Caso Güerito

Integrantes: Flores Ramírez Jenny, Jimenez Barrios Yoscelyn & Lee Villamar Leslie Sayuri

Ficha de identificación

Nombre: Güerito

Edad: 9 años

Madre adoptiva (no legal) : Mariana 55 años

Madre biológica: Kelly

Motivo de consulta:

El niño presenta antecedentes de escapar del hogar, muy mentiroso “toma cosas prestadas como juguetes, y dinero de compañeros de la escuela y de Mariana” “siempre niega tomarlos sin permiso” hasta que Mariana se dio cuenta un día de que le faltaba dinero y ese día el güerito le comprò cosas a todos los niños de su escuela.

Marco teórico:

La estructura psíquica no es algo con lo que se nace, se va desarrollando y construyendo a lo largo de la vida gracias al moldeamiento proveniente de factores hereditarios, sociales y de maduración, principalmente en los niños, pues están en una etapa en la que estos factores tienen mucho peso.

Aulagnier (1986, citada en Esparza, 2015) señala que el punto de partida de un devenir psíquico está determinado por una historia que precede al nacimiento, esta historia se conoce como sombra hablada, con esto se hace referencia a todos los factores que están presentes desde la concepción: historia de la vida en pareja, de la familia antes y durante el embarazo, discurso que entablan los padres o la familia con respecto a cómo será el bebé, el clima familiar con el que esperan su llegada, el nombre que le pondrán,etc. Todo esto juega un papel sumamente importante, pues se le están otorgando ciertas características al bebé que pueden ser positivas o negativas, es decir, que en ocasiones estas características pueden ser estructurantes pero también pueden actuar como desventaja, debido a que se depositan en él ciertas características que pueden ser una gran presión simbólica.

Todo lo anterior contribuye al devenir psíquico incluso antes del nacimiento, pues se nace con cierta carga emocional por parte de los padres, mismos que el bebé puede sentir como pictogramas (Castoriadis-Aulagnier, 1975, citado en Esparza, 2015), es decir, registros sensoriales que el bebé percibe cuando es pequeño, debido a que no puede representar las sensaciones verbalmente.

Winnicott menciona que hay una relación directa entre la maduración y la salud mental. El factor más importante para lograr la maduración -que de por sí estaría regulado biológicamente- son los cuidados maternos que posibilitan la maduración. Estos cuidados tienen que ser continuos y permanentes a fin de que no se produzcan discontinuidades en el crecimiento y maduración. Los cuidados tienden por lo tanto, a la instauración de una personalidad unitaria, y todos los fallos (susceptibles de producir una angustia inconcebible) ocasionan una reacción de la criatura, reacción que corta a través de la continuidad existencial. Si persisten las reacciones de ésta índole se instaura un patrón de fragmentación de la existencia.

Para Winnicot (1955, citada en Esparza 2015) el entorno también incluye un componente estructurante, en el cual debe haber un ambiente facilitador donde la madre tiene la función del yo auxiliar. Es así como el proceso de maduración del niño sólo tiene efecto en la medida en que exista un medio ambiente que lo facilite. Dicho proceso se caracteriza por el impulso hacia la integración, cuyo significado adquiere una creciente complejidad a medida que el pequeño va creciendo. La característica del medio ambiente posibilitador es la adaptación, que en un principio es total y que va decayendo hacia la desadaptación con arreglo a los avances que va haciendo el pequeño en su marcha hacia la independencia. Cuando el medio ambiente es lo bastante bueno entonces el proceso de maduración tiene su oportunidad. El resultado es que la personalidad infantil logra cierto grado de integración, al amparo primero del apoyo del yo (adaptación de la madre a las necesidades de su hijo) y luego con el tiempo, de forma más y más independiente.

Un pequeño con un patrón de fragmentación de la existencia -en la línea de la continuidad existencial- se enfrenta a la labor del desarrollo que casi desde el principio mismo apunta a la psicopatología. En este contexto, maduración o procesos de maduración, es la evolución del yo de la personalidad e incluye toda la teoría del ello, de los instintos y sus vicisitudes, así como las defensas del yo en relación con el instinto. Las fallas, conflictos, amenazas de la adaptación trunca la continuidad existencial y provocan graves interferencias en la tendencia natural a convertirse en una unidad integrada, la secuencia relativa de reacciones ante amenazas proporciona una buena base para edificar un yo corporal. Estos avances en el individuo, que se apoyan en los procesos de maduración, son lo que constituye la salud mental, de presentarse el caso contrario, se presentarán fallas en la preocupación maternal y en los aspectos específicos del cuidado maternal, holding, handling y presentación de objeto.

Las fallas en el handling van a dar lugar a problemas en la integración y en la creencia de un todo con continuidad existencial. El opuesto de integración es la fragmentación; que sería la angustia inconcebible de no ser sostenido durante la fase de dependencia absoluta.

Las fallas en el holding generan problemas de personalización y que sin una manipulación activa y adaptativa satisfactoria, es muy probable que realizar la tarea de interrelación psicosomática sea muy difícil. En circunstancias favorables, la piel se convierte en frontera entre el yo y el no-yo, o para decirlo de otro modo, la psique ha entrado a vivir dentro del soma, dando indicio a una vida psicosomática individual. La patología mayor sería la despersonalización.

Las fallas en la preocupación materna primaria darán lugar a los cuadros más severos. El bebé no es solo una persona que siente hambre y cuyos impulsos deben ser satisfechos, sino que debemos considerarlo como un ser inmaduro que en todo momento se halla al borde de una angustia inconcebible. Esta angustia es mantenida a raya por la función de la madre y su capacidad para ponerse en su lugar y saber cuáles son sus necesidades.

Al nacer, el niño depende del acomodo de un conjunto de condiciones en las que se esperaría asegurar y dar sentido a su existencia, y así activen la vida psíquica. Esta dependencia del niño hacia el otro, lo obliga a estar en una relación de la cual no es consciente pero que le ayuda en su estado de vulnerabilidad. De acuerdo con Winnicot (1947, en Esparza 2015) la madre va a fungir como un yo auxiliar que va a suscitar la integración del self.

La presencia de la madre es primordial para el desarrollo y la fortaleza del yo, la integración del yo depende en mayor medida del yo auxiliar que es dado por la figura materna y de sus fallas adaptativas regulares, esto se refiere al cuidado maternal suficientemente bueno.

El niño pequeño no tiene inhibiciones contra las exigencias internas que únicamente buscan la descarga y repetir las vivencias de placer, por lo que el padre funciona como la fuerza de autoridad que más tarde desempeñará el superyó, en general en la estructuración del psiquismo del niño los padres tienen una contribución muy importante en las diferentes etapas, pero el objetivo es que el superyó tome la función de los padres y este tendrá influencia de otras figuras del exterior además de las figuras paternas.

Según Freud, el complejo de Edipo es vivido en su período de acmé entre los tres y cinco años, durante la fase fálica; su declinación señala la entrada en el período de latencia. Experimenta una reviviscencia durante la pubertad y es superado, con mayor o menor éxito, dentro de un tipo particular de elección de objeto.

Con el ingreso a la latencia el superyó se establece como sucesor interno de los mandatos y salvaguarda parentales impulsando al yo para llevar a cabo la renuncia pulsional, pero se corre el riesgo de que el superyó se convierta en una instancia severa al punto de que ya no pueda descargar la pulsión de muerte y por lo tanto sea dirigida peligrosamente hacia sí mismo, “pues de manera funcional las pulsiones de muerte se dirigen primeramente hacia el interior y tienden a la autodestrucción pero secundariamente se deben dirigir hacia el exterior, manifestándose entonces en forma de pulsión agresiva o destructiva” (Laplanche & Pontalis, 2004). También pueden ocurrir fallas en la instauración del superyó y entonces no se pueden insertar los procesos de pensamiento lo que empobrece al yo y lo deja sin la posibilidad de regular las descargas motrices y el dominio de motilidad.

Dolto (1981 citada en Esparza, 2015) señala que la ausencia de los padres entraña el peligro de una elaboración defectuosa del conflicto edípico.

“En el camino hacia la integración, el yo adquiere la solidez suficiente para organizar defensas y modos de ser propios, el niño comienza a transformarse en persona, una unidad cuerpo-psique; de este modo, el bebé pasa de no estar organizado, a ser una unicidad, emerge un self, un “Yo soy” con un adentro y un afuera (Esparza, 2015).”

Para Winnicot (1955, citada en Esparza 2015) el entorno también incluye un componente estructurante, en el cual debe haber un ambiente facilitador donde la madre tiene la función del yo auxiliar. Es así como el proceso de maduración del niño sólo tiene efecto en la medida en que exista un medio ambiente que lo facilite. Dicho proceso se caracteriza por el impulso hacia la integración, cuyo significado adquiere una creciente complejidad a medida que el pequeño va creciendo. La característica del medio ambiente posibilitador es la adaptación, que en un principio es total y que va decayendo hacia la desadaptación con arreglo a los avances que va haciendo el pequeño en su marcha hacia la independencia. Cuando el medio ambiente es lo bastante bueno entonces el proceso de maduración tiene su oportunidad. El resultado es que la personalidad infantil logra cierto grado de integración, al amparo primero del apoyo del yo (adaptación de la madre a las necesidades de su hijo) y luego con el tiempo, de forma más y más independiente.

ANÁLISIS DEL CASO

Punto de vista genético

El Desarrollo Psicosexual propuesto por Sigmund Freud contiene etapas, cada una tiene características diferentes, mismas que los individuos deben cumplir en su momento como parte de su desarrollo. De acuerdo con Pere Font (s.a) las principales características de cada etapa son las siguientes:

Etapa Oral:

Se percibe una fijación en la etapa oral debido a las carencias afectivas y cuidados primarios por parte de su madre biológica, Kelly, mismo que no le permitió desarrollar confianza en este punto crítico del desarrollo. Asimismo, Güerito pudo haber sentido un pictograma sensorial negativo por falta de cuidados, mismos que actualmente recuerda y que podemos verificar cuando asegura que nació por el ano porque nació “apretadito” y olía mal, lo cual posiblemente hace referencia a la falta de cuidados primarios por parte de Kelly.

Etapa Anal:

Con respecto a la etapa anal es posible que haya ocurrido una fijación debido a que Güerito roba dinero de Mariana y también los juguetes de sus compañeros, además, miente al decir que fueron obsequiados por sus compañeros a pesar de ser cuestionado varias veces por ella.

Asimismo, tiene una relación con otras personas por imposición, lo cual lo lleva a fugarse y a mentir cuando es descubierto, por ejemplo: cuando se escapa, va al DIF y menciona que es maltratado por sus tíos. Dado lo anterior, no hubo un sentimiento de autonomía, lo cual podría derivar en baja autoestima, puesto que no se siente con la libertad o capacidad para elegir o expresar su punto de vista.

Etapa Fálica:

En la etapa fálica no hubo una figura materna estable, por lo tanto, es posible que no se haya desarrollado adecuadamente el complejo de edipo, mismo que indica que el súper yo no se estructuró de manera adecuada. Aunado a esto, es evidente la fijación en la etapa fálica debido a que sigue viendo los pechos de su terapeuta y jugando un videojuego llamado “San Andrés”, donde visita a través de ese medio, un sitio para adultos. Además, sigue intentando ser el centro de atención, esto podemos ejemplificarlo con el hecho de que Güerito miente y se fuga para continuar llamando la atención, misma que hace evidente la fijación.

Etapa latencia:

Güerito se encuentra en la etapa de latencia del Desarrollo Psicosexual de Freud, debido a que en esta etapa se encuentran aquellos niños y niñas que tengan entre 7 y 12 años. Como se mencionó anteriormente, la inquietud sexual no disminuye, sus intereses están relacionados al juego, por lo mismo toma los juguetes de sus compañeros. Todavía tiene la necesidad de sentirse el centro el mundo al continuar mintiendo y fugándose, conducta que en esta etapa debería disminuir o desaparecer por completo

Punto de vista dinámico:

En Güerito se manifiesta la contraposición de la pulsión de vida vs la pulsión de muerte. Debido a que se odia al objeto amado cuando éste origina sensaciones displacenteras, en este caso, la madre y las múltiples representaciones de ella a lo largo de las cuidadoras que ha tenido. El yo desea alejarse del objeto repitiendo el intento original de escapar del mundo exterior fuente de estímulos hostiles; el odio puede acrecentarse tanto que exista el deseo de aniquilar, ya sea al objeto o al yo mismo. Güerito vuelca dicho deseo en el Otro, a través de las mentiras que realiza. Y, hacia él, al realizar las fugas. Ya que el objeto es tanto amado como odiado, el robo es la forma en que se retiene el objeto amado.

Punto de vista económico:

Existe energía almacenada en exceso, principalmente en el inconsciente dada la contraposición de la pulsión de vida y pulsión de muerte. Dando como resultado la aparición recurrente de los síntomas y los mecanismos de defensa al buscar una salida ante peligros psíquicos. De esta forma, Güerito presenta como mecanismos:

Evasión: Planea las mentiras que realizará, sin embargo, evade la realización de las mismas, así como los robos que realiza.

Negación: Se presenta al momento del reconocer a Kelly como su madre, pues menciona que no lo es y odio hacia ella, negando la ambivalencia de amor-odio.

Punto de vista estructural:

Estructura psíquica (Yo-Ello-Superyo)

La estructura psíquica que predomina en Güerito es el ello, las descargas de energía se ven reflejadas por las constantes mentiras, hurtos y en algunas ocasiones las fugas.

Se encuentra presente la fuga, cuando estaba en segundo de primaria; Mariana lo manda a Tamaulipas con su madrina de bautizo, a causa de que la enfermedad de su esposo se había agravado, y es allá en donde se escapó dos veces de casa.

Asimismo se encuentra la mentira y el hurto. En cuanto a la mentira, está presente al decir a los trabajadores del DIF que se había escapado de su casa porque sus padrinos no le daban de comer y lo golpeaban. Otro ejemplo es cuando la psicóloga le comentó a Güerito acerca de que de repente le había crecido la panza, a lo que él contesta que debió haber sido por el agua. Cuando en realidad lo que había pasado es que se introdujo un juguete para podérselo llevar a casa.

Es importante mencionar que es a la edad de 6–7 años cuando el niño puede comprender que lo que hizo fue robar, y Güerito tiene 9 años, por lo que se podría decir que el llevarse el juguete fue con intención y lo había planeado, puesto que le pidió a la terapeuta que le regalará un vaso con agua, para así poderse quedar solo.

En el superyó hay una falla en la instauración debido a que no se ha resuelto el complejo de Edipo, ya que no ha existido una figura femenina constante en la vida de Güerito.

Debido a lo anterior, el yo es frágil además de que no hubo una figura materna constante que pudiera solventar sus necesidades y fuera el yo auxiliar para darle sostén emocional.

Proceso primario y proceso secundario

Ambos procesos son modos de funcionamiento del aparato psíquico. Güerito, presenta un dominio del proceso primario en cuanto a los moduladores de la energía psíquica debido a su ejercicio regido por el principio del placer, pues manifiesta como finalidad la evitación del displacer y procurar el placer, por ejemplo, al tomar dinero de sus compañeros, juguetes, etc. Ya que el displacer va ligado al aumento de las cantidades de excitación, y el placer a la disminución de las mismas, el principio de placer constituye un principio económico. Dicho proceso, también se caracteriza por ser el primer proceso de pensamiento, el cual es atemporal, existe principio de contradicción en el menor, las cosas pueden ser y no ser a la vez, como el proceso de socialización o el establecimiento de las normas sociales, están y no están. Por otro lado, existen impulsos básicos de vida y muerte que luchan constantemente, solo opera con representaciones cosas (no hay palabras) quedando huellas mnémicas de las pulsiones (recuerdos) que sólo se pueden hacer conscientes mediante la expresión verbal de ellas para así poder regularlas, tal y como lo demuestra en su teoría sexual sobre los bebés que nacen del ano, ya que él “recuerda” estar apretadito y apestoso.

Se manifiesta en Güerito, una energía que nunca se acaba y que tiende al placer y a la satisfacción de los deseos, razón por la cual se presentan tantos sustitutos de dicha satisfacción (síntomas), en donde las magnitudes de estimulación buscan la descarga por el camino más corto, no respetando las consideraciones de la realidad.

Significado del síntoma / Regresión y fijación

Winnicott (en Marcelli & Ajuriaguerra, 1996) menciona que <el niño que roba un objeto no quiere el objeto robado, sino a la madre sobre la que tiene derechos>. Cuando la figura materna construye un vacío al niño, éste cree poseer poder sobre ella. Dado lo anterior, el hurto es para el niño la recuperación de su propiedad. En este sentido también se expresa en Güerito una fijación en la etapa anal, debido a los robos constantes que ha hecho, esto significa retención de objetos, en este caso retención de la madre.

Asimismo se presenta la fuga y la mentira; de acuerdo con Marcelli & Ajuriaguerra (1996) un niño se fuga cuando se escapa del lugar en el que comúnmente debe encontrarse, puede vagar durante horas o días. Cuando el niño se fuga, normalmente no tiene un propósito; sin embargo, en algunas ocasiones sí hay una finalidad precisa. En los niños menores de 11–12 años, el motivo de la fuga puede ser abandonar el lugar odiado o temido para ir en búsqueda de otro sitio en donde se encuentre con alguien de importancia para él. Lo anterior se puede ver reflejado en las fugas que tuvo cuando estaba viviendo en la casa de la madrina de Mariana.

La mentira brota como la acción de alterar la verdad consciente. Piaget (en Marcelli & Ajuriaguerra, 1996) refiere que a la edad de 8 años, la mentira adquiere su dimensión intencional.

En los tipos de mentira que hay, se encuentra la utilitaria, en la cual se miente para obtener un beneficio o eludir una contrariedad puede aparecer como la conducta más rápida. Esto se relaciona con una de las sesiones que tiene con la terapeuta, en la que miente para poder llevarse el juguete que deseaba tener.

Impresión Diagnóstica

Güerito presenta fallas en la estructura psíquica debido a diversas situaciones mencionadas anteriormente que lo hicieron susceptible a fijaciones en la etapa oral, anal, fálica y latencia. Es decir, presentó dificultades emocionales por carencias afectivas en su cuidado primario y a lo largo de su desarrollo, a la inconsistencia ambiental a la que estaba expuesto y a la falta de una figura materna, mismas que contribuyeron a que su “yo” no fuera un “yo” estructurado.

En cuanto al establecimiento de trastornos, únicamente se podría hablar de su existencia en aras de la mentira, el hurto y la fuga.

Referencias:

  • Esparza, M. (2015). Los síntomas del TDAH, sólo la punta del iceberg. Clínica de lo negativo (Tesis de doctorado). Colegio internacional de educación superior, México.
  • Font, P. (s.a). Desarrollo Psicosexual. Mayo, 06, 2019, de Instituto de Estudios de la Sexualidad y la Pareja Sitio web: http://www.bvsde.paho.org/bvsacd/cd90/0301fondes.pdf
  • Marcelli, D. & Ajuriaguerra. J. (1996). Psicopatología del niño. 3°ed. Masson:Barcelona.

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