Y TÚ, ¿CÓMO DE SUGESTIONABLE ERES?

pablo coca
Psicología del Lenguaje — ugr
6 min readNov 28, 2018

Hace un tiempo me sometí a un proceso hipnótico. El hipnotizador se dirigió a mi del siguiente modo:

“ Imagina que tienes un balón de playa entre tus manos. Nota como poco a poco el balón se va desinflando y tus manos se van juntando. Existe una fuerza muy poderosa que las atrae. Tus brazos se relajan. Cada vez tus manos se acercan más y más. De nada sirve que te resistas. Tus manos se van juntando y no puedes impedirlo. Notas como hay una fuerza que las atrae… “

Puedo decir que, tras dicha experiencia, notaba cómo mis manos se iban juntando cada vez más y más, como si no tuviese control sobre ellas. Podríamos afirmar también que soy una persona sugestionable, y que la hipnosis depende de lo sugestionable que sea quien se someta a dicha experiencia.

Pero, ¿qué significa la palabra sugestión? La teoría dice que una persona sugestionable sigue un patrón o instrucción según lo que escucha o ve (Hull, 1993). Por ello, si vemos una película de miedo, es probable que cuando nos vayamos a la cama nos cueste dormirnos.

Algunos autores señalan que el ser humano es un “animal sugestionable” (Sidis, 1898).

Es importante recordar que sugestión y sugestionabilidad son términos que se han relacionado habitualmente con características negativas de los individuos como “debilidad mental”, “debilidad de personalidad” o “personalidades fácilmente influenciables”. Pero la sugestionabilidad es una característica de la especie que nos supone una cierta ventaja evolutiva, facilita y simplifica los procesos de aprendizaje, estando presente en cada uno de nosotros.

Cierto es que, si pensamos que todo lo que hacemos tanto nosotros, como los demás, lo hacemos libremente sin vernos incitados por nada ni por nadie, sería falso, puesto que la sugestión, aunque sea un elemento clave de la hipnosis, también está presente en la propia terapia psicológica y en las relaciones humanas.

El lenguaje mismo, herramienta básica de trabajo del clínico, es una práctica de sugestión y seducción, sustentado en el ejercicio de la retórica, verdadera argumentación sobre lo probable y verosímil (Pérez-Álvarez, 1996).

La sugestión hipnótica es diferente a cuando damos una simple instrucción. En la sugestión hipnótica además de dar una instrucción, se busca el uso de la imaginación. Por ejemplo, si digo “quiero que tus manos estén inmóviles” estoy aplicando una instrucción. Sin embargo, cuando digo “quiero que tus manos se peguen en la mesa, como si se fusionaran con ella, como si hubiese un adhesivo que las pegara muy fuertemente a la mesa, siendo imposible levantarlas”. Se puede ver perfectamente el proceso de sugestión hipnótica en el siguiente video.

video de sugestión hipnótica “mano pegada”

El Efecto del Péndulo de Chevreul es un ejercicio fácil de realizar para aumentar la sugestionabilidad de las personas, generando altas expectativas de autoeficacia previas al proceso hipnótico.

Ejemplo de un Péndulo de Chevreul

¿En qué consiste este ejercicio? Se le proporciona a nuestro paciente un péndulo (puede ser un anillo enganchado a una cadena). Debe sostener el hilo con los dedos, teniendo los codos apoyados en la mesa, dejando el péndulo en suspensión. A continuación, se le pide que piense que el péndulo empieza a moverse. Es muy frecuente que las personas a las que les realizamos dicha sugestión respondan a ella, sucediendo que, a medida que se sienten más relajados, el péndulo se mueve cada vez más rápido, es decir, si hago caso a la sugestión del hipnotizador (imagino que el péndulo se mueve) es entonces lo que ocurre realmente. A este fenómeno se conoce como sugestión ideomotora.

Si nos centramos en aspectos psicológicos, la Teoría Socio Psicológica de Spanos, la sugestión contiene estrategias que ayudan a la persona a responder apropiadamente a ella (Barber, Spanos, & Chaves, 1974; Spanos & Barber, 1974; Spanos, Cobb, & Gorassini, 1985), es decir, el cómo verbalicemos las sugestiones influye a que el sujeto las perciba como “hechos” o “sucesos” involuntarios.

En el ejemplo de verbalización para inducir la hipnosis expuesto anteriormente, se ve reflejado este fenómeno. Se dice, “Tus manos se van juntando poco a poco”, como si estas fuesen una entidad propia que actúa de forma independiente al sujeto. Además, se emplea un uso de frases simples, e incluso repetitivas que se van adaptando durante el proceso así como un lenguaje metafórico.

Cómo responderá una persona a una palabra o frase es algo impredecible. Descubrir qué comunicaciones facilitan la experiencia hipnótica y cuales la entorpecen son dos de los aspectos más valiosos de la formación en hipnoterapia clínica (Erickson y Rossi, 1979, 1981; Matthews, Lankton y Lankton, 1993).

Kirsch y Lynn afirman que, aunque las respuestas hipnóticas pueden ser activadas automáticamente, la sugestión por sí sola no es suficiente para activarlas, jugando la experiencia subjetiva un papel importante en la hipnosis (Lynn, 1998; Silva & Kirsch,1992).

Si el hipnotizador me dice “las manos se van juntando por una fuerza que las atrae” debo de sentirla (experiencia subjetiva), es decir, debo notar como una fuerza las atrae, siendo dicha fuerza realmente convincente para mí como para activar los procesos específicos que hacen que mis manos se vayan juntando poco a poco.

Por tanto, que el trance hipnótico sea satisfactorio depende de la sugestibilidad del paciente como de la experiencia subjetiva que experiencie gracias a las verbalizaciones del terapeuta.

Es recomendable desmentir al paciente ciertos mitos acerca de la hipnosis para que el procedimiento sea lo más ameno posible, llegando a presenciar una relajación absoluta, focalizando su atención únicamente en las verbalizaciones del terapeuta.

Los estudios a nivel cerebral nos muestran más información sobre los cambios en el cerebro asociados con la hipnosis y las sugestiones hipnóticas. Se encontraron datos donde, gracias a la tomografia por emisión de positrones (PET), durante la hipnosis hubo cambios en el córtex cingulado anterior, el tálamo y el tallo cerebral ponto-mesencefálico asociados a los procedimientos de hipnosis (Rainville, Hofbauer, Bushnell, Duncan, & Price, 2002).

La actividad de diversas áreas cerebrales pueden modularse por hipnosis

Kosslyn y sus colaboradores encontraron diferencias hemisféricas en el flujo de sangre asociadas al procesamiento del color cuando se sometía a un paciente a un proceso hipnótico utilizando la PET (Kosslyn, Thompson, Costantini-Ferrando, Alpert, & Spiegel, 2000).

Queramos o no, somos seres sugestionables ya sea porque alguien ejerce autoridad sobre nosotros a la cual nos vemos sometidos (sugestión directa), porque adoptamos ideas o formas de pensar sin cuestionarlas (sugestión indirecta), o incluso porque nos hacemos creer a nosotros mismos ideas o sensaciones específicas (autosugestión).

Pensamos que somos mentes sólidas, y qué podemos decidir quién nos influye y quien no. Pensamos que no somos para nada personas sugestionables, pero desde pequeños, estamos expuestos a este fenómeno. La educación y su peculiar forma de imponernos ciertas formas de pensar, el bombardeo constante de anuncios que nos prometen felicidad con cada compra, la política y las agresivas campañas electorales, el papel de la religión o la actual creciente presencia de las sectas en nuestra sociedad y su forma de captar mentes sugestionables…

En definitiva, debemos ser conscientes del papel que tiene la sugestibilidad en el mundo globalizado actual y como esta nos afecta, ya que, como bien decía Sidis, “somos animales sugestionables”

Así que, y tú, ¿cómo de sugestionable eres?

REFERENCIAS:

  • Capafons, A. (1998). HIPNOSIS CLÍNICA: UNA VISIÖN. Papeles del psicológo, (69), 71–88.
  • González Ordi, H., & Miguel Tobal, J. J. (1999). Características de la sugestionabilidad y su relación con otras variables psicológicas. anales de psicología, 15(1).
  • Jay Lynn, S., & Kirsch, I. (2005). Teorías de hipnosis. Papeles del psicólogo, 25(89).
  • Rodríguez Sánchez, P. M., & Rodríguez Rodríguez, M. (2011). Argumentación de la teoría científica: modo de funcionamiento subconsciente del cerebro en estado hipnótico. Medisan, 15(7), 975–991.

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