Depresión materna: ¿Qué pasa con los bebés?

Una de las cosas más importantes en el desarrollo en los niños es el tipo de la crianza que los padres tienen sus hijos, pero ¿qué sucede cuando los padres no se encuentran en las condiciones óptimas para proporcionarle a sus hijos una crianza que promueva su desarrollo ? Esto puede ser un producto de diferentes aspectos, como aspectos económicos y / o de salud. Pensando en el último aspecto, y de acuerdo con lo que nos explica Winnicott (1959), sobre las consecuencias que pueden tener el que los padres padezcan algún trastorno grave, como psicótico o neurótico, en el aspecto de la crianza; vamos a considerar en esta publicación, específicamente la depresión materna, y las repercusiones que esta enfermedad puede generar en los bebés, tomando en cuenta el papel importante que juegan las madres en el proceso del embarazo y en la alimentación del bebé.

Una de las cosas que puede generar depresión a la madre, es una amenaza del retorno de lo deprimido, dicho aspecto lo podemos entender como el miedo o amenaza de que el regreso del deseo de un embarazo del padre, o de la madre regrese. También involucra un trauma narcisista, pues será una respuesta a la pérdida de un nivel del narcisismo, tanto en el embarazo, como de la percepción hacia el niño como “majestad” .

Y ¿Cómo afectará la depresión de la madre al bebé?

La depresión va a impedir que la madre tenga una interacción con el bebé; al involucrar una pérdida narcisista, se producirá un desinterés de la madre por el niño, debido a que el bebé será una representación mutilada, es decir, el bebé no será suficiente para calmar la angustia de la madre. Al no tener interacción con el bebé provocará un impedimento en su desarrollo psíquico.

Por lo tanto, el bebé, sufrirá la pérdida del objeto, al no tener el contacto con la madre, y además una pérdida del sentido, pues no comprenderá cuál fue el motivo por el que ocurrió dicha pérdida. De acuerdo con Green (1983), la pérdida de está interacción y la patología de la madre, pueden generar que la estructuración psíquica del bebé, se vea perjudicada, o se encuentre en peligro; puede promover la fijación en la etapa anal, ya que el niño de esta manera se sentirá protegido ante la pérdida del sentido y planteando como una salida la regresión a la etapa oral, debido a que no tiene una relación con el pecho de la madre.

Como podemos observar, uno de los principales contactos, que le permitirán la bebé tener un desarrollo psíquico óptimo, será el de la madre, por la relación tan cercana que se establece desde el primer momento del nacimiento. De ahí la importancia de conocer las repercusiones que puede llegar a sufrir un niño, cuando su madre tiene depresión.

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