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TU CARA, EL MEJOR ALIADO PARA LA PARTIDA

¿Picazón en la mejilla? No te rasques. ¿Aburrido o preocupado? Será mejor que mantengas tu respiración, no empieces a mover la lengua, a tragar con más fuerza, lamerte los labios o apartar la mirada de tu oponente o cualquier otro lugar. Todo podrá ser usado en tu contra.

¿Qué es lo más importante en el póker?

Muchos piensan que se trata de suerte, pero lo que hace a un jugador de póker ser profesional, es la capacidad de poner y leer la “cara de póker”, volver su rostro inexpresivo, ocultando sus sentimientos o apreciaciones. Por eso cuando alguien se queda impasible o inexpresivo ante una situación, se le dice que se queda (o que pone) cara de póker.

A continuación, vamos a analizar a 4 jugadores de póker, los cuales hemos nombrado con diferentes motes representativos, durante una partida (cuyo vídeo está al final del artículo).

Espía de películas de los 70 → Gorro y gafas

El que va de oscuro y trata de ocultar su rostro con gorra y gafas.

Pasota → Camiseta azul claro

Apoya la cara en su puño cerrado, con los músculos del cuerpo y la cara visiblemente relajados, mientras lanza, literalmente, las fichas al centro de la mesa.

Impasible → Camisa blanca

No realiza ninguna expresión facial, únicamente dirige su mirada hacia el centro de la mesa y, a veces, hacia sus contrincantes cuando hacen algún movimiento.

Imprevisible → Camisa verde

Achina los ojos, sonríe y dirige su mirada hacia sus contrincantes a la vez que hace el gesto con la mano señalando el bote e indicando otra ronda (similar a cuando se pide otra ronda en un bar), aparentando diversión y despreocupación.

Muchos jugadores se ponen complementos, como el “Espía”, tratando de esconder su rostro ¿Es una buena estrategia?

A pesar de que el “Espía” tiene la cara cubierta, se observa que su respiración es más agitada que la del resto, se mueve más, agarra y suelta sus fichas continuamente y su boca y mandíbula son más expresivas, mostrando signos de tensión.

Los jugadores profesionales de póker trabajan mucho tanto controlando sus expresiones como averiguando las de los demás, ya que eso les ayuda mucho a averiguar las posibles cartas de sus contrincantes. Los buenos jugadores de póker no necesitan taparse el rostro porque son inexpresivos y captan cada sutil señal de emoción. Por ello, pensamos que va a perder la partida sin haber visto su final.

Por otro lado, el “Pasota”, parece que adquiere este rol, a través de las expresiones ya mencionadas. No obstante, analizaremos un fragmento del vídeo (a partir del minuto 1:10) donde veremos los cambios sutiles en el comportamiento que nos permiten predecir lo que va a hacer. En ese momento se puede observar como el “Pasota” después de mirar fijamente, durante 8 segundos, el dinero que acaba de apostar su contrincante (un tiempo mucho mayor que en los dos turnos anteriores), dirige su mirada hacia sus cartas, con los ojos entreabiertos y la cabeza hacia abajo, comprobándolas a la vez que realiza una larga y notoria expiración. Por último, realiza una media sonrisa producto de apretar los cachetes, lo que nos indica, junto con lo anteriormente mencionado, que se va a retirar, antes de que proceda a ello. Es un buen jugador de póker, pero todavía tiene que entrenar mejor su capacidad para ocultar sus emociones, algo que el “Impasible” tiene totalmente dominado.

Si bien, los cambios sutiles en el comportamiento nos pueden aportar valiosa información, los cambios muy grandes y provocados, pueden dejarnos desconcertados y ser una buena estrategia. Este sería el caso del “Imprevisible”. Cuando ve que todos los jugadores han entrado a la partida se muestra contento y despreocupado, pero al iniciar la siguiente ronda y ver las cartas ofrecidas, no sale de partida apostando y cambia totalmente la expresión de su rostro. Se encoge un poco de hombros mostrando signos de tensión en su musculatura de la espalda, puño, hombros y mandíbula, se le borra por completo la sonrisa y no muestra mayor expresión. No obstante, cuando tiene que decidir si apuesta o se retira, para sorpresa de todos, resube la apuesta, sin variar en nada su expresión, tan solo dedicándole una mirada de reojo al contrincante que inició la apuesta. Por ello, podemos afirmar que se trata de un gran jugador de póker, que se ve lo suficientemente confiado para jugar un poco con la expresión de su cuerpo, pero que es completamente impredecible, lo cual puede ser muy ventajoso.

Por todo ello, pensamos que los jugadores con más posibilidades de ganar, por lo menos a largo plazo, serán el “Impasible” y el “Imprevisible”, ya que ambos controlan la expresión de sus emociones a la perfección, siendo imposible predecirlos.

Hay veces que si estás molesto por algo, puedes poner una cara inexpresiva para evitar mostrarlo “Pasota”. Pero, en la mayoría de ocasiones para engañar u ocultar no se usa la cara de póker, sino que se muestran emociones diferentes, con el propósito de que los demás piensen de una determinada manera “Impredecible”. No obstante, estos aspectos del lenguaje no verbal nos pueden dar información muy útil.

“Pasota”→ Pequeños cambios en el comportamiento (tardar más tiempo en responder y evitar el contacto visual) pueden ser señales indicativas de que te están intentando mentir o que algo no le ha gustado, no haya salido como él quería o le haya fastidiado.

“Imprevisible”→ En programas de televisión estilo “Ahora Caigo” (donde los participantes tienen que responder preguntas de categorías muy diversas) o “The floor” (donde los participantes se van quedando con las casillas que ganan y tienen que defender la categoría de dichas casillas, sin que sea la suya inicial), muchos de los concursantes aparentan estar nerviosos o ser inexpertos, con el objetivo de que vayan a por ellos y después, el contrincante se de cuenta de que sí están preparados y dejarlo descolocado, para así aumentar su ventaja.

Un ejemplo de la vida diaria del “Imprevisible” sería, cuando no te apetece salir y alguien dice que ha tenido un contratiempo. Ejemplo:

- Mis tíos me han dejado a mi primo pequeño en casa y me tengo que quedar con él hasta las 10 (habíais quedado a las 10).

- Que coraje, me apetecía muchísimo salir contigo (estaba en el sofá con la bata puesta, deseando que se cancelara), pero bueno, no te va a dar tiempo, así que mejor quedamos otro día.

Ocultas que en realidad estás contento por lo sucedido y te beneficias de ello. El mismo ejemplo sería si no quieres quedar y dices que te gustaría, pero que te ha surgido algo. Muestras una emoción diferente a la que sientes, para mentir.

Por último, la gente cotilla suele adoptar un estilo parecido al “Pasota”. Actúan como si no les importara el tema, pero en realidad están pendientes de todo y desean enterarse de qué está pasando. Esto se puede averiguar por la dirección en la que coloca la cabeza (el “Pasota” siempre la colocaba hacia el lugar de interés de la partida, contrincantes o centro de la mesa, nunca al lado contrario) y los movimientos oculares.

Realizado por:

  • Laura Sánchez Parente
  • Claudia Pascual Subirats.
  • Lidia Paniagua Valverde.

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