¿Y SI APLICAMOS LA PRAGMÁTICA LINGÜÍSTICA A NUESTRA CONVERSACIÓN?

Miriam
Psicología del Lenguaje — ugr
5 min readNov 21, 2023

Hace dos semanas tuve una discusión con mi pareja, llegó a tal punto que no tenía sentido el tema que estábamos tratando y decidí entonces salir de la habitación para dejar un margen de 10–15 minutos. Para mí, simplemente fue un tiempo fuera en el que desconectar y calmarme para así poder retomar la conversación pero esto empeoró la situación puesto que él imaginó cosas que no eran realmente ya que sobrepensó demasiado el hecho de que yo abandonará la habitación con pensamientos como: “si se va, es porque no quiere solucionar las cosas”, “quiere dejarlo”, etc. Siguiendo la lectura número 4, es decir, la pragmática lingüística, podríamos aplicar el Principio Cooperativo de Paul Grice para fomentar una comunicación más efectiva siguiendo cuatro máximas.

(…)

  • Yo: ¡Ay que ilusión me hace salir a cenar juntos esta noche!
  • Mi pareja: Pues… Mmmm… No sé como decírtelo pero te iba a preguntar que si podíamos cambiar el plan, ya que los niños me han dicho que si voy con ellos a cenar y también me hace mucha ilusión porque es mi sitio favorito, ¿te molesta mi amor?
  • Yo: ¿Enserio? Es que no me lo puedo creer

Siguiendo la Máxima de Cantidad de Paul Grice, lo reemplazaríamos por algo como: ¨entiendo que te haga ilusión cenar con los niños, pero ya habíamos hablado de hacer ese plan y que ahora cambies los planes me hace sentir frustrada¨.

  • Mi pareja: Pff Es que ya me conoces y sabes que me encanta el goiko y nosotros cenamos juntos antes de ayer.
  • Yo: Me da igual el sitio, ya habíamos quedado y me he organizado. No me cambies los planes.

Siguiendo la Máxima de Calidad de Paul Grice, lo reemplazaríamos por algo como: ¨quiero que seas sincero conmigo, si prefieres cenar con ellos, me lo podías haber dicho antes, porque ahora me duele enterarme de esto en el último momento¨.

  • Mi pareja: Mi amor pero llevo mucho sin ver a los niños no es justo.
  • Yo: me da igual que lleves más o menos tiempo sin verlos, ¿en serio tiene que ser hoy? Nosotros ya habíamos quedado antes, que lo cambien ellos.
  • Mi pareja: Estás teniendo un comportamiento muy infantil, nosotros podemos cenar cualquier día.
  • Yo: ah, ¿yo soy la que tiene un comportamiento infantil? Cuando llevamos una semana diciendo de ir justo hoy a cenar, ¿y lo quieres cambiar horas antes?? ¿Yo?

Siguiendo la Máxima de Relación de Paul Grice, lo reemplazaríamos por algo como: ¨entiendo que quieras pasar tiempo con ellos, pero es muy importante para mí que respetemos los planes, por lo que creo que podríamos buscar una solución buena para los dos¨.

  • Mi pareja: Flipo con lo que estás diciendo, sinceramente ya se me han quitado las ganas de ir contigo y con ellos, no voy a salir.
  • Yo: me parece muy fuerte que me eches las culpas de no querer salir ahora, y todo por no reconocer que no quieres ir a cenar conmigo sino con ellos. Paso. Me voy.

Siguiendo la Máxima de Modo de Paul Grice, lo reemplazaríamos por algo como: ¨vamos a intentar hablarlo más calmados y sin echarnos cosas en cara, tenemos diferentes formas de pensar y todo sería más fácil si buscamos una solución¨.

  • Mi pareja: Ah,¿que encima te vas a ir?, haz lo que te dé la gana.
  • Yo: Es que no pareces ni tú el que habla. Madre mía, estoy flipando. Paso de seguir así porque no vamos a llegar a nada así que TÚ SABRÁS. (mientras salgo de la habitación).

Minutos después, mi pareja vino al salón y hablamos las cosas más serenamente y sin reprocharnos las cosas el uno al otro. No obstante, una vez las cosas se habían aclarado, me confesó que los 10–15 minutos desde que salí de la habitación hasta que hablamos bien las cosas estuvo sobre pensando mucho el desenlace de esta discusión, llegando a pensar cosas como: “si no quiere solucionar las cosas, es porque ya se ha cansado de mí”, “quiere dejarlo”, “ya no le importo como antes”, “ya no me quiere”, “me va dejar”… Entonces, ahí fui consciente que al darme a mí misma ese tiempo para salir sin comentárselo ni darle ningún tipo de explicación, lo manipulé de manera inconsciente ya que yo no quería que ese tiempo él pensará cosas que realmente no son. Sin embargo, eso fue lo que pasó y me sentí muy culpable cuando me di cuenta. Pese a que mi reacción fue algo exagerada, cuando se dió cuenta de la importancia de cenar juntos ese día, entendió que al haber quedado antes conmigo lo más lícito era quedar otro día para cenar con sus amigos. Y así fue.

Al inicio de la conversación se empleó un lenguaje de tipo verbal, pero cuando fuimos subiendo de tono, se convirtió más bien en un lenguaje de tipo agresivo. Y, al yo irme al salón, hice uso de un lenguaje pasivo no verbal mediante el cual inducí ciertos pensamientos en él aunque no fuese esta mi intención. La conversación entre mi pareja y yo, muestra un lenguaje emocional y confrontativo, y parece haber un conflicto de intereses y expectativas.

A continuación se muestra un análisis del tipo de lenguaje y el efecto que podría estar teniendo en cada persona este tipo de lenguaje:

  • Tú (Yo): trato de utilizar un lenguaje entusiasta y emocional cuando le digo la emoción y/o ilusión que me hace salir a cenar juntos. No obstante, muestro sorpresa/asombro y estar dolida por la propuesta de cambiar los planes. Mi lenguaje trata de demostrar molestia y frustración por la sugerencia de cambiar los planes.

Mi pareja: aplica un lenguaje más vacilante al principio al decir “Pues… Mmmm…” lo que indica que le da miedo cómo yo pueda reaccionar por expresar su deseo. Además, expresa su deseo de cenar con los niños en su lugar favorito, lo que muestra su entusiasmo y emoción por esa idea. Pero al no ser directo, el lenguaje que utiliza puede generar confusión y frustración en ti.

  • Tú (Yo): Mi reacción es incrédula y resistente ante la propuesta de cambiar los planes. Estoy herida y molesta por la sugerencia. Mantengo la posición de querer cenar juntos según lo planeado y me siento molesta por la sugerencia de cambiar los planes.
  • Tu pareja: Te acusa de tener un comportamiento infantil, lo que da lugar a una gran tensión y confrontación a la conversación. Muestra un lenguaje agresivo y no quiere salir.
  • Tú (Yo): me siento injustamente acusada y decido defender mi posición y plan original de cenar juntos. Además, expreso mi frustración por la propuesta de cambio a última hora.
  • Tu pareja: Se muestra resignado ante la discusión y tu reacción.
  • Tú (Yo): Decido dejar la conversación por lo que me marcho de la habitación debido a la tensión.

En general, la conversación muestra un lenguaje emocional y confrontativo, con ambas partes expresando sus deseos y frustraciones de manera intensa. El efecto que produce la conversación es un conflicto que aumenta la tensión y complica que nos entendamos mutuamente haciendo uso de lenguaje tanto verbal como no verbal. La falta de comunicación efectiva y el lenguaje confrontativo parecen haber aumentado más aún el desacuerdo y la desconexión emocional en la conversación.

En la siguiente entrada, discutiremos sobre las distintas escenas que se ejemplificaron en la anterior entrada al blog y, aplicaremos la lectura trabajada en clase de teoría: montaje cinematográfico.

--

--