El sismo 19s.

zianya martinez
Psicopatología y personalidad 2020–1
3 min readOct 12, 2017

Previo al sismo estábamos en el salón de clases de la facultad poniéndonos de acuerdo con el equipo acerca de una exposición que vamos hacer en unas semanas en el salón A-102, cuando empezó a temblar nos vimos los unos a los otros porque los vidrios comenzaron a moverse como si algo los estuviera rompiendo, entonces dijimos está temblando y salimos de forma ordenada bajando las escaleras, me asusté porque en ese momento todo el edificio “A” se comenzó a mover muy feo entonces al bajar, en ese momento sólo pensaba en mi familia, había una chica que parecía que estaba esperando a alguien y recuerdo que le grite muévete compañera porque todo mundo bajaba y la compañera estorbaba. Entonces en la explanada nos comenzamos a reunir con nuestrxs amigxs y comenzamos a platicar sobre en qué lugar estábamos en ese momento y pues nos sentamos en una parte de la explanada a tratar de comunicarnos con nuestros familiares pensé que se había sentido horrible y lo único que pensaba era que mis papás no estuvieran en casa ya que en C.U casi no se sienten los temblores solo pensaba que en el sur habría estado feo, esperamos a que las demás pasaran por sus cosas y que nos confirmaran nuestros familiares que estaban bien, ahí nos quedamos alrededor de unas dos horas y algo. Cuando vimos la hora no nos había parecido que hubiese pasado tanto tiempo por lo cual cuando vimos nuestros relojes decidimos irnos y pues no había transporte entonces al caminar todas las personas que venían de San Ángel parecían que no les importase que vinieran los coches más que sus pensamientos. Entonces caminamos hacia Copilco y ahí decidí tomar el camión hacia Taxqueña. El trafico estaba pesado pues había gente caminando por todos lados, los carriles de transporte estaban llenas de coches entonces tarde en llegar a casa como dos horas llegue a las 5 y ya estaban mis papás con mi novio en la casa junto con mi hermana y mi sobrina más tarde llegó mi cuñado con mi hermana. En ese momento no había luz en ningún lugar pero pusimos la planta de luz, ese día comimos en la noche agradeciendo que estábamos juntos y que no nos pasará nada, en ese momento éramos afortunados. Ese día no dormimos, al otro día comenzamos hacer comida para los brigadistas y nos fuimos a repartir comida todavía ese día miércoles se estuvieron cayendo edificios, el ambiente en la ciudad se sentía de tristeza; con algunos de mis amigos me contactaba y comentaban que hiciéramos un acopio mi respuesta en ese momento fue lo siento amigos no quiero moverme del lado de mis padres y tengo mucho miedo de que vaya a ver una réplica, generamos un acopio junto con los amigos de mi hermana el jueves y viernes, y el sábado salimos a Morelos a algunas comunidades como Juecotengo ahí lo que comentaban era que no sabían porque estábamos yendo y pues les dijimos que fue lo del temblor que había muchos damnificados y comentaron pues no tenemos ni televisión entonces esa respuesta nos sorprendió muchísimo al terminar nos dijeron “sabemos que no tenemos como agradecerles pero pasen a echar taco así es como se dice acá para que coman aunque sea un poco”, me entristece saber que en estas comunidades ya son damnificados porque tienen muchas carencias y ver la calidez de las personas y el como se preocupaban por uno, es para mí muy difícil porque no sé cómo resignificarlo. Lo único que he querido hacer durante mucho tiempo es llorar pero no me salen las lágrimas no sé porque tal vez es que, cuando siento que ya no puedo trato de hacer algo más con mi emoción y tal vez por eso no me salen lagrimas porque sé que las emociones sirven para algo más que caernos de tristeza sirven para luchar.

Regresando participe e algunas brigadas como en acopio, logística y algunas tareas de coordinación.

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