¿UNA PUBLICIDAD ÉTICA?

Después de leer tantísimas publicaciones de amigos míos sobre la influencia de personajes públicos promocionando y haciendo campaña de alimentos sumamente perjudiciales para la salud, he decido mojarme y hablar sobre el tema.

Hasta hace poco nunca había pensado que trabajar anunciando comida basura fuera tan negativo socialmente. No sé, creía que todos tengamos claro que no podemos tener el cuerpo de Katy Perry comiendo todos los días McDonald o patatas de bolsa. Pero, al parecer, solo aparentamos tenerlo claro.

Creo también, que deberíamos de entrar en la ética. A lo mejor me estoy metiendo en un terreno demasiado pantanoso, pero ¿hasta qué punto está bien compartir en las redes de forma divertida todo lo que disfrutas consumiendo artículos que prohíbes que tus hijos coman? Este es el caso de Tamara Gorro. En esta foto sacada de su perfil podemos ver como aparece con golosinas, chuches…

Ella misma ha dicho en su cuenta de Instagram que evita consumir este tipo de alimentos en casa ya que no ayudan con el mantenimiento de su figura y no son recomendables para la salud de sus hijos, aunque a veces no puede evitar dárselas ya que es algo que está muy integrado en la sociedad, en la sociedad a la que ella influye.

Es muy cierto que una sola persona no puede cambiar el mundo, pero si una persona con cierto poder de influencia sobre la sociedad sabe que estos productos no son óptimos para la salud, ¿no debería reivindicarse y mostrar lo que cree antes que publicar este tipo de fotos simplemente porque ya está muy integrado en la sociedad? ¿no es eso éticamente incorrecto? ¿Qué visión está dando a todos aquellos que la siguen? Básicamente, estas personas con estos actos les dicen a sus seguidores que, aunque crean en algo, si todo el mundo cree lo contrario, es mejor unirse al barco que nadar a contracorriente.

*El 35% de los niños entre 8 y 16 años tienen exceso de peso en España, de los cuales el 20,7% sufren sobre peso, y un 14,2% obesidad*