Tus pensamientos no te definen (Cognitive Defusion)
Hemos visto en clase y en la lectura sobre Mindfulnes que la red neuronal por defecto del cerebro está correlacionada positivamente con la depresión y la ansiedad. Este estado automático del cerebro está formado por pensamientos aleatorios y, en muchas ocasiones, “negativos”, ya que hay una parte del cerebro cuya función principal es juzgar nuestro entorno y hacer inferencias sobre el futuro por cuestiones adaptativas y de supervivencia. Un problema bastante común es el identificarse con esos pensamintos, es decir, creértelos todo el rato, lo que da lugar a infinidad de trastornos y problemas emocionales.
Una forma de despegarnos de nuestros pensamientos, y a su vez, de aceptarlos, es añadir delante “Estoy teniendo el pensamiento de…”. Por ejemplo, un pensamiento puede ser “No me sale nada bien”, cuando notemos ese pensamiento, lo transformamos en “Estoy teniendo el pensamiento de que no me sale nada bien”. Es un cambio muy sutil, pero puede llegar a hacer una gran diferencia, ya que nos hace más conscientes de nuestros pensamientos y de que, en definitiva, solo son pensamientos; lo alejan de la realidad y la tendencia que tenemos a no cuestionarnos lo que se nos pasa por la cabeza
En terapia psicológica se usan herramientas y técnicas como esta (Cognitive defusion o deliterarization) con pacientes con depresión y ansiedad, cuyos pensamientos suelen generar bastante malestar. También se puede hacer que el paciente escriba el pensamiento en un papel y lo mantenga fuertemente agarrado con la mano. A esto se le añade una explicación de que con ese papel en la mano no puede realizar otras actividades y usar la mano, mientras que si escribe “Tengo el pensamiento de…” delante de la frase y mete el papel en su bolsillo, la persona puede seguir usando la mano para hacer otras actividades. Es una una metáfora de la incapacitación que se produce cuando te crees tus propios pensamientos todo el rato y de cómo puedes liberarte de ese malestar si tomas consciencia de que es un pensamiento y lo aceptas como algo que pueda existir sin ser una realidad absoluta. Se atribuyen características físicas (dominio concreto y sensorial: trozo de papel) a conceptos más abstractos (dominio abstracto: un pensamiento). En este caso la metáfora viene condicionada porque el papel tiene escrito el pensamiento y es el nexo de unión. Son dos cosas que expresan una idea, la misma. Pero una la puedes visualizar, tocar, notar el espacio que te ocupa en la mano y la otra no. Asimismo, se establece una correspondencia entre “mano” y “mente/cerebro”, ya que los dos son conceptos primordiales para realizar actividades y que quedan retenidos o incapacitados de alguna manera si se aferran con demasiada intensidad a algo.