A un paso de la psicosis: panorama de un caso.

Montse García
Psicopatología y personalidad 2020–1
6 min readOct 26, 2019

Este es el caso de un adolescente de 13 años llamado Manuel; cuyo motivo de consulta fue la presentación de pensamientos homicidas y suicidas. Atendido en el centro de atención psicológica Dr. Guillermo Davila, de la facultad de psicología de la UNAM.

Durante el segundo semestre de atención psicológica, existía una transferencia negativa: Manuel reportaba no querer seguir asistiendo a la terapia al inicio de las sesiones pero al final declinaba.

Manuel corría al entrar o salir de las sesiones, solía esconderse en otros consultorios, jugando a irse y a volver. Presentaba regularmente comportamientos agresivos hacia el terapeuta.

Manuel solía taparse las orejas durante la sesión para protegerse de algún pensamiento o para evitar la conversación con el terapeuta. Durante las sesiones su angustia era bastante fuerte ya que golpeaba las paredes, movía el mobiliario, intentaba rayar las paredes con pluma, aventaba las hojas de papel, arañaba la tela de los sillones y aventaba el material de trabajo hacia el terapeuta sin golpearlo.

A mediados de este segundo semestre el terapeuta decidió cambiar el encuadre de las sesiones, pasar de que Manuel pueda decir y hacer lo que quisiera sin que haya contacto físico, se le agregó la prohibición de dañar el mobiliario. Después de esto Manuel solía salir durante las sesiones a “espiar” a otros terapeutas, por lo cual el terapeuta tuvo que advertir que si continuaba con ese comportamiento daría por terminada la sesión, con esto Manuel desistiría y se mantenía tranquilo por un tiempo. Esta misma advertencia aparece cuando Manuel era agresivo con el terapeuta.

A finales del segundo semestre hay un cambio en la relación terapéutica, Manuel comenzó a ser más cariñoso y participativo; ya comentaba que le gustaba y que no, por lo que aparece la transferencia positiva.

Para el tercer semestre, se observa una transferencia ambivalente, visto en el comportamiento de Manuel ya que al inicio de la sesión podía ser tierno y cooperativo pero al finalizar era violento y renuente, esto aplicaba también a la inversa.

El espacio terapéutico era un lugar donde Manuel descargaba sus pulsiones o también era un espacio de construcción para él. La abuela de Manuel, en este periodo, reportaba que él ya no presentaba ideas de muerte, sin embargo durante las sesiones seguían apareciendo.

Los pensamientos suicidad seguían presentes y estos brillaron cuando la abuela de Manuel fue hospitalizada.

Durante este periodo la abuela de Manuel enferma y es hospitalizada, esto detona una angustia muy fuerte para Manuel y comienza a expresar la siguiente frase: “Si ella muere, yo me mato”.

Además de esto Manuel, comienza a pedir consejos y respuestas acerca de su hambre por la sexualidad, tema que al principio le causaba conflicto pero con el tiempo deja de serlo. Comienza a explorar su cuerpo e investiga en Internet sobre la sexualidad, también consume pornografía y curiosea sobre el cuerpo desnudo y las penetraciones que él considera doloroso.

Empieza la masturbación sin culpa alguna, pero en ocasiones deliraba sobre su cuerpo, teniendo pensamiento como que si se masturba mucho podría hacerle daño, dejarlo vacío o perder su potencia; tiene fantasías sobre su cuerpo y sus acciones, como que hay unos ojos que lo observan y que es evaluado por integrantes de su familia dentro de su cabeza, a lo que Manuel llama “círculo vicioso”.

A finales de este semestre comienza a curiosear sobre sus sueños y hacía muchas preguntas sin permitir que se le de respuesta o se trabaje sobre ello, pero este interés siempre terminaba en un desplante agresivo o viceversa. Las preguntas eran sobre las diferencias entre hombres y mujeres en el acto sexual; además de esto Manuel comienza a definirse como bisexual expresando que le gustaría penetrar a una mujer y ser penetrado por un hombre.

Para el cuarto y último semestre de atención psicológica, Manuel ya tenía por entendido que para dicha época sería su último periodo de atención, esto le causaba un conflicto ya que evitaba el tema de terminar las sesiones o al hablar sobre esto Manuel insistió en decir que le alegraba que ya no vería al terapeuta. Sin embargo, iniciando este periodo Manuel comienza a llevar regalos o instrumentos (como tijeras) para hacer daño al terapeuta.

Se continúa trabajando con los deseos de querer matar, pero se especifica que solo son deseos e incluso delirios sobre como matar a sus profesores o como defenderse de sus compañeros.

Durante este periodo Manuel tiene un problema con su prima (con quien tiene una muy buena relación), debido a que ella estaba molestando a Manuel y él la golpea, por lo cual hay un cambio en su relación y esto le aflige. Aparece el sentimiento melancólico en Manuel, por el problema con su prima, por lo cual presenta pensamientos fatales, donde dice que no vale nada, se denigra a sí mismo y añora el “amor” de su prima, esto lo lleva a realizar actos reparatorios con su prima (le hace cartas y le regala dibujos) para recuperar su amor y al final logra recuperarlo.

Todo este último período está lleno de sentimientos de tristeza (por el problema con suprima) y de mucha agresividad. Manuel rechazaba de forma severa el admitir que le dolía el término de la relación terapéutica, sin embargo continúa trabajando en temas como: la curiosidad de su cuerpo, su odio hacia los demás y su odio hacia sí mismo.

Durante las últimas sesiones comenzó la construcción de un delirio, donde también entra el tema de la santería y de males que le habitan para los cuales realiza rituales (en el consultorio) para deshacerse de ellos. Todo esto comenzó cuando Manuel tuvo una “visión”donde una puerta se abría y de ella salía un jinete que se posaba ante él; debido a esto él decía que estaba habitado por malos espíritus.

En la última sesión Manuel le realiza una limpia al terapeuta, le da un huevo y le da instrucciones para que las lleve a cabo después de que él se vaya. Esto refleja su forma de decir adiós y gracias al terapeuta por parte de Manuel.

En este post solo se ve cómo es que Manuel fue evolucionando durante la terapia y se describen los comportamientos, pensamientos e incluso sentimientos de este chico. Esto nos da una noción sobre cuál es la cara de la psicosis.

REFERENCIAS:

Villanueva, J. (2018). Manuel: Matar o morir. (Tesis de maestría). Universidad nacional autónoma de México. México.

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