La frontera de la locura.

El trastorno límite de la personalidad es caracterizado por sentimientos y emociones inestables. Las personas que viven con este trastorno son altamente sensibles y viven sus emociones con mucha intensidad, sus relaciones interpersonales son inestables, al igual que su autoconcepto, y suelen ser impulsivos, llevando así una vida caótica en la que sienten que no encajan con el resto de la sociedad. Utilizan mecanismos tanto de la neurosis y la psicosis, no encajando así en ninguna de las dos categorías, por este motivo se le dio ese nombre al trastorno.

De acuerdo al manual diagnóstico de los trastornos mentales (DSM- V), el Trastorno límite (TLP) se encuentra dentro del eje II, en la categoría de los trastornos de personalidad, y a su vez, se encuentra en el grupo B de esta categoría. Las personas con trastornos que se encuentran en este grupo suelen ser percibidos como dramáticos, emotivos o inestables, y para ser diagnosticado se deben cumplir por lo menos 5 de los siguientes criterios:

  1. Esfuerzos frenéticos para evitar un abandono real o imaginado.

Ya que estas personas afirman sentirse mal cuando están solas, experimentan intensos temores cuando sienten que serán abandonados, lo cual puede generar también sentimientos de ira, pues sienten la necesidad de estar acompañados de otras personas que les brinden un soporte. Si bien es normal que todas las personas puedan llegar a sentir miedo a ser abandonados, en el caso de los borderlines esto llega a tal extremo que pueden tener conductas autolesivas o ideas suicidas para evitar el abandono.

2. Relaciones interpersonales inestables, intensas y turbulentas, extremos de idealización y devaluación.

Su manera de interactuar puede ser desconcertante para las personas. Puede ser que un día vean a alguien como la persona más maravillosa del mundo y a quien le tienen mucha confianza y de repente, por un pequeño detalle, esa perspectiva se volvió en lo contrario, lo cual hace que lleven sus relaciones interpersonales de manera conflictiva. Utilizan como mecanismo de defensa la escisión, lo cual hace que vean las cosas en extremos: todo es bueno o todo es malo. Esto va relacionado con la inseguridad, problemas de apego y la poca tolerancia a la frustración con la que viven diariamente las personas con TLP.

3. Problemas de identidad: autoimagen o sentido de sí mismo inestable.

Las personas con TLP suelen presentar cambios bruscos de la autoimagen, así como de sus gustos y valores, cambios en sus objetivos y aspiraciones profesionales. Debido a esto, en ocasiones suelen adoptar una mascara de acuerdo a lo que creen que las otras personas esperan de ellos, para así agradarles. Son personas poco constantes y que se aburren fácilmente, pues sienten un vacío que no pueden llenar fácilmente, ya que no tienen un Yo bien definido.

4. Impulsividad en almenos dos áreas que son potencialmente dañinas para sí mismos.(gastos, sexo, abuso de sustancias, conducción temeraria, atracones de comida).

Estas personas se pueden describir a sí mismas como impulsivas en algunas de las áreas que menciona el propio criterio, lo cual puede hacer que lleguen a poner en riesgo su salud o su integridad. Ante algún evento que resulta catastrófico, pueden, por ejemplo, gastar más de lo que pueden permitirse, o abusar de sustancias hasta perder la conciencia, pero no por el placer de hacerlo, sino para tratar de llenar ese vacío interno.

5. Comportamientos, intentos o amenazas suicidas recurrentes o comportamientos autolesivos.

Como se mencionó en el criterio 2, esto suele estar precipitados por el miedo a la separación o el abandono, como una forma de manipulación para evitarlo. Estos comportamientos se dan debido a la hipersensibilidad y a su poca capacidad de enfrentarse a situaciones estresantes. Las autolesiones pueden sentirse como un alivio, pues les reafirma que aún tienen la capacidad de sentir. Es su manera de hacer frente a las dificultades.

6. Inestabilidad afectiva debida a una notable reactividad del estado de ánimo

Sus episodios de intenstabilidad pueden afectar varias áreas tanto psíquicas como sociales y personales. Suelen sentir un intenso malestar, irritabilidad o ansiedad, ira, angustia, desesperación que suelen durar unas horas y raras veces unos días. Sufren extremada reactividad al estrés interpersonal.

7. Sentimientos crónicos de vacío.

Como ya se mencionó, estas personas sienten una falta de sentido y un vacío emocional que intentan llenar con conductas autodestructivas. Estos sentimientos son inmovilizantes para la persona, pues puede conducirla a una especie de dolor físico o a una parálisis mental que lo inmoviliza de sus actividades rutinarias, llenándose de sentimientos negativos y desesperanza.

8. Ira inapropiada e intensa o dificultades para controlar la ira. (muestras frecuentes de mal genio, enfado constante, peleas físicas recurrentes).

Esto está muy relacionado con la parte de la impulsividad, actuando sin pensar en las consecuencias de sus actos. Llegan a ser violentos, lo cual provoca que posteriormente tengan sentimientos de pena y culpabilidad, contribuyendo así a que sientan que son malos y tienen que ser castigados, volviendo a la parte se las autolesiones y la autoagresividad.

9. Ideación paranoide transitoria.

La suspicacia es algo muy frecuente en personas con TLP, lo cual está relacionado con la hipersensibilidad, y esto hace que se sientan observados y perseguidos constantemente.

Estos patrones de conducta suelen ser inflexibles y deben ser persistentes a lo largo de varios años para que se dé un mejor diagnóstico. A pesar de que estos criterios facilitan el diagnóstico, hay otros síntomas que presentan estas personas que no se incluyen en los criterios de DSM-V.

Muchas veces las personas viven en negación y no se dan cuenta de la situación, de hecho, no suelen llegar a terapia por ese trastorno como tal, sino por otros motivos, por ejemplo, la canalización de un médico después de un intento de suicidio, los cuales pueden ocurrir también cuando sienten que se han complicado demasiado la vida, o incluso, que la han arruinado.

En muchas ocasiones llegan a tomar decisiones erróneas y se ponen a sí mismos en situaciones de peligro, estando conscientes del riesgo que puede traer, pero aún así las llevan a cabo sin pensar demasiado en las consecuencias y haciendo caso omiso a los consejos y advertencias de otras personas.

Actualmente es bien sabido que las causas del Trastorno límite de personalidad tienen que ver con una combinación de factores ambientales, genéticos y de la forma misma en que funciona su mente. Generalmente las personas con TLP tuvieron infancias difíciles con eventos traumáticos, aunque según el DSM-V, los síntomas propios del trastorno aparecen a inicios de la edad adulta y, como en todos los trastornos, hubo un evento desencadenante del trastorno.

Las personas que padecen TLP pueden llevar su vida con normalidad de una manera más saludable si asisten regularmente a terapia, y con la ayuda de un tratamiento farmacológico que les ayude a controlar sus impulsos.

Referencias:

American Psychiatric Association. (2014). DSM-V-: manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Masson.

Guisen, E. A. B. (2012). La estructura limítrofe. Una perspectiva teórico-clínica desde la metapsicología freudiana. Journal Revista de Psicoanálisis, 67, 129–163.

Taboada, A., Cepeda, M., & Alvano, S. A. TRASTORNO LÍMITE DE LA PERSONALIDAD.

--

--