¿Interpretamos verdaderamente lo que queremos en las películas?
El cineasta soviético Lev Kuleshov, durante los años 1910 y 1920, descubrió una sorprendente fuente de manipulación de los espectadores mediante una simple edición cinematográfica; era capaz de modificar la percepción de una persona alternando una serie de fotogramas. Este fenómeno mental se etiquetó como Efecto Kuleshov.
Para saber de que estamos hablando, os propongo ver el siguiente vídeo formado por 3 clips diferentes, y, observando la expresión del rostro del hombre en cada uno, quiero que reflexionéis sobre la emoción que os transmite: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/e9/KuleshovEffectExample.ogv
¿Qué os ha parecido? ¿Qué os ha transmitido? ¿Las reacciones de la persona son diferentes o son las mismas? Pues bien, tras la visualización de este montaje, Kuleshov llega a la conclusión de que el espectador deriva un significado de dos tomas secuenciales que realmente no poseen relación alguna; el montaje está formado por la misma toma de un hombre mirando algo fuera del marco, intercalada con las de un plato de sopa, un ataúd y una niña jugando. Sin embargo, las personas entendemos que una toma tiene algo que ver con la siguiente y hacemos un esfuerzo creativo por establecer una relación, pero esa relación no existe por sí sola en el material. Así, a pesar de que el hombre posee la misma expresión en los 3 casos, nos transmite diferentes pensamientos: tiene hambre, se encuentra afligido, o posee una mirada pervertida, respectivamente.
Gracias a este experimento, se comprobó que el montaje tiene una gran influencia en la comprensión semántica de lo que aparece en una escena.
Este efecto se aplica en la película “Arrival”. Ésta comienza con una secuencia de montaje del nacimiento, primeros años y muerte temprana (debida al cáncer) de la hija de Louise Banks, Hannah. Con esta información leemos la siguiente escena incorrectamente, malinterpretando el desinterés de Louise como reacción a su situación de duelo, y constantemente la vemos a través de esta “lente” a lo largo de la película hasta que se revela que los eventos de la primera escena aún no han ocurrido. Así rompemos completamente nuestra concepción anterior del personaje de Louise y de repente la vemos en una perspectiva completamente diferente; el hecho de que veamos lo que duele la vida de Louise provoca empatía hacia ella, y eso lleva a una de las características que un héroe o heroína debe tener, por lo que el público está más comprometido con el personaje desde el principio de la película.
Después de conocer el poder que tienen los cineastas sobre nosotros, la audiencia, ¿la interpretación de las películas sigue siendo libre y formulada por cada uno según su punto de vista? ¿O el significado que sustraemos es en realidad lo que ellos quieren que entendamos?