La importancia de la lengua de signos en edades tempranas

Cristina Ramos
Psicología del Lenguaje — ugr
4 min readDec 13, 2019

“La sordera, por sí misma, no debe suponer una limitación para su desarrollo emocional, cognitivo, lingüístico, y relacional”

La lengua de Signos Española (LSE), es la lengua de signos que utilizan los sordos españoles y las personas que viven o se relacionan con ellos en los actos comunicativos. No sólo se basa en gestos realizados con las manos sino que va acompañada siempre de una gesticulación facial, de gran expresividad y en muchas ocasiones complementada con movimientos del cuerpo.

Abecedario

Ya en la prehistoria fue el primer lenguaje de nuestros antepasados. Éstos se comunicaban por medio de signos, acompañados por gritos inarticulados, y así se fue forjando la primera forma de comunicación.

Posteriormente se fue practicando el lenguaje signado en niveles muy limitados, por ejemplo, los frailes en los monasterios recurrían al mismo, cuando la norma del silencio les obligaba a buscar una solución entre el voto de silencio y la necesidad de una comunicación forzosa. Así, impulsaron, extendieron y convirtieron los signos en su verdadera lengua.

A nivel educativo, desde el siglo XVI, empiezan las primeras manifestaciones para rehabilitar a los sordos en España; pero estos intentos fueron orientados al oralismo. Es con Abad de L´Epée cuando se empiezan a utilizar algunos signos, recopilados de los alumnos, que lo usaban espontáneamente para comunicarse entre sí. Era el uso de signos en el lenguaje; lo que hoy se conoce por “bimodal”. A partir de entonces, surge la constante polémica, que dura hasta nuestros días, sobre cuál de estas dos orientaciones es la mejor para la educación del niño sordo.

Lo primordial debe ser dotar al niñ@ sordo de una lengua que se ajuste a sus posibilidades, les permita categorizar el mundo e interaccionar en él de manera espontánea, expresarse de manera natural. Y es aquí donde la LSE adquiere toda su importancia para todas aquellas personas que, debido a su pérdida auditiva, decantarse por la orientación oralista supone un estado constante de activación, intranquilidad, desasosiego y un alto grado de fatigabilidad diaria en algo tan natural como deber ser la simple interacción con el medio que les rodea.

Por eso es importante hoy en día el aprendizaje del lenguaje de signos en el aula, desde bien chicos. La lengua de signos desde la infancia nos permite conocer, ser y estar en el mundo. Es la que guía nuestros pensamientos y favorece nuestro conocimiento. La que contribuye a que crezcamos como individuos y como parte de una comunidad. Desde que son chicos, cuando éstos son esponjas, entenderán mejor y aprenderán mejor este lenguaje; e incluso podrán comunicarse con niños de su misma edad que tengan este problema. Hoy en día hay pocas ayudas para las personas sordas, y pocos intérpretes para estos, por eso es esencial que cada uno de nosotros sepa hablar esta lengua para poder comunicarnos con todos ellos y que ellos puedan hablar adecuadamente sin problemas y sin impedimentos con toda la sociedad.

En el caso de niños con discapacidad auditiva, hijos de padres o madres sordos, que utilizan como lengua materna la Lengua de Signos Española (LSE) y desarrollan el lenguaje con el código visual de comunicación. Cuando acceden al sistema educativo necesitan utilizar la LSE y aprender lengua castellana oral y escrita como segunda lengua.

En el fondo de esta heterogeneidad, encontramos una realidad que resulta clave no solo a lo largo de su desarrollo infantil, sino durante toda su vida: las niñas y niños sordos son iguales que otros niños y niñas, sienten, juegan, crecen, y se comunican como los demás.

Cristina Ramos Abril

Ruíz,C. (2010). Manos para aprender. La importancia de la lengua de signos en el ámbito escolar para la vida de las personas sordas. Innovación y experiencias educativa, 29.

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