TERAPIAS PSICODÉLICAS
Grupo T1b:
Pablo Rodríguez Ruiz.
Antonio Rodríguez Ruiz.
Ricardo Martínez Romero.
Marcelo Lorenzo Mantilla.
RETIRO ESPIRITUAL CON AYAHUASCA.
“Quiero un cambio en mi vida”. Así, con estas palabras u otras muy similares es cuando comienza a plantearse el retiro espiritual. Vivimos rápido, apenas nos queda tiempo para recordar que hemos hecho o que hicimos ya que las raras veces que nos lo hemos permitido, el presente nos ha golpeado la cara eligiéndonos que volviesemos a la realidad. Hay poco tiempo y normalmente estamos más pendientes de cuidar nuestro exterior que nuestro interior, en parte, debido a que es difícil mirar dentro de uno mismo cuando fuera tienes tantísimas distracciones, o como me gusta llamarlas a mi y a la cultura budista, “drenajes”.
Hoy no hemos venido a hablar de drogas en general, ni de su conocido uso para evadirse momentáneamente de un mundo que a veces tanto nos estresa, es posible que tras el consumo de cannabis, por poner un ejemplo, los usuarios puedan llegar a disociar; el contenido de tal disociación hará que el sujeto intérprete la sensación de haberse drogado como algo placentero o, al contrario, como algo dañino. Así pues, podemos encontrar testimonios de gente que dice haber sentido que su entorno y él formaban parte de una obra musical donde todo se movía en plena armonía, una especie de ópera muda, un carácter musical del entorno que previamente se desconocía donde ningún movimiento es casual y sientes, por un momento, que el mundo a tu alrededor es un abanico de posibilidades y no una condena
En esta línea, nos encontramos la experiencia de Juanan, cuyas disociaciones le hicieron percibir la cara de sus amigos inexpresivos, robóticas, casi vacías y además percibía sus pensamientos como algo externo a él, como estímulos que proceden del exterior en lugar del interior de su mente. Encontramos aquí componentes de desrealización (percibir la realidad de forma diferente a como es) y despersonalización (sentirse fuera de uno mismo, atribuir lo propio a causas externas), siendo ambos síntomas del TDD (trastorno de desrealización y despersonalización).
Sin embargo, no, hoy no hablaremos de cambios sutiles o momentáneos sino duraderos, porque, ¿Quien no quiere cambiar aquello que arrastra?
En esta ocasión nos referimos a cambios trascendentales, a los que la gente se refiere a estas experiencias como “cambios de enfoque o de prisma” que le hacen ver la vida a través de otros ojos. Sin embargo, pocos o ninguno de nosotros podríamos llegar a alcanzar estas sensaciones de cambio y plenitud que los participantes alegan sentir, sin la ayuda de los “Chamanes”, personas especializadas que supervisarán y guiarán a los allí presentes y obviamente sin una dosis razonable de Ayahuasca.
Los encargados del retiro, como hemos indicado, se les llaman “chamanes”. En nuestro caso, se trata de Ana, una mujer que lleva toda la vida en contacto con el mundo espiritual, proveniente de una familia de mujeres espiritistas y que empezó con el chamanismo hace 15 años. Ana declara: “Las personas se van a encontrar sobre todo un ambiente familiar, cordial y humano, creo que una parte muy importante para que una persona se pueda curar debe de existir una parte de humanidad, donde se les escuche y se les acompañe de verdad”.
Para este tipo de “viajes” no solo importa uno mismo, sino que para entender la importancia de los/las chamanes debemos de tener en cuenta el contexto y hacernos la siguiente pregunta: ¿Cómo se relaciona entre sí la gente que ha consumido drogas? Es bastante común encontrarnos con grupos de amigos consumiendo en alguna rave o en algún festival. Tras varios días consumiendo sustancias estupefacientes sin apenas dormir ni comer de repente su comportamiento se vuelve psicótico. Se vuelven hostiles en múltiples ocasiones contra la gente de su entorno, contra los compañeros que le acompañan en la fiesta. Algunos tienen miedo, otros atacan de forma desmedida, cada uno expresa su psicosis a su manera pero la tensión se palpa en todo momento.
Y es que la droga no siempre ayuda a percibir el entorno como agradable, dependerá del contexto que esto sea así o no. En la línea de lo que estamos tratando, encontramos la película “Clímax” donde todos acaban siendo drogados con LSD y ninguno sabe concretamente quien ha sido el que se encargó de drogarlos, culpandose y peleándose entre ellos. En el momento en el que el LSD afectó a todos, una chica empezó a culpar a todo el mundo de haberla drogado, mostrándose ansiosa y con varios altibajos y eso hizo que gran parte del ambiente empezará a culpabilizarse entre sí.
Por otra parte, pensareis que debe de haber personas que sean escépticas frente a esta terapia y aún así confían que la toma de la ayahuasca puede ayudar a resolver temas conflictivos del pasado. El mayor miedo de dichas personas es hacia aquellas cosas de sí mismos que no reconocen o no han conseguido darle sentido. Antes de la toma de la ayahuasca debe de haber una serie de pasos para purificar tu cuerpo.
Algo que está totalmente prohibido en este ritual es el uso de otras drogas, ya que ellos realizan una dieta específica, la cual te va a purificar y ayudar a concentrarte en lo que realmente te preocupa. Es curioso, porque los chamanes hablan de la ayahuasca como un católico sobre Dios. Os lo ejemplifico con una declaración de uno de los chamanes: “Quiero cambiar, quiero sanar y quiero seguir hacia delante. Cuando sigues el camino de la ayahuasca, que ella te guía, podrás cambiar tú y tu vida”. Estas últimas declaraciones de una de las chamanes me recuerdan a la creencia en seres superiores como apoyo frente sus miedos, parecería orientarse siguiendo a un profeta.
Me gustaría hilar con la famosa frase: “la religión es el opio del pueblo”, la cual proviene de Karl Marx y se fundamenta en que las clases dominantes como instrumento para controlar el pueblo, dándole la promesa de una vida eterna. A medida que pasa el tiempo, el escepticismo hacia las creencias religiosas crece, sin embargo, también existe una rama de personas cercanas a la religión que la radicaliza, como consecuencia del miedo que siente frente al aumento de dicho escepticismo. Hoy día, la frase de Marx podríamos llevarla al sentido literal y ateo, haciendo que la población deje de creer en la posible ayuda de un ser divino, a drogarse para poder sentir a flor de piel la propia experiencia con lo sobrenatural.
Personalmente considero que la religiosidad puede ser un refugio de los seres humanos ante la vulnerabilidad que sentimos tanto emocionalmente como cognitivamente. Una forma de sostenernos en algo que nos protege y da sentido a nuestras vidas. Las experiencias psicodélicas a través de las drogas pueden ser también una manera de intentar trascender lo limitado de la experiencia humana, intentando conectar con sensaciones y pensamientos más allá de nuestra consciencia, una manera de conectar con lo trascendental. Hay entonces un punto común entre la experiencia religiosa y la psicodélica, la búsqueda de lo trascendental.
El riesgo está en que nuestro psiquismo se conecte con sensaciones, imágenes, pensamientos o emociones que no pueda representar cognitivamente, que no pueda poner en palabras, y estas experiencias tengan como efecto la pérdida de la realidad. Entiendo que lo que no se puede verbalizar, para lo que no encontramos palabras que traducen una experiencia nos afecte emocionalmente, siendo fácilmente intraducible al lenguaje aquellos que experimentamos bajo el efecto de drogas psicodélicas que despiertan sensaciones más que conceptos.
¿Cómo debiera ser el uso de las drogas? Antonio Escohotado (filósofo español de renombre) en su libro “Aprendiendo de las drogas: usos y abusos, prejuicios y desafíos”, trata de dar su visión personal sobre las drogas que ha consumido presentándose a su vez como un manual de uso y consumo de las drogas.
Aquí alguna cita literal del libro:
La morfina se asimila idóneamente por vía intramuscular, y muy bien por aspiración nasal y supositorios. La vía digestiva es menos eficaz para conseguir sus efectos, entre otras cosas porque se convierte en codeína al llegar al estómago. Al igual que el opio, deja pronto la sangre y se acumula en los pulmones, el hígado, el bazo y el riñón. Sólo una mínima parte de la sustancia va a parar al sistema nervioso, donde –sin que se sepa todavía bien por qué- eleva de modo espectacular el umbral de dolor/sufrimiento, inhibiendo o reduciendo la reacción ante estímulos de esa naturaleza.
Una de las experiencias más personales respecto al consumo de drogas podemos encontrarla en su viaje ketamínico, el cual no solo es narrado en su libro (donde la propia experiencia es mucho más detallada) si no también en el siguiente vídeo:
Escohotado es una gran fuente de sabiduría en cuanto a drogas se refiere, pero sus trabajos no se enfocan únicamente en este sentido, sin duda, recomendamos su lectura.
A través de un video, pudimos informarnos sobre cómo funcionaba el propio retiro espiritual. Un médico especializado nos señala que como con cualquier otro psicodélico, aquellas personas que tienen una historia previa de psicosis, esquizofrenia o trastorno bipolar no deberían de participar en estas ceremonias, básicamente por la gran probabilidad que hay de que le surja un brote.
A nivel de beneficio terapéutico, se puede aplicar ante depresiones. Dicha sustancia activa ciertas regiones del cerebro, por ejemplo, la corteza frontal, la ínsula y el hipocampo. Al no ser adictiva, puede ayudar frente a la adicción de otras sustancias como el alcohol. ¿cómo es posible esto?
La toma de conciencia resulta esencial para cualquier psicoterapia individual, ya que sin ella estamos condenados a tropezar siempre con la misma piedra, y eso como todos sabemos es inherente al ser humano, somos esclavos de nuestro comportamiento o podemos afirmar que lo somos si hablamos de un caso de adicción al consumo de alguna sustancia. La toma de conciencia es sin lugar a dudas un elemento clave para la terapia con ayahuasca, de la que deriva el gran potencial para “cambiarte la vida”.
Mediante estudios realizados se analiza, mediante la obtención de imágenes sobre nuestro cerebro, de qué forma afecta la ayahuasca a nuestras conexiones neuronales y a qué estructuras neuroanatómicas. Los resultados de las investigaciones divergen en la activación de la corteza prefrontal y paralímbica, así como la activación de la ínsula y la amígdala, además relacionamos estas zonas con la modificación de sentimientos subjetivos, alta excitación emocional, alteración del contenido de pensamiento, en general con sistemas neurales de procesamiento emocional. Por lo tanto partiendo del poder subjetivo que tiene una emoción y como se puede manifestar fisiológicamente, así una mala noticia percibida puede provocar un desmayo; y de cómo dicha emoción intensa puede motivar o guiar el comportamiento, nos planteamos cómo se puede utilizar esta sustancia para lograr una terapia correcta y óptima ya que no podemos negar el potencial que tiene.
La clave está en saber guiar la toma de conciencia y las emociones que puede producir esta sustancia.
Puesto que ninguna de las experiencias narradas trata el hábito de drogarse en soledad mencionaremos brevemente un estudio de suma importancia en el estudio del consumo, Rat Land, el paraíso que alejó a las ratas de las drogas.
Se hizo que un grupo de ratas se volviera adicta al consumo de morfina, estas ratas aisladas consumían morfina diariamente. Se juntó a un grupo de ratas adictas en un paraíso para ellas donde podían correr, jugar y divertirse con otras ratas y los resultados fueron increíbles. El consumo de morfina se redujo drásticamente debido a la compañía de otras ratas y a la presentación de estímulos placenteros para ellas alejados de la droga. Algo similar encontraron en los militares adictos a la heroína de la guerra de Vietnam, su consumo se redujo drásticamente al volver a su país con sus familias y amigos.
Bibliografía:
https://www.youtube.com/watch?v=aaOfFixoxP8&ab_channel=VICE
https://www.ceremoniaayahuasca.com/granada/
Antonio Escohotado, Aprendiendo de las drogas: usos y abusos, prejuicios y desafíos
Gage, S. H., & Sumnall, H. R. (2019). Rat Park: How a rat paradise changed the narrative of addiction. Addiction.
