Bitácora del 16 de Noviembre de 2017. Conferencia 21 de Sigmund Freud

Diana Ruzanni
Psicopatología y personalidad 2020–1
4 min readDec 9, 2017

En la sesión de hoy, se discutió sobre la conferencia 21 de Freud titulada ‘’Desarrollo libidinal y organizaciones sexuales’’. Se explicó que, durante la infancia, la sexualidad se presenta como aquellas actividades que producen placer al niño y que no pueden reducirse a la satisfacción de cualquier necesidad de tipo fisiológico, por otro lado, la perversión se puede definir como una desviación del acto sexual considerado como ‘’normal’’, ya que, en estos casos, el orgasmo se obtiene mediante otros objetos sexuales, es decir, con condiciones extrínsecas que dan placer sexual por sí solas, por ello, dichas desviaciones se consumen de manera exclusiva y dejan de considerarse como tal cuando se agregan a una práctica sexual normal.

Relacionado a lo anterior, se señala que los perversos tienen objetos y metas distintas en la sexualidad a diferencias de los ‘’normales’’, sin embargo, estos últimos también cuentan con rasgos perversos como son los besos, ya que es la unión de dos zonas erógenas en vez de los genitales. Se recalcó la diferencia entre sexualidad y reproducción; la primera no tiene nada que ver con la segunda, la cual no es tomada en las perversiones y se señaló que es un acto de satisfacción que desemboca en un orgasmo completo y con el vaciamiento de los productos genitales.

En los niños, el orgasmo se consigue alrededor de los tres años, donde se aparece una excitación genital y puede presentarse el acto de masturbarse, sin embargo, el desarrollo libidinal como tal no se da a esa edad sino después, entre los 6 y 8 años donde ya se encuentra latente, también se nos recordó que el niño aún no ha descubierto la meta del coito. Ahora, el carácter perverso de algunas de esas metas depende, sobre todo, de la inmadurez constitucional del pequeño, quien para aún es difícil conseguir el orgasmo y lo sustituye por indicios no sexualmente reconocidos. Se recalca que, durante el periodo de latencia, se da la amnesia infantil, es decir, el olvido de nuestros primeros años de vida. Ahora, según el Psicoanálisis, es ahí donde se generan las represiones de nuestras primeras experiencias sexuales.

‘’El placer de la unión sexual es un placer de órgano que depende de la actividad de los genitales.’’

Se menciona el placer de órgano, que es la modalidad de placer que caracteriza la satisfacción autoerótica de las pulsiones parciales, en otras palabras, la excitación de una zona erógena se apacigua en el lugar mismo en que esta es producida sin tomar en cuenta la satisfacción de las otras zonas y sin relación directa con la realización de una función. Esto según el Diccionario de Psicoanálisis en línea cuyo link dejo a continuación: http://www.tuanalista.com/Diccionario-Psicoanalisis/6689/Placer-de-organo.htm.

Continuando con la conferencia, Freud menciona la etapa oral, que es donde ocurre la exteriorización de la sexualidad infantil por medio del chupeteo y los labios se convierten en la zona erógena, la satisfacción pulsional producida se apunta hacia la madre, quien, para ‘’crear’’ a un hombre íntegro debe tener un vínculo fuerte, estable y amoroso con el niño. También se mencionó que, para lograr esa integridad, debe lograr consumar en su vida todo aquello hacia lo cual la pulsión lo incita o empuja. Recordemos que en esta etapa el objeto de la pulsión oral es el pecho pero este se desexualiza y es sustituido por el autoerotismo, ¿Qué es lo que pasa en el autoerotismo? El bebé abandona el pecho y vuelve a su objeto de autoerótico, el cual pueden ser los labios, los dedos y la lengua. Freud afirma que una de las etapas previas al desarrollo libidinal es la pregenital, etapa donde se identifica las pulsiones sádicas y anales y que tiene como punto principal del placer la excreción de la orina.

La Doctora nos recalcó y recordó que toda etapa (oral, anal, fálica, latencia y genital) comprende de la relación que tenemos con el objeto, que el primer objeto sexual es el pecho y el primer objeto de amor es la madre. Aparece el Complejo de Edipo para luego ser reprimido por, dada la redundancia, la represión primaria, la encargada de suprimir nuestras primeras experiencias de tipo sexual. El complejo de Edipo es otro tema.

Es un deseo ancestral del incesto, que está muy mal visto en casi toda cultura del mundo, por ello se crea una prohibición y surge el complejo de culpa. Ya lo había escrito en una de mis bitácoras anteriores, pero en la neurosis, su núcleo está en la no resolución de tal complejo, lo anterior lo menciono porque tal solución es de suma importancia en esa patología ya que, durante la pubertad, los pensamientos incestuosos deben deben quedarse en la inconsciencia, pero los neuróticos, aquellos que no alcanzan esta resolución, toda su vida son sometidos a la autoridad del padre y no tiene posibilidades de poder transferir su libido a un objeto sexual externo, ajeno. Con esto, la sesión finalizó.

Al inicio de la clase, la Doctora indicó los lineamientos sobre el trabajo final y los puntos que este debe contener.

--

--