19/09/85 — 19/09/17

Irma
Psicopatología y personalidad 2020–1
5 min readOct 8, 2017
José Emilio Pacheco

Previo al sismo…

Desperté aquel 19 de septiembre de 2017, con una sonrisa por que pensaba que hoy sería un gran día, que sí, sabía que hoy se cumplía 32 años del terremoto de 1985.

Acudía a mis clases normales, donde, a las 9 horas me encontraba en el edificio “C” de la Facultad de Psicología; ahí el profesor comenzó su clase de manera normal, aun que, aproximadamente 30 minutos antes de las 11 horas nos anticipó que sería el simulacro de conmemoración de lo ocurrido en 1985, para lo cual yo preparé mi celular y mi cartera para salir, con ellos, a las 11 horas.

Pues, sonó la alarma y salimos tranquilamente al simulacro, al ver como todos reunidos en el patio, me percaté que la mayoría de los compañeros nos seguían el protocolo de protección civil; en ese momento vi a una de mis compañeras algo asustada, ya que me comentó que le recordaba la alarma al sismo del 7 se septiembre del 2017, por ende decidí, decirle que todo estaba en calma, que solo era un simulacro, posteriormente regresamos a nuestros respectivos salones.

Me dispuse a salir a las 12 horas, hacia el edificio “D”, en donde me disponía a ingresar a mi turno en servicio social, para lo cual yo tenía superstición, mi supervisión termino justo a las 12:50.

Durante el sismo…

Acudí a la comedor del edificio a comer, dicho comedor es un cuarto pequeño en donde existen unas sillas altas acojinadas, me encontraba sentada en una de ellas, y ya siendo aproximadamente la 13 horas con 15 minutos, sentí un movimiento en la silla, y pues mi explicación era que dicha silla se movía con cualquier cosa, que tal vez había pasado un camión grande y por lo tanto se había movido, pero al mismo instante, volteé al pasillo, al observar la cara de mis compañeros observe que algo ocurría, y alguien gritó al instante que estaba temblando, me dispuse a agarrar mis cosas y salir caminando por la puerta de emergencia con dirección a el “Eje 10”, al salir me di cuenta que seguía temblando, y aun no caía en cuenta de lo que estaba sucediendo, el observar a mi alrededor a mis compañeros alterados y tratando de comunicarse con su familia, me hizo ponerme en alerta un poco, pero decidí estar tranquila y pensar positivo, ya que las comunicaciones se atrofian y es mejor dejar que se restablezca todo para poder comunicarse con la familia, a lo cual yo recordé que no traía crédito, entonces desdí esperar a que la “RIU”, se restableciera, mientras tanto, trataba de contener a mis compañeros en crisis, ya que no podían respirar.

Posterior al sismo…

Al pasar aproximadamente 20 minutos, observe hacia el cielo y pasó un helicóptero de reporteros, posteriormente pasó uno de la policía, después uno de la federal, y al ver que finalmente pasó uno de los militares, pensé, “¿Cómo se encontrará la ciudad?”, eso me alarmó mucho, posteriormente, pude comunicarme con mi familia, aun que no sabíamos nada de mi hermano.

Las horas pasaban muy rápido para mi; al ver que ambas avenidas (eje 10 e insurgentes), se mostraban con mucho tráfico, y al saber que el metro no tenía servicio, preferí quedarme en la Facultad, para así seguir teniendo red y comunicación con mi familia, durante esas horas hice lo posible para tranquilizar un poco a mis compañeros, pero muchos se encontraban viendo las redes sociales, dándose cuenta que colapsaron varios edificios, departamentos, y más cosas, al escuchar que mencionaron que una de las zonas mas afectadas era Coapa me preocupe mucho, ya que mi hermano acude a la Preparatoria 5 “José Vasconscelos”, pero sentía que todo se encontraba bien en mi familia, por lo tanto me contuve y seguí animando a mis compañeros.

Las horas pasaban y siendo aproximadamente las 17 horas y me decidí a salir con una amiga, a la cual sus padres recogerían fuera de la escuela, ellos se ofrecieron a pasar a dejarme a casa de una prima en donde se encontraba mi madre, entonces, al verla y ver que se encontraba bien sentí mucha nostalgia pero también mucha felicidad y darme cuenta que se encontraba bien.

Mi madre y yo, nos dispusimos a salir e irnos a casa y por fin supimos que mi hermano ya se encontraba en casa de una de mis tías y que se encontraba bien, mi padre ya estaba en casa; entonces, al ver que en el camino se veía la gente con miedo, tristeza y preocupación, entre tandas calles afectadas, edificios nuevos cuarteados, me estremeció el ver todo esto. Al llegar a mi casa pude abrazar a mi padre y nos dispusimos a ir a casa de mi tía a reunirnos con mi hermano.

Al ver como se encontraba mi familia emocionalmente, preferí quedarme con ellos, sentí frustración por no poder apoyar, pero sabia que posteriormente iba a poder apoyar con mi grupo de practicas en el Centro de Servicios Psicológicos (CSP) “Dr. Guillermo Dávila”. Y, así fué, al observar que empezaban a llegar casos en crisis apoyamos psicológicamente con lo que ya nos había entrenado la profesora con la que trabajo.

Días posteriores…

Al poder analizar como se suscitó la situación, pude observar que yo no tuve dificultad para comer ni sensaciones distintas, aun que si me encontraba con insomnio al ver que mi familia tampoco dormía por miedo al “¿Qué pasará?”.

El hecho de regresar el 25 de septiembre al CSP me provocó la ilusión de que todo regresaría a la normalidad poco a poco, y que al poner mi “granito de arena”, ya me encontraba ayudando a mi país. Así pues al ver la demanda de pacientes que llegaban al CSP me dí cuenta también que la Psicología es una disciplina indispensable en el ser humano, y que al acudir ahí la gente ponía su confianza en nuestras manos para poder ayudarla a salir de ese acontecimiento.

Mi vida se vio afectada ya que vi y he escuchado que muchas familias han perdido a un ser querido o se han quedado sin familia y eso me hace sentir muy triste y frustrada.

He sentido un cambio muy interesante, siento que realmente soy mas fuerte ya que confío en la resiliencia y se que entre una grieta de concreto puede originarse una flore. Así mismo mi familia y yo hemos seguido el protocolo de prevención a desastres de protección civil para poder actuar de manera mas correcta ante algo que se suscite.

Realmente agradezco por seguir viva, y por que mi familia y mis seres queridos, incluyendo a los compañeros se encuentre vivos, que tenderemos casi que empezar de cero, sí, pero juntos y con el apoyo mutuo eso y mas se puede lograr.

Para finalizar, comparto el siguiente vídeo, como una reflexión mas de la conducta, las emociones y el rol, que tenemos como humanos ante una suceso de la naturaleza.

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