Bitácora del 05/12/2017

Alexis Gon
Psicopatología y personalidad 2020–1
2 min readDec 5, 2017

La sesión correspondiente a este día fue dedicada en su mayoría a comentar el contenido del texto de Ferrant “La ausencia y sus efectos”. En primer orden de ideas, se señaló que comúnmente el concepto de ausencia suele asociarse con la idea de la absoluta nada, siendo que la idea principal del autor en este sentido es que lo que se denomina como ausencia representa en realidad una forma de presencia distorsionada por un mal funcionamiento de la prueba de realidad.

Podemos decir que si algo nos hace falta, se encuentra en algún otro lugar, fuera de nuestra alcance; sin embargo, ese algo tiene no deja de tener existencia en la realidad material. Así entonces cuando alguien dice no tener un padre, es definitivamente imposible que no haya existido un hombre que proporcionara una parte del material genético necesario para lo procreación, pero entendemos que ese alguien no ha estado presente por algún determinado tiempo en la vida de la persona en cuestión. Podemos servirnos de este mismo ejemplo para señalar que, paralela a la ausencia perceptiva, existe una presencia psíquica del objeto, la cual es susceptible de rebasar al sujeto: un niño que vivió alejado de la presencia física de su padre, puede pensar en él en repetidas ocasiones y experimentar un sentimiento de añoranza hacia esta figura.

Se discutió también acerca de la dimensión pulsional de la ausencia. El objeto nos falta porque no permite la satisfacción pulsional en cualquiera de sus formas: ya sea en una manera puramente sexual o en formas sublimadas como la ternura, la amistad y el lazo filial.

Así mismo, existe un componente de necesidad en la ausencia. Concretamente, es una necesidad de seguridad que trae consigo la dominación, el apego o aferramiento hacia un objeto.

Uno de las temas que fueron tocados durante la clase acerca de esta lectura, al cual se le hizo un especial énfasis, fue a la representación y su relación con la ausencia. La capacidad representacional nos va a permitir tolerar la angustia que despierta la ausencia de un objeto. Así por ejemplo, un niño que no se encuentra con su madre vivencia un sentimiento de angustia que, en un inicio, no podrá ser dejado atrás hasta que reaparezca su madre; sin embargo a medida que va creciendo afina progresivamente su capacidad para poder imaginar la figura de su madre y todo aquello que le despierte. La representación interna que se posea de la figura de la madre y, posteriormente, de cualquier otro objeto, significará un hecho de valor estructurante para el psiquismo de un individuo. En conclusión, no sólo percibimos el mundo exterior, sino que a partir de estas percepciones podemos construir productos internos en la dimensión del pensamiento que nos pueden llegar a permitir volver a ser presentados para nosotros los objetos con los cuales nos relacionamos.

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