¡El conflicto es el motor de vida!

Para la generación de un conflicto se necesitan tendencias que se enfrente, vista desde la Dinámica que es una rama de la física que se encarga del estudio del movimiento de los cuerpos en relación a las fuerzas que lo producen de aquí retoma Freud su planteamiento sobre la concepción de la dinámica freudiana, proponiendo que dos fuerzas(tendencias) se enfrentan ya sean internas o externas o ambas internas generando un paralelogramo al que le llama conflicto o choque de fuerzas se dice que es el motor del funcionamiento del aparato psíquico en si mismo por otra parte esta la represión es le medio por el cual el sujeto intenta rechazar o mantener en el inconsciente represiones ligadas a una pulsion, esta se produce cunado la satisfacción de una pulsion ofrece el peligro de provocar displacer en virtud de otras exigencias. Elikin (2016)

ECONÓMICO

Corresponde ahora a la participación de la cinemática que se ocupa de la descripción y descripción del espacio tiempo y los movimientos independientemente de las causa. Parece ser que Freud toma algunos principios de la cinemática para la economía de la energía psíquica Iturbide ( — -). Este principio se encarga de cualquier proceso psíquico con respecto a la descripción y distribución de las cantidades de fuerza que actúan para cualquier proceso psíquico-regulación pulsionar, este principio configura y complementa al Dinamismo que se encarga de generar fenómenos psíquicos. Elkin (2016)

En este principio regulan 3 que son:

- El principio del placer

Es uno de los principios económicos de regulación energética que, según el psicoanálisis, rigen el funcionamiento mental de los seres humanos. De acuerdo con este principio, las excitaciones sexuales aumentan la tensión pulsional (displacer), y, por tanto, necesitan descargarse directa e inmediatamente por cualquier vía (placer). Freud considera que la acción humana no persigue directamente el placer sino en contadas ocasiones. Nuestros actos, la mayoría de las veces, vienen determinados por el placer o displacer que origina en el presente la representación de la acción a realizar o de sus consecuencias. Por tanto, el principio del placer ha de ser considerado como un mecanismo de regulación automática. Aún más, dado que el displacer va ligado al aumento de las cantidades de excitación, y el placer a la disminución de las mismas, habremos de concluir que la actividad psíquica, en su conjunto, no tiene otra finalidad que evitar el displacer y procurar la armonía al individuo. Itubide ( — )

- El principio de la realidad.

Es el segundo de los principios económicos que regulan el funcionamiento mental. Representa y reproduce las condiciones reales del entorno biológico, social y cultural, es el antagonista del principio del placer, al cual modifica en la medida en que logra imponerse a sus tendencias como principio regulador. La búsqueda de satisfacción ya no se efectúa por el camino más corto, sino mediante rodeos, aplazamientos y/o desplazamientos, frustrantes recursos que no son sino el resultado de las condiciones de vida impuestas al individuo por el mundo exterior. Como señala E. Freijo (1987), en multitud de ocasiones, “las 13 condiciones reales del entorno aconsejan no satisfacer las pulsiones directamente, sino mediante rodeos; ni inmediatamente, sino de forma diferida” . El paso del principio del placer al principio de realidad no supone, en ningún caso, la desaparición del primero. Al contrario, el principio del placer continúa imperando en el mundo de las pulsiones, especie de territorio reservado, que funciona según las leyes del inconsciente; y el principio de realidad asegura la obtención de las satisfacciones necesarias para lograr un cierto equilibrio homeostático en función de las condiciones de vida impuestas por el mundo exterior. iturbide ( — )

- El principio de repetición y/o nirvana.

Es el tercer principio económico propuesto por Freud para explicar los procesos de distribución, circulación y destino de la energía psíquica. En general, hace referencia a la tendencia radical del aparato psíquico a reducir a cero -o, por lo menos, a disminuir al máximo- cualquier cantidad de excitación de origen externo o interno. Baste señalar, en este sentido, que el término nirvana -tomado de la religión budista, amparado por la psicoanalista inglesa Barbara Low y recogido por Freud en Más allá del principio del placer (1920)- designa la ausencia de cualquier tipo de excitación, la del deseo, la aniquilación de la individualidad, es decir, alude a un estado de quietud y felicidad perfecto que únicamente se puede lograr retornando a la situación de materia inanimada (muerte). Iturbide ( — )

Como conclusión de la propuesta de Freud es que las pulsiones son la fuente que mueve a la estructura psíquica y como lo se ha hablado en clase esta energía esta presente desde nuestro nacimiento y la interacción con la madre y si no es bien distribuida generara conflicto como lo describe en el punto de vista dinámico tomando en cuenta que todo en exceso es patológico, como lo que mencionaba que reprimir el enojo es mas patológico que expresarlo pero en exceso e intensidad también es patológico.

Referencias

--

--