The Handmaids Tale 1x06 El sitio de las mujeres

Las criadas limpian las paredes donde estaban colgados los cuerpos de algunas personas que habían sido castigadas con la muerte por la sociedad de Galaad.

Janine: está algo raro sin todos los cadáveres.

Junio: Sí.

Janine: Sí, es que te acostumbras a cómo son las cosas.

La gente de Gilead ya se ha acostumbrado a cómo es ahora su mundo. El estado opresor ha hecho que cada persona adopta el rol que “se merece” sin que nadie aparentemente se les eche encima o se lo impida ya que el que lo intenta, aunque sea lo más mínimo es castigado (algo de lo que se hablará en otro post).

Pero la cosa ahora no va de castigos sino del conformismo de su sociedad. ¿Tienen miedo a los castigos o es que ya se han acostumbrado a vivir así?

¿Hasta dónde quiero llegar con esto? Resulta que hasta hace relativamente poco, incluso en algunas ocasiones todavía en la actualidad, las mujeres estaban oprimidas, viviendo en un mundo donde su misión era oír, ver y callar, como las criadas. Su otra misión, por supuesto, era tener todas las tareas de la casa hecha para cuando llega el marido, y cómo no, la comida hecha. Que no fuera a llegar un marido a casa y no estaría la comida hecha que buena era la que le caía a la mujer.

Al hilo de lo anterior, recuerdo que cuando era pequeña me contó mi abuela: “pues fulanita cuando estaba recién casada hizo una vez lentejas y se le quemaron, y claro, cuando llegó el marido le pegó una paliza, normal”. En ese momento pensé “qué barbaridad”, cómo se puede defender eso, que te peguen una paliza porque se te haya quemado la comida cuando el hombre ni siquiera sabía por dónde se cogía la olla. Y lo más fuerte, ¿cómo se podía ver eso normal?

Yo pienso que lo que pasaba es que no se concebía un mundo diferente, simplemente porque no se había vivido en un mundo diferente. Siempre había sido así, servir al hombre y no hacer nada que pudiera hacerle enfadar. Estar siempre por debajo, y ellos en la línea superior. ¿Cómo una mujer se iba a rebelar ante un hombre? Me parece increíble que esto existiera y que hubiera mujeres en contra de las que veían cómo ese mundo no era nada justo para ellas, entre ellas mi abuela, víctima de la educación de una sociedad machista.

Para mí, Gilead representa exactamente esto. Mujeres en contra de la sociedad en la que viven, pero sumisas hasta que pueda haber posibilidad de cambio, y mujeres en contra del cambio por miedo a las represalias que puedan tener. Quizás por esto las mujeres de Gilead no hacen nada (hasta al menos este capítulo de la serie) para que cambien las cosas, porque no ven la salida a lo que están viviendo. La única diferencia con nuestra anterior sociedad es que, en este caso, sí que habían vivido lo que era la libertad, y ahora se la habían arrebatado.

Todo esto nos hace ver que aunque a veces parezca barbaridades lo que vende en la serie The Handmaids Tale tampoco hemos estado tan lejos de haber vivido eso, y nadie nos asegura que en un futuro no pueda volver a suceder. El pueblo debe estar atento siempre a los que nos dirigen no vuelvan a cometer los errores que por desgracia ya se cometieron en el pasado.

Redactado por: Andrea Garrido Arenas, María José Gómez Gómez y María Pérez Latorre.