Tras el estudio que hemos realizado sobre la expresión de las emociones y la opinión de la sociedad sobre la misma, queremos realizar una reflexión a modo de conclusión que resuma lo comentado en los post anteriores en el blog.

Queremos destacar la importancia de expresar nuestras emociones, ya que podemos encontrar beneficios que nos favorecen tanto personal como socialmente.

De modo personal, hemos visto que las emociones nos crean y nos transforman, debemos dejarnos sentir y escucharnos, conocernos más y no tener miedo de tener emociones y de expresarlas.

De forma social, pudimos ver cómo la sociedad de manera general, tenía la opinión de que la expresión de las emociones ante los demás es una forma de acercamiento y de ganancia y aumento de confianza, por lo que también debemos eliminar el miedo a expresarnos ante los demás. Ya que muchas veces nos limitamos a nosotros mismos por temor al “qué dirán”, a pesar de que en la gran mayoría de ocasiones la otra persona no va a pensar nada negativo sobre nosotros, sobre todo cuando son amigos o personas que nos quieren. Así mismo, si a alguien de tu entorno le resulta pesado o negativo que te abras con él y le cuentes tus sentimientos, creemos que no es lo más normativo, y que seguro que hay otras personas a quiénes les gustaría que se lo contaras. Por lo tanto, por haber tenido una mala experiencia abriendo tu corazón a alguien, no quiere decir que vaya a ocurrir lo mismo con todo el mundo.

Existe la frase “todo en exceso es malo” y esto puede ser verdad en muchos aspectos. Sin embargo, en este tema, como dijimos en el último post, dependerá de la persona. Es decir, cada persona pone sus propios límites según su forma de ser, y ella debe comunicar dónde están esos límites de manera respetuosa. De esta forma, es importante expresarnos sin miedo, pero también saber parar en el momento que la otra persona no quiera seguir escuchándonos o no se sienta cómoda. Así, la comunicación será más eficaz y satisfactoria.

En conclusión, en estos post hemos querido compartir nuestra opinión y conocimientos sobre la expresión de las emociones. Para ello hemos realizado preguntas a nuestro entorno, obteniendo que es algo positivo. Además, nos gustaría visibilizar la importancia de ser comunicativos y hablar de nuestros problemas, ya que creemos que es fundamental para poder gestionar nuestras emociones y nuestro bienestar. Así mismo, guarda gran significación en la construcción de buenas relaciones, ya que hablando de nuestros sentimientos hace que seamos conscientes de ellos, los podamos gestionar y resolver mejor los conflictos.