Viaje exprés a la mente de un narcisista
“Llego a casa después de un día agotador lleno de ineptos y conformistas con sus vidas de mierda. Ni siquiera sé por qué sigo en este pueblo aburrido y asqueroso, no hay nadie que merezca la pena, parece que soy el único con un buen futuro por delante.
Al entrar al pasillo se me inundan las fosas nasales de la asquerosa bazofia que mi madre llama comida, si fuésemos ricos tendríamos un chef y no tendría que conformarme con comida de clase obrera. No es algo que me preocupe porque yo seré el primero en salir de la línea pobre que lleva mi familia siguiendo años. Ni siquiera sé cómo soy su hijo, seguro que soy adoptado.
Subo a mi dormitorio, y escucho que mi padre me llama desde su habitación, pasó de contestarle, no se merece ni una sola respuesta después de haber sido una figura paterna tan mierda durante tantos años.
Me vuelve a llamar, no le contesto. Lo vuelve a intentar, y aunque por un momento pienso en responderle porque me da un poco de pena. En realidad no, no dejare que vuelva a pasar lo mismo otra vez. No se merece nada de mí.
Cuando por fin me tumbo en la cama Isabel me llama. Que tía más pesada, no sé ni porque sigo quedando con ella. Es tan fácil que me aburre, sinceramente me da igual si se molesta por no cogerle el teléfono, me ha llamado casi 4 veces en las dos últimas horas pero estaba con Sofía. Sé que sospecha algo pero si lo descubre la convenceré como siempre de que está equivocada y de que es una paranoica. Hemos hecho esto tantas veces que la conozco como la palma de mi mano, sé que si mañana le llevo el mismo ramo de flores que siempre y desvió el tema seguiremos la relación con normalidad porque está totalmente enamorada de mí. Normal. Me gusta cuando me mira con esa cara de que soy lo más importante para ella. Realmente solo estoy con ella porque la fachada de novio perfecto hace que nunca me abandone y la relación que tanto le prometo en el futuro la mantiene atada a mí. Repitiendo medio guion de high school musical una y otra vez conseguí que se enamorase de mí en el primer mes, y con la otra mitad llevamos dos años. Es tan básica. Aspiro a algo más pero mientras me hace el apaño. Aunque me encanta catar diferentes mujeres y no es nadie para prohibírmelo.
Soy libre de hacer lo que me apetezca, Me tiene que perdonar porque soy todo para ella, aunque para mí solo un espejo donde me reflejo, que me encanta
Pero ella es de mi propiedad, no puede mentirme ni engañarme, es una prolongación de mí mismo, después de tanto tiempo la tengo casi domesticada ya. Yo sé que soy como una droga para ella y que siempre volverá a abrirme las puertas, me sentiré grandioso pues la volví a engañar. Me encanta saber que puedo hacerlo cuántas veces quiera.
En fin, descuelgo la llamada porque no quiero que vaya corriendo a ese amigo suyo a llorarle que da puto asco y es un perdedor. Se cree que no sé qué lo hace pero no soy gilipollas, les doy mil vueltas a los dos juntos.
- “Hola amor, perdona estaba ayudando a mi padre. Te he echado de menos”
El show debe continuar.
Bibliografia:
