Tic, tac… BOOM
El estudio de las cartas de delincuentes con el objetivo de encontrar pistas escondidas entre letras no es algo novedoso ni exclusivo del asesino del Zodiaco (véase La pragmática del asesino del Zodiaco, Medium. Psicología del Lenguaje). Esta disciplina se denomina lingüística forense y se emplea en contextos relacionados con la ley como secuestros, asesinatos e incluso terrorismo.
Este último es el caso de Theodore Kaczynski, más conocido como Unabomber, que acabó con varias vidas e hirió a decenas de personas a través del envío de cartas bomba. En esta página del FBI se explica su historia, los crímenes que cometió y cómo consiguieron dar con él (FBI, history: famous cases & criminals; https://www.fbi.gov/history/famous-cases/unabomber).
La prensa publicó el manifiesto que Unabomber había escrito explicando su punto de vista acerca del avance frenético de las tecnologías y justificando los crímenes cometidos. Su hermano, que hacía años que no tenía contacto con él a excepción de unas cartas que el mismo Theodore le enviaba, identificó su forma de escribir y contactó con la policía.
Lo más curioso de este caso y lo que nos parece tan relevante para esta asignatura es que fue el primero en el que se empleó el análisis lingüístico como prueba para solicitar una orden de detención. Las cartas a la familia no solo contenían ideas muy similares a las expuestas en el manifiesto, sino que los agentes de FBI analizaron las expresiones de Unabomber (su idiolecto) y encontraron una jerga similar, con particularidades lingüísticas propias de una determinada zona de Estados Unidos y en un formato académico estandarizado.
Otra aportación clave del estudio del lenguaje fue la creación de un perfil criminal adecuado. Hasta la aparición de la lingüística forense se creía que Unabomber era una persona con un nivel bajo de estudios, un trabajo sencillo, y sin muchas habilidades intelectuales ni sociales: el FBI subestimaba sus capacidades. Sin embargo, tras el análisis del formato y el lenguaje del manifiesto, se dieron cuenta que buscaban a alguien totalmente distinto: un hombre con un nivel de estudios muy elevado y con una inteligencia superior a lo normal. Este cambio de perspectiva, gracias al cual el FBI pasó de verle con menosprecio y desde la superioridad, fue crucial para descubrir finalmente a uno de los terroristas más inteligentes y escurridizos de Estados Unidos.
Este caso pone de relieve la importancia del lenguaje; es crucial aprender a usarlo adecuadamente, pero también a analizarlo y a ser capaces de leer entre líneas sus múltiples significados. Donde la policía había visto únicamente letras, el agente federal James R. Fitzgerald descubrió un mundo que le llevaría hasta el criminal más buscado del momento. Desde que comenzó a trabajar con la lingüística forense para resolver el caso fue despreciado por sus superiores en numerosas ocasiones, sin embargo, no se habría podido detener a Theodore Kaczynski tan rápido ni evitar otros crímenes de no ser por su empeño.
Hecho por:
celiajimenezpozo y Cristina Perez
Referencias:
Manhunt: Unabomber (Netflix, 2017)
En palabras del Unabomber (Netflix, 2020)
https://peritajeslinguisticos.com/2019/08/09/linguistica-forense-el-caso-unabomber/