UNA CONVERSACIÓN ENTRE UNA PERSONA MAYOR Y UN ADOLESCENTE

Como ya mencioné anteriormente en otra historia, la evolución es un camino que nos acompaña a todos, cambiamos y con ello nuestro lenguaje. En este aspecto es importante la conciencia de que no todos nos hemos desarrollado en la misma época, ni en el mismo contexto. Esto puede desembocar en una barrera a la hora de comunicarse. En concreto, hablando del colectivo juvenil y de las personas mayores pueden estar presente estas barreras.

Existen una serie de factores que pueden afectar negativamente a la comunicación entre estos. En el caso de las personas mayores, el envejecimiento es un proceso continuo que produce una perdida en la capacidad, como la atención, la memoria, planificación y audición, sumando que la educación recibida por ellos no es la misma que podemos tener toda nuestra generación en el lugar donde nos encontramos. Hablando específicamente del lenguaje, las personas mayores utilizan arcaísmos (como truje, traiba, atientas, etc), siendo muy probable que el joven no conozca. Por esta educación inadecuada pueden tener errores gramaticales como añadir una “a” a alguna serie de palabras como: afoto, amoto, etc u otras como “paine”.

Aunque en este caso nos vamos a centrar en los cambios en el lenguaje juvenil, según Vaqueiro Romero (2012), es “un conjunto de rasgos lingüísticos presentes en las manifestaciones lingüísticas de los jóvenes, producidas de forma oral o por escrito, como reflejo de lo oral.” Las características principales de este lenguaje es que es coloquial, igualitario entre interlocutores y proximidad, poca planificación e informal. Este puede ser una barrera a la hora de comunicarse estos con las personas mayores. Uno de los cambios es la aparición de nuevas palabras. Los extranjerismos y anglicismos son un fenómeno debido a los avances tecnológicos y la globalización cultural. Es un tipo de carácter pragmático con función interpersonal que de alguna manera marcan las relaciones sociales y así es como crea proximidad entre los jóvenes.

Existe un tipo de carácter pragmático casi inexplorado, se utilizan en situaciones comunicativas con una función expresiva o estética, que algunos autores han denominado lúdica o enfática, ya que suelen marcar el discurso oral con rasgos humorísticos o irónicos.

Por ejemplo, nos encontramos con nuestros abuelos y le decimos “vamos a echarnos un selfie”, es probable que ellos no nos entiendan. En la actualidad han aparecido una serie de neologismos, extranjerismos y anglicismos, definidos por la RAE como:

  • Postureo: Actitud artificiosa e impostada que se adopta por conveniencia o presunción
  • Avatar: Representación gráfica de la identidad virtual de un usuario en entornos digitales.
  • Cute: Digno de adoración, encantador.

Y otros no añadidos a la RAE, pero muy utilizados:

  • Millenial: Personas que llegaron a la edad adulta en el momento del cambio de siglo, es decir, a las nacidas durante las dos últimas décadas del siglo XX.
  • Crush: ‘amor platónico’, ‘pasión’, ‘flechazo’, ‘quien me gusta’, etc.
  • Shippear: el deseo o preferencia porque dos personas, en general personajes de ficción, tengan una relación.
  • Ghosting: esfumarse de repente sin dejar rastro, sin explicaciones, bloqueando, borrando las cuentas o, sencillamente, dejando de responder a los mensajes o llamadas de alguien con quien se ha mantenido algún tipo de relación.
  • Youtuber o tiktoker: creador de contenido en la red social Youtube o Tiktok, caracterizado por ser una celebridad en la misma y contar con un gran número de seguidores.
  • Boomer: nacidos entre mediados de los años cuarenta y los años sesenta del siglo pasado, hijos del boom económico que siguió a la Segunda Guerra Mundial.

Incluso otra serie de palabras recientemente actuales podrían ser confusas para la población mayor de 65 años. Como por ejemplo las orientaciones sexuales o géneros. Poniendo el mismo ejemplo anterior, vas a ver a tu abuelo y le dices “soy pansexual”, sin una previa explicación es posible que no lo entienda, esto complicará la comunicación entre ambos.

Es cierto que, en la comunicación, el contexto en el que se utilice la palabra y el lenguaje no verbal pueden ayudar a entender el mensaje, a que el oyente deduzca, aunque este sea ambiguo. Por lo que no se centran en los aspectos puramente lingüísticos y su significado. Pero es inevitable que ocurran interferencias aun teniendo en cuenta esto, por ello sería importante la adaptación de nuestra forma de expresarnos según el contexto, al igual que si vamos a una entrevista de trabajo, no utilizaremos expresiones informales.

Es importante que para que sea exitoso el acto comunicativo las personas oyentes y hablantes deben ser cooperativos. La información trasmitida debe ser suficientemente informativa y clara.

Como hemos podido ver estos nuevos usos tienen una función pragmática para simplificar, economizar, precisar y trasmitir una emoción, pero esta función puede convertirse en barrera provocando ambigüedad para las personas que no las tienen actualizadas en su vocabulario. ¿Qué opinas de la utilización de estos?, ¿usas los mencionados u otros?

Referencias:

Zimmermann, K. (1996). Lenguaje juvenil, comunicación entre jóvenes y oralidad. El español hablado y la cultura oral en España e Hispanoamérica, 475–514.

Cruz, M. I. G., & Medina, M. J. R. (2011). La función pragmática de los anglicismos: algunos ejemplos en el habla juvenil de Las Palmas de Gran Canaria. Miscelánea: a journal of english and american studies, 43.

Jørgensen, A. M. M., & Martínez, J. A. (2007). Los marcadores del discurso del lenguaje juvenil de Madrid.

Saá, N. (2006). Lenguaje y envejecimiento. Pontifica Universidad Católica de Chile, Escuela de Medicina, Departamento de Neurología.

Ascencio, M. D. C. (2008). Neologismos de sentido en el habla coloquial de los jóvenes de Medellín. Revista Virtual Universidad Católica del Norte, (24).

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