¿Todos los orgasmos se sienten igual?

María Pérez
Psicología del Lenguaje — ugr
4 min readDec 18, 2018

Muchas amigas mías han estado años manteniendo relaciones sexuales y no han sido capaces de tener un orgasmo. Mi amiga Martina en concreto vive con la frustración de ser capaz de llegar al orgasmo consigo misma en dos minutos, pero luego ser incapaz de obtenerlo durante el acto sexual compartido. Otras como Ana, alegan haber sentido orgasmos “clitorianos” pero nunca haber tenido un orgasmo “vaginal”. Ante esto yo me pregunto: ¿Se siente igual un orgasmo fruto de la masturbación que un orgasmo en pareja?, ¿Existe diferencia entre el orgasmo que obtenemos a través de la penetración del orgasmo que experimentamos tras la estimulación del clítoris?

Masters and Johnson (1996) indicaron que la estimulación del clítoris llevaba comunmente a orgasmos más intensos en comparación a aquellos obtenidos a través de la penetración. Mientras que Glenn y H.Kaplan (1967) defienden que la área en la que experimentamos el orgasmo no tiene porqué ser la misma que la área estimulada, siendo por tanto posible tener un orgasmo vaginal a través de la estimulación del clítoris, y viceversa. Critican la clasificación clásica del orgasmo en “clitoriano” y “vaginal”, defendiendo una clasificación según tres factores: el área estimulada, la localización del área que lo experimenta, y los cambios fisiológicos que ocurren durante el mismo.

La lectura de diferentes perspectivas como estas, hace que vea con menos sentido todavía la clasificación “de toda la vida” del orgasmo en vaginal y clitoriano, ¿Por qué lo clasificamos así, si es sólo la parte física de la que sentimos que proviene? Me pregunto si sería quizá mas interesante clasificar orgasmos según sus características fisiológicas diferenciales, que según el área genital estimulada.

Según Mah y Binik (2002), normalmente a la hora de evaluar el orgasmo, se utilizan cuestionarios que tienen en consideración la frecuencia con la que ocurre y la satisfacción, pero no hay muchos cuestionarios que evalúen otras características como son la dimensión afectiva del mismo. Newcomb y Bentler, llevaron un estudio en 1983, con la idea de estudiar la dimensión afectiva y fisiológica del orgasmo en tres situaciones diferentes: masturbación, conpareja/sincoito, y coital.

Analizando los resultados obtenidos, no encontraron grandes diferencias fisiológicas entre el orgasmo obtenido por masturbación y el obtenido en pareja, tampoco encontraron diferencias significativas en la escala fisiológica ni en la emocional con respecto a la forma de obtener el orgasmo (si fue obtenido a través de la penetración o no). No obstante, sí encontraron diferencias en la dimensión afectiva en las tres situaciones, siendo más alta la satisfacción, la intimidad emocional y el éxtasis cuando el orgasmo era obtenido en pareja. Por lo que los datos de Newcomb y Bentler, apoyan que la experiencia del orgasmo es mas influída por factores como la presencia o no de una pareja, y no tanto por otros como la práctica sexual utilizada para desencadenarlo.

Por otra parte, hay mucha literatura psicológica que habla de cómo el orgasmo femenino es bastante complejo en comparación con el masculino. Sin embargo, hay poca que siga un enfoque en el que hable de cómo el orgasmo masculino y el femenino pueden ser más similares de lo que nos pensamos. En un estudio controlado de Vance y Wagner (1976), hombres y mujeres describieron sus experiencias durante el orgasmo, y terceras personas tuvieron que leerlos y clasificarlos según género. Soprendentemente, los sujetos que debían clasificarlos, no pudieron diferenciar si las descripciones del orgasmo eran de un orgasmo femenino o masculino.

Por último, quería despedirme comentando un tema que a mí personalmente me tuvo intrigada durante una temporada. Conversando con amigas mías llegué a escuchar cosas como ¿no te “corres”? Curiosa de mí, empecé a investigar acerca de esa tal “eyaculación femenina” también conocida como “squirting”. Me consta que no he sido la única que ha llegado a pensar que sus relaciones no estaban “siendo completas” al no tener un “squirt”, ya que hay foros y foros de mujeres muy preocupadas por este tema. Para mi tranquilidad, hay mucha literatura científica, entre ella el artículo de Salama (2015) en el que dismitifican el “squirting”, demostrando a través de un estudio con ultrasonido, cómo la descarga de líquido masivo es en realidad, orina diluída que se expulsa de manera involuntaria durante el acto sexual. Me intriga pensar cuántas mujeres estarán en su casa ahora mismo pensando que no tienen relaciones placenteras por no estar “eyaculando” cuando realmente si nos paramos a pensar, ¿qué sentido evolutivo tendría que las mujeres eyaculásemos?

Gleen J, H., y Kaplan E. (1967). Types of orgasm in women. A critical review and redefinition. Journal of the American Psychoanalitic Association,16, 549–564.

Mah, K., y Binik, YM.(2012). Do all orgasms feel alike? Evaluating a two-dimensional model of the orgasms experience across gender and sexual context. The Journal of Sex Research, 39 (2), 104–112.

Newcomb, M.D., y Bentler, P.M. (1983). Dimensions of subjective female orgasmic responsiveness. Journal of Personality and Social Psychology,44, 862–873.

Salama, S., Boitrelle, F., Gauquelin, A., Malagrida, L., Thiounn, N., y Desvaux, P. (20015). Nature and origin of “squirting” in female sexuality. The Journal of Sexual Medicine,12, 661–666.

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