ANÁLISIS DEL CASO “J”

Alvarez Maya Lorena, Jiménez Barrios Yoscelyn y Vallejo Morales Ana Valeria.

Ficha de identificación

Nombre : J. Edad : 11 años. Escolaridad : 5 ° de primaria

Motivo de consulta: se reporta deprimido desde hace unas semanas, antes de mayo (la sesión es en junio), se encuentra lloroso, asiste a la escuela Montessori. Le pide a la guía que sea su mamá, y que si le puede dar el regalo a ella por el motivo del día de las madres. La familia se compone por el padre y él, todas las tardes las pasa en la casa de la abuela materna. El padre es burócrata, y trabaja en el sector público.

Marco teórico

En la etapa de latencia se detiene la evolución de la sexualidad, ya que hay una disminución de las actividades sexuales, se desexualizan las relaciones de objeto y de los sentimientos (predomina la ternura sobre los deseos sexuales), aparecen sentimientos como pudor, asco y aspiraciones morales y estéticas, se intensifica la represión, lo que provoca una amnesia al inicio del período, se transforma la libido hacia los objetos en identificación con los padres y se dirige la energía sexual hacia otras actividades no sexuales como el estudio, el deporte, etc. Esta canalización de la energía sexual le permite adquirir nuevos conocimientos y habilidades.

Las características de la Latencia son las siguientes:

-Las tareas evolutivas de desarrollo son la socialización y la relativa calma pulsional.

-Enfoque de la libidinización hacia actividades de aprendizaje y recreativas.

-Atenuación de la libido para facilitar las relaciones del niño con el mundo exterior.

De acuerdo con Marcelli & Ajuriaguerra (1996), el sentido de la enuresis en la imaginación del niño, podría decirse que se encuentra en función del punto de fijación del desarrollo psicoafectivo en la etapa anal, donde está presente la retención y la expulsión.

Asimismo se encuentra un simbolismo sexual, en donde está presente la utilización autoerótica de la excitación uretral y en la afirmación viril del niño.

El complejo de la madre muerta se caracteriza porque la madre pródiga unos cuidados corporales adecuados, lo predominante es la ausencia afectiva de “una madre indiferente, fría, inalcanzable” (Rousillon, 1995, p. 258 en Esparza, 2015); ofrecimiento de un “amor helado” nos dice Green (1983, p. 222 en Esparza, 2015), de ahí las reacciones de odio y destructividad del infante. Es esta situación de indiferencia materna, lo que Green (1993) considera como la disposición del objeto para colocar en peligro la estructuración psíquica, que promueve la fijación en la analidad, lo que de algún modo protege al niño de la pérdida de sentido y de la salida hacia una regresión a la oralidad donde predomina el pecho muerto, desinvestidura objetal que ante la sensación de vacío y desamparo, dejaría en mayor fragilidad psíquica al niño.

ANÁLISIS

Punto de vista genético:

La edad de Julio corresponde a la etapa del Desarrollo Psicosexual llamada “latencia”. Las dos tareas importantes de la etapa de latencia fueron elaboradas, tanto la tarea evolutiva del aprendizaje, como la de socialización, pues no presenta alguna problemática en relación a dichas tareas. Sin embargo, J. puede estar desarrollando un falso self, cuando esto ocurre en personas con alto nivel intelectual, “la mente experimenta una tendencia fuerte a convertirse en la sede del self falso, en cuyo caso se desarrolla una disociación entre la actividad intelectual y la existencia psicosomática” (Winnicott, 1993, p.187). Sintetizando, las características principales de un niño que tiene como defensa el falso self son, la sumisión y la imitación (Winnicott, 1993). El yo de este niño sería débil o tendría oscilaciones ya que no tuvo el apoyo yoico maternal, por lo que se le dificulta desarrollar sus patrones personales (Winnicott, D., 1995). Si un niño es deprivado por la figura que le da sostén, puede tener como consecuencia la destrucción de su verdadero self, relacionándose con vínculos introyectados que son patógenos para evitar la angustia de desintegración que siente como amenaza (Winnicott, s.f., Correa, T., Blanda, E., Nanclares, J., 2013; citado en Agresta, 2015).

De acuerdo a su desarrollo J se encuentra en la pubertad, por lo que podemos decir que está viviendo una transición de la etapa de latencia a la genital. En este momento resurgen los deseos edípicos e insestuosos.

Punto de vista dinámico:

El conflicto que se genera por la oposición entre satisfacer y controlar. La pulsión libidinal se expresa mediante sus deseos insestuosos reprimidos en la etapa fálica, por la ausencia de la madre al no identificarse con su figura del sexo opuesto, y que resurgen nuevamente debido a que el Edipo no se desarrolló en la etapa fálica, expresandolo a través de la pulsión de vida. Por lo tanto la pulsión de vida se encuentra en establecer una constancia femenina, esto al buscar crear un vínculo con la profesora, debido a que se ha convertido en una figura femenina estable.

Punto de vista económico:

Mecanismos de defensa

La represión se encuentra presente ya que el padre reportó que no dio muestras de resentir el abandono de la madre cuando era pequeño.

La represión comienza a perder efectividad por la adolescencia, ya que en esta etapa existe una amenaza de resurgir todo lo reprimido.

Asimismo desde la etapa fálica, reprime los deseos insestuosos por la ausencia de la madre. La formación reactiva se puede observar actualmente, debido a que busca sustituir el amor de la madre en la educadora, y al hacer ejercicio a pesar de la enfermedad cardiovascular que presenta.

El mecanismo de negación también se encuentra presente, ya que cuando se le pregunta a J,sí se orina en su cama, él rechaza esta idea, negándolo.

Intelectualización Se entiende como una forma de negación en la que para evitar el conflicto o la frustración, el sujeto se da razones o argumentos que los encubren. Pues en el caso de argumentar que no se trata de orina comenta que es un fluido diferente, parecido al semen.

Pulsión de vida y de muerte

La pulsión de vida se puede identificar en el deseo de expresar su virilidad a través de la enuresis. La pulsión de muerte se refleja al expresar la agresividad hacia su padre de forma pasiva, por el enojo inconsciente que tiene por el abandono de su madre.

Punto de vista tópico y estructural

Estructura psíquica (Yo-Ello-Superyo)

J presenta un Yo frágil por la ausencia de la madre sin embargo al mismo tiempo se encuentra un Yo fuerte puesto que a pesar de reportar que se altera mucho cada vez que se aproxima el chequeo médico, no se aprovecha de su enfermedad para obtener ganancias secundarias. Por lo tanto hay un Yo paradójico en donde hay cierta debilidad pero también fortaleza.

En cuanto al ello y el superyó, se podría decir que hay una buena regulación de las descargas, ya que el Yo está respondiendo a sus demandas.

Lo anterior indica que J, ha interiorizado las normas adecuadas, debido a que se observa que la distribución de la energía genera un equilibrio entre el superyó, es decir la conducta moralista; el yo, conducta realista, y el ello, sus acciones impulsivas.

Relación de lo primario y lo secundario

El proceso primario está desplazado por el proceso secundario.

Existe un control de impulsos sobre exigido por el superyó de J. ligado al enojo que siente tanto para su madre, como para su padre. El síntoma surge como la ansiedad de que su madre esté con él, lo que se ejemplifica cuando le dice a la maestra que sea su madre. Como menciona Winnicott (1990 en Agresta, 2015) Con respecto a la destructividad, el niño busca estabilidad del medio para escapar a la conducta impulsiva generada por sus conflictos, busca en quien confiar y le libere para moverse, actuar y entusiasmarse. El niño se da cuenta que la falla proviene del ambiente, lo que genera una distorsión de la personalidad y por ello busca la cura en el exterior (Winnicott, 1990).

Además de que su yo, vive la pérdida de su madre constantemente.

Significado del síntoma / Regresión y fijación

J está pasando a la etapa genital, en la cual el deseo relacionado con lo sexual es más intenso.

Se encuentra presente la afirmación viril, es importante mencionarlo puesto que a J lo han operado varias veces lo que fomenta en el niño la angustia de castración, pues al reaparecer los deseos insestuosos, la angustia prevalece ante la castración como un castigo o como un miedo a ser abandonado; en este caso, a perder su virilidad al ser castrado. Ligado a lo anterior está la afirmación viril, que ocurre a través de la enuresis.

Además de presentar el significado sexual de la enuresis, también se presenta el significado de la descarga agresiva, estas descargas pasivas son hacia el padre, pues al hacerse pipi en la cama, el padre es quien tiene que lavar lo que ensució.

¿De que es consciente y de qué es inconsciente?

La problemática de la que es consciente J es hacerse del baño en la cama, la cuestión del abandono y enojo que tiene hacia su madre.

J es inconsciente de su síntoma enurético así como del enojo que siente hacia el padre por el abandono de la madre.

Impresión Diagnóstica

De acuerdo con el análisis que se realizó, y con lo desarrollado en un inicio en la teoría, podemos decir que J presenta un problema de enuresis secundaria, debido a que existe un conflicto de los factores del desarrollo psicoafectivo del niño y de factor de interrelación familiar. En cuanto al factor psicoafectivo, existe un conflicto afectivo de expulsión, debido a que tiene origen en la pulsión libidinal, pues el miccionar es una forma de expresar su virilidad. En el factor de interrelación familiar se trata de una carencia, debido a la ausencia de la madre, y como se mencionaba anteriormente, este refleja como una necesidad de confirmar su virilidad debido a que se encuentra en un el inicio de la pubertad, y por el resurgimiento de los deseos libidinales.

Referencias:

-Agresta, C. (2015). Efectos del abandono temprano en la estructuración psíquica. (Tesis de Grado) Universidad de la República. Montevideo. [En línea]. Disponible en: https://sifp.psico.edu.uy/sites/default/files/Trabajos%20finales/%20Archivos/tfg_camila_agresta.pdf

-Esparza, M. (2015). Los síntomas del TDAH, sólo la punta del iceberg. Clínica de lo negativo (Tesis de doctorado). Colegio Internacional de Educación Superior, México.

-Marcelli, D. & Ajuriaguerra. J. (1996). Psicopatología del niño. 3°ed. Masson:Barcelona.

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