Parte VI
Hoy seguiremos con temas relacionados con “todo aquello que nunca te dije” en concreto, con el lenguaje no verbal. Como dice el antropólogo Ray Birdwchistell: “estudiar comunicación no verbal es como estudiar fisiología no cardíaca”.
El lenguaje no verbal es el lenguaje secreto de las personas. Decimos mucho más cuando no utilizamos palabras que cuando hablamos, ya que en realidad las palabras sirven más bien para engañarnos los unos a los otros o para transmitirnos información muy compleja. Pero las emociones se plasman en gestos muy discretos (Elsa Punset 2012).
A menudo decimos mucho más con el lenguaje no verbal que intentando explicarle a alguien lo que sentimos. Cuando estamos tristes, sin quererlo se nos escapa una lágrima por mucho que intentemos aguantárnoslas. Cuando estamos felices, sonreímos o reímos sin parar. Cuando nos hacemos daño apretamos los dientes. Cuando estamos enfadados el puño o fruncimos en ceño. Todo el lenguaje corporal lo hacemos inconscientemente, sin quererlo, sin poder ocultarlo. A lo largo de mi vida, he cambiado la forma de hablar en muchas ocasiones, dependiendo de si hablo con mis amigos, con mi madre, con mi hermano, con mi jefa, con mi profesor… pero mi expresión fácil, mi posición del cuerpo… no puedo cambiarlo por mucho que quiera.
Indagando un poco más sobre este tema encontré la historia de Ulay y Marina, dos artistas que realizaban diferentes proyectos de performance. Se conocieron en Amsterdam, y sus principales colaboraciones fueron relacionadas con el egoísmo y la identidad de una persona. Tuvieron diversas ideas sobre la cultura y los deseos corporales y realizaron obras muy famosas como The Other (se vistieron y se comportaron como gemelos durante un largo periodo de tiempo para afianzar su confianza) o Relation in Movement or Space (se movían de diferentes formas en diferentes espacios).
Después de tantísimas juntos obras decidieron despedirse de una forma también peculiar. Cada uno de ellos recorrió más de 2000 kilómetros para encontrarse en el centro la Muralla China para decirse “adiós”. Irónicamente su encuentro fue el final de su relación . No obstante, sin ningún lugar a duda, en mi opinión la obra más sorprendente y en relación con el lenguaje no verbal es “La artista está presente”.
La artista inauguró en el MoMa (New York) una de sus acciones más admirables. En este contexto, la artista forma parte de la obra, intentado unir el cuerpo, con el espacio y con los sentimientos. Permaneció sentada durante más de un mes y más de 8 horas al día delante de personas desconocidas, en silencio. No había gestos por parte de ella en ningún momento, ni llantos, ni sonrisas, ni movimientos faciales… estaba estática. Sin embargo, sin que ella lo supiese, enfrente suya se sentó Ulay, su fiel amante y compañero artístico el cual llevaba más de 20 años sin ver. Al verlo, no hubo palabras, pero se entendieron perfectamente.
https://www.youtube.com/watch?v=axsDcg6X9dg&feature=youtu.be
Tal vez, en algunas ocasiones todo lo que se quiere decir, se dice mejor sin hablar.
¡Os dejo aquí algunos link interesante relacionados con el tema!
De Jongh, Karlyn; Gold, Sarah; Lodermeyer, Peter and Rietmeyer, Rene. The Artist Is Present: A Conversation with Marina Abramovic [online]. Art Monthly Australia, №230, June 2010: 33–36.
De Villiers, Cecilia Helene (2008) Identity politics and the body in selected comtemporary artworks, University of South Africa, Pretoria
Marina Abramovi en “The Artist is Present” (2010): cuerpo, consciencia y performance como agentes para la crítica cultural. Calle 14 revista de investigación en el campo del arte 13 (24)