Errores durante la comunicación: La omisión de detalles

A lo largo de las semanas de prácticas, hemos recorrido un camino curioso en nuestros diálogos. Empezando por temas personales, no acertamos a elegir un tema que desarrollar, así que seguíamos hablando de diversos tópicos. Pasamos por política actual y filosofía de la misma, por temas de educación e influencia eficaz en niños, videojuegos y los roles sociales que determinan el uso de unos u otros tipos de juegos, incluso por teoría del lenguaje a un nivel psicológico. Desapercibido para nosotros (en ese momento), recreábamos un patrón conversacional similar, que consistía en plantear un tema partiendo de una apreciación personal sobre cada uno de los integrantes del grupo, para pasar posteriormente a un nivel teórico más general, luego intentando explicar el suceso. Dos fallos ocurrían:

- Por un lado, nuestras aportaciones, aunque se referían a ideas más ricas en detalles, se volvían ligeras e imprecisas.

- Por otro, nos dábamos cuenta de que la teoría a la que acudíamos ignoraba parte fundamental del fenómeno expuesto. Se podía apreciar esta realidad especialmente cuando se trataban de experiencias personales.

Afortunadamente, siendo conscientes de esta realidad, hemos sido capaces de corregir nuestras explicaciones centrándonos en los detalles que hemos redactado no dándolos así por supuestos, pues la persona a la que lo contamos no estaba en la conversación anteriormente al momento de dar la explicación. Además, hemos señalado los factores que, conociendo previamente la teoría, los emisores ignoran (debido probablemente a los sesgos que van implícitos en la aceptación de una teoría) no se hacen explícitos o claros para aquellos que no parten de un conocimiento previo de dicha teoría.quedando sesgados, o bien quedan poco claros para quien no comparta el conocimiento y perspectiva previa de dicha teoría.

La pregunta ahora es, ¿qué tiene esto de interesante? A nuestro juicio, la relevancia de esta experiencia en prácticas se basa en habernos enseñado qué problema de la comunicación vamos a tratar y cuál es, parcialmente y aún en desarrollo, su solución. Mientras que deberíamos haber detectado un error y trabajar sobre ello, sin querer nos hemos convertido en la muestra perfecta con la que trabajar. No solo eso, también pensamos que encontrar una solución a nuestros errores comunicativos podría darnos la posibilidad de desarrollar las temáticas sobre las que hemos dialogado durante las horas de prácticas de una forma más apropiada y precisa.

Por ello, hemos propuesto dos líneas de trabajo, una central y otra periférica y ramificada. La primera consiste en investigar, explicar y proponer una solución para la comunicación donde se omiten detalles que el emisor, sin darse cuenta, da por obvios o directamente pasa a ignorarlos, ya sea por:

a) Estar en un contexto donde la mayoría de los integrantes de la conversación conocen los detalles del campo de conocimiento abordado.

b) Utilizar una teoría muy concreta como punto de referencia para explicar dicho campo de conocimiento.

Esto nos lleva a la segunda línea de trabajo, que vamos a trabajar por separado, donde se hablará de los detalles que hemos autodenominado “sutiles”, es decir, aquellos factores que son relevantes para la ocurrencia de un fenómeno, obvios bajo la experiencia personal y/o, suponemos, la visión de un experto, pero que se omiten generalmente durante la comunicación (junto al análisis de las consecuencias de estos sesgos).

Autores de la publicación:

  • Antonio Mata Salgado
  • Jorge Delgado García
  • Elena Mena Moreno
  • Fº Javier Pérez Cantero

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