o que se encuentran reprimidos en nuestro inconsciente. A continuación realizó dicha regresión a una “celebritie” del programa, consiguiendo que recordase cosas de su pasado.

Cierto es que, debido a estos programas emitidos en la televisión, “existe la creencia general de que la hipnosis facilitará el recuerdo de sucesos olvidados, de ahí que se generen recuerdos de sucesos, tanto verdaderos como falsos. Un terapeuta no podrá enseñar eficazmente al cliente que la hipnosis no tiene ese poder, si él mismo procede a utilizar las técnicas hipnóticas para la búsqueda de esos recuerdos que no se encuentran disponibles” (Johnson & Hauck, 1999; Wagstaff, 1988).

En la reciente serie The Sinner emitida por la plataforma Netflix, en su segunda temporada, nos muestra el caso de Cora, quien asesina sin aparentemente motivo alguno, a un joven tras poner una canción que le traía ciertos recuerdos. A partir de aquí, un teniente que lleva su caso intenta hacer que Cora vaya recordando ciertos aspectos de su vida que había olvidado. Para ello, reclama la ayuda de una médico que, mediante sesiones de hipnosis, va consiguiendo que Cora pueda recordar qué relación tenía con el joven que asesinó, consiguiendo recordar el trauma reprimido.

En dicha serie se nos vuelve a mostrar, erróneamente, la capacidad que tiene la hipnosis en generar recuerdos veraces, no mencionando en ningún caso falsos recuerdos que nuestra mente pueda generar y adoptar como propios, no habiendo evidencia científica convincente que apoye el hecho de que la regresión hipnótica pueda ayudar a recordar hechos y episodios autobiográficos que el individuo no es capaz de recordar fuera de hipnosis. (Larra, Valero, & Abascal, 2003)

Es común, además, ver cómo en otras series se usa la hipnosis en el ámbito forense a la hora de hacer que un testigo recuerde acerca de un crimen. Ante esto, diversos estudios han mostrado que bajo efectos hipnóticos los sujetos no sólo pueden mentir, sino que son más sugestionables, y dan una apariencia de mayor credibilidad (Putnam, 1979; Mira y Diges, 1986), por lo que su utilización, en el ámbito forense, no es aconsejable.

En definitiva, la hipnosis es una práctica presente en nuestra sociedad, que tiene que luchar constantemente con una imagen bastante estereotipada. No es de extrañar que multitud de personas tengan una concepción errónea de lo que engloba la hipnosis. Tampoco podemos concluir que sea la panacea en terapia psicológica, si pudiendo tener resultados positivos para ciertos problemas de diferente índole si se combina con otras herramientas psicológicas. Además, tenemos que considerar la importancia de factores como la sugestión, el control y percepción de control, el autocontrol y auto-regulación, así como el estudio del efecto placebo, para sacar conclusiones más certeras sobre esta práctica.

Ahora bien, y tras leer este artículo desmintiendo cada uno de los mitos referidos a la hipnosis, ¿dejarías que te hipnotizasen?

REFERENCIAS:

Capafons, A., & Mazzoni, G. (2005). ¿ Es lo peligroso de la hipnosis el hipnoterapeuta?: Hipnosis y falsos recuerdos. Papeles del psicólogo, 25(89).

Vallejo, M. Á., & Capafons, A. (2005). La hipnosis psicológica en España. Papeles del Psicólogo, 25(89).