Lourdes Hurtado
Psicología del Lenguaje — ugr
6 min readDec 20, 2020

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I PARTE DEPENDENCIA EMOCIONAL: ¿TENEMOS UN ADECUADO CONCEPTO DE LA DEPENDENCIA EMOCIONAL?

TRABAJO DE PRÁCTICAS (PSICOLOGÍA DEL LENGUAJE)

Tercero de psicología. Psicología del lenguaje, grupo T2-b.

Lourdes Hurtado Pacheco, Clara Molinillo Barragán, Jose Ignacio Morales García.

Grupo: “Los tóxicos”

A día de hoy, la dependencia emocional no es algo que esté bien visto en nuestra sociedad, ya que las personas tenemos la necesidad de hacer ver que somos independientes, autónomos, autosuficientes… Esto ocurre en gran medida, porque cuando pensamos en una persona que es dependiente emocionalmente, se nos vienen esquemas mentales o estereotipos de personas pegajosas, que no pueden estar solas o incluso, mantienen relaciones que van mal.

Pero la realidad es, que al ser seres humanos poseemos una característica particular y es que somos seres sociales, es decir, dependientes. Creemos que a medida que avanza la vida pasamos de ser dependientes absolutamente a ser totalmente independientes.

¿Pero realmente eso es así?

La respuesta es NO, ya que, un adulto totalmente independiente sería una patología social y emocional, ya sea por la soledad o por la falta de empatía. Por lo que, no progresamos de la dependencia a la independencia, sino que, el tipo de dependencia cambia. En la infancia presentamos la dependencia vertical puesto que, hay una persona que cuida y otra que recibe ese cuidado. A lo largo de nuestra vida pasamos a depender horizontalmente, es decir, nos vamos haciendo adultos y las personas se cuidan y se dejan cuidar. Esta última, sería la dependencia ideal para los adultos, pues crearía una INTERDEPENDENCIA.

Pero como podéis observar en la sociedad, esto es muy difícil que ocurra, pues existen muchos tipos de personas, de las cuales algunas presentan dificultades o buscan personas que las cuiden, o por el contrario sujetos que prefieren cuidar y controlar. Esto da lugar a relaciones que no son sanas.

¿Cómo se produce la Dependencia Horizontal?

  1. Autonomía
  2. Intimidad

Estos dos elementos se consiguen a través de la regulación emocional, que es lo que cada uno hace para influir en su estado de ánimo y emociones. Hay dos tipos;

- Autorregulación: es la cada uno hace individualmente para influir en su estado de ánimo. Por ejemplo: deporte, yoga, meditación…

- Co-regulación: lo que hacemos con otras personas para sentirnos mejor. Por ejemplo: contar nuestros problemas para aliviarnos.

De tal forma, que nos podemos encontrar con personas que son muy buenas en la autorregulación, pero malas en co-regulación, por lo que tienden a aislarse. Y, por otro lado, encontrarnos personas que son buenas en la co-regulación y malas en la autorregulación por lo que necesitan siempre de una segunda persona.

Si una relación de pareja está formada por estos dos tipos de personas, lo que ocurre es que la persona que es autorreguladora intenta huir y la persona co-reguladora va detrás, de tal forma que se co-desregulan, no resuelven los conflictos, los aparcan.

La regulación es el elemento central que distingue a las parejas que funcionan bien y que funcionan mal. Lo que hace que una relación crezca es cómo resolvemos los conflictos, por lo que esto es esencial.

  • La seguridad relacional es la seguridad que sentimos cuando estamos solos y cuando estamos con gente. Por lo tanto, de aquí deriva la autonomía, si yo soy capaz de autorregularme y estar solo, tengo capacidad de autonomía. Por lo tanto, si soy capaz de co-regularme y estar bien con los demás, tengo capacidad de intimidad. Esto se necesita para tener relaciones adultas sanas, horizontales, con autonomía e intimidad.

Estas personas serían los puntos verdes de la imagen que vemos a continuación:

Si estáis leyendo esto y conocéis alguna persona con estas características… ¡No lo dejéis escapar! ¿Qué es feo? DA IGUAL ¿Y si es malo en la cama? NO PUEDE SER, es bueno, porque la mayor causante de las disfunciones sexuales es la ansiedad interpersonal y los verdes no tienen. ¡CASAROS, NO OS LO PENSÉIS!

Aunque lo normal no es encontrar a esas personas… Es más común encontrarnos a personas en el polo derecho en la co- regulación, los amarillos. Son personas con más problemas para la autonomía y probablemente no se den cuenta, pero tienen miedo a ser abandonados, por lo que, estos siempre están haciendo regalos, pendiente de los demás, agradando a las personas que le rodean, tanto que a veces se olvidan de ellos mismos. Estos nunca dicen que no, siempre dicen que sí a todo, a este polo se le llama dependiente sumiso. Son personas en riesgo de caer en relaciones abusivas.

Son personas buenas las del tipo cuidador agradador, son un poco inseguros, necesitan que los demás les recuerden que los quieren constantemente, se sienten mal si les hacen mejores regalos que los suyos y son muy exigentes.

Pero si son muy del polo sumiso, llegan a ser controladores.

El polo contrario, el evitativo, tienen miedo de ser invadidos, y se alejan, se distancian de los demás. Necesitan tener espacio con los demás e incluso consigo mismos. Notan menos las emociones, es decir, sienten menos que los demás, aunque ellos crean que son los demás los que son muy emocionales y que sienten en excesivo. Son las típicas personas que desconectan constantemente.

También encontramos el evitativo emocional, es muy emocional pero no conecta, parece que, pero la intimidad le cuesta. Son menos dependientes de la opinión de los demás, sienten demasiada demanda por parte de los demás, cuando son cuidadores se sienten cuidadores muy cansados. Y también se sienten culpables por sentir que no están a la altura del amor que reciben.

Si nos vamos al bloque dominante, los puntos rojos, tienen tan baja valía que piensan que los demás le van a abandonar, no se fían de los demás. Por lo tanto, necesitan basar sus relaciones desde el control: control agresivo, dominio directo, control indirecto, agresivo pasivo… como por ejemplo una madre a un hijo cuando le dice: no vuelvas tarde, que me pongo muy nerviosa cuando vienes tarde y sabes que no duermo, y si no duermo mañana voy a estar cansadísima, etc., etc., etc. (Seguro que por ahí conoceréis a alguna).

También podemos encontrar la dependencia inversa que sería cuidar tanto de una persona que se le hace totalmente dependiente de ese cuidado, por lo tanto, se está ejerciendo control sobre ella. Este tipo de personas podéis reconocerla en la película o el libro Misery de Stephen King.

Entre los distintos tipos de personas que hemos comentado ninguno mantiene relaciones horizontales.

Los verdes no podrían llegar a mantener relaciones con ninguno de los otros bloques, solo con los verdes. Los agradadores cuidadores no pueden formar pareja entre ellos, y tampoco los evitativos. Sin embargo, si unimos un agradador cuidador y un evitativo, encajan a la perfección.

Los dominantes y los sumisos también encajan totalmente bien, porque entran en una escalada conflictiva.

Estas son dos citas que dejamos para que se pueda ver los dos extremos de este continuo:

Entre estos dos polos, hay un amplio rango de relaciones sanas y son muy interesantes por dos razones, una es porque nos conocemos cuando estamos en relación con los demás, y la segunda razón, es porque si se resuelven los conflictos bien nos ayudan a que aprendamos a querer a las personas que cometen errores y que se equivocan… como todos los demás.

DEPENDER DE FORMA SANA sería lo ideal, pero como ya sabemos dentro de este continuo también encontramos la parte contraria que sería la dependencia de forma tóxica de la que hablaremos en el siguiente capítulo.

Mansukhani, A. 2018. Dependencia emocional. [Youtube]. https://www.youtube .com/watch?v=zRj5M-MDzzo&t=351s

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