La tragedia regreso 32 años después

Enrique PV
Psicopatología y personalidad 2020–1
4 min readOct 6, 2017

19 de Septiembre , es sin duda una fecha que muchos mexicanos recordamos con tristeza. Ya que en dicha fecha del año 1985, aproximadamente a las 7:19 de la mañana, en la Ciudad de México se presentó un terremoto de 8.1 grados. El cual causo terribles daños en toda la ciudad y miles de muertos. Después de 32 años nadie imagino que la historia se volvería a repetir.

Martes 19 de Septiembre del año 2017, ese día no tenía clase por lo que podría decirse que estuve en casa la mayor parte del día, desde la mañana al encender la televisión, se hablaba sobre el aniversario del terremoto que sacudió a la ciudad hace 32 años. Como es la rutina, desde muy temprano mis padres se fueron a su respectivo trabajo, y mi hermana a su escuela.

Ese día me encargaron a mi prima de dos años para que la cuidara, por lo que solamente estábamos ella y yo en la casa junto con mi perro. Mientras yo estaba haciendo tarea mi prima estaba viendo la televisión. De repente le puse una película para que se mantuviera entretenida, ya que yo me iba a bañar. Parece chiste pero es anécdota; yo estaba a mitad de baño cuando de repente escucho la alerta sísmica, yo en mi mente pensé que tenía unos 15 -20 segundos antes de que comenzara a temblar, pero cuando la alerta comenzó a sonar el temblor ya había comenzado, por lo que mi reacción inmediata fue tomar mi toalla y con eso salir corriendo por mi prima, ya que el baño se encuentra en la planta alta, y mi prima se encontraba en la planta baja; ella ya estaba gritando y llorando cuando baje por ella, lo que hice fue cargarla y salir corriendo de la casa.

Fuera de la casa, miraba como se movían los árboles que se encontraban alrededor, debo admitir que en ese momento me sentía demasiado angustiado, porque la intensidad con la que se presentó este terremoto fue de verdad muy fuerte. Una vez que percibí que el movimiento había cesado le dije a mi prima que me espere en lo que rápidamente me ponía algo de ropa. Después de eso, junto con mi prima en brazos comencé a revisar si había algún daño en la casa. Afortunadamente la casa no sufrió daño alguno, lo único que sucedió fue que se cayeron unos tanques de gas que teníamos afuera, por suerte aquellos tanques estaban vacíos.

Después de esto intente comunicarme con mi hermana que estaba en la escuela, pero en esos momentos no había señal, le mande un mensaje vía WhatsApp pero tampoco contesto, por alguna razón no me angustie ni preocupe, porque sabía que era normal que en estos momentos todos intentaban comunicarse con sus familiares, por lo que las líneas se pudieron haber saturado y además por el terremoto la señal estaba muerta en algunos lugares. Hora y media después del terremoto mi mamá llego preguntando como estábamos, ella nos contó como estuvo la situación en su trabajo, nos comentó que logro comunicarse con mi papá y con mi hermana, diciendo que ellos se encontraban bien, pero que en el caso de mi hermana no había transporte para llegar a casa.

En esos momentos en la casa no teníamos luz, sacamos un radio de pilas y comenzamos a escuchar las noticias en donde se comunicaba que había grandes daños en toda la ciudad y en los estados de Puebla y Morelos, que se reportaban varios muertos y personas heridas. Realmente no podía creer lo que escuchaba, donde cada media hora escuchaba que algún edificio se derrumbó, que aumentaba el número de muertos a causa del terremoto.

Alrededor de las 6:15 de la tarde mi hermana llego a casa, nos platicó como estuvo la situación en su escuela, los pequeños daños que sufrió. El caos que había en todos lados porque todo mundo intentaba comunicarse con sus familiares, no todos los medios de transporte publico funcionaban y los pocos que brindaban servicio estaban completamente llenos.

La luz llego a casa aproximadamente a las 9:30 de la noche, lo primero que hicimos fue encender la televisión para saber todo lo que acontecido a causa del terremoto. De verdad era algo sorprendente el ver cuanto daño causo dicho terremoto pero también era más sorprendente el ver demasiada gente que estaba ayudando a remover escombros de aquellos edificios derrumbados, en redes sociales todas las publicaciones eran sobre donde se podía ir a ayudar, que materiales se necesitaban y para organizar brigadas de apoyo. Sin duda la notica más importante, fue el derrumbe del colegio Rebsamen, donde se anunciaba que había varios niños bajo los escombros.

En cuanto a la poca ayuda que logramos brindar, recolectamos alimentos, un poco de medicinas y ropa para quienes sufrieron graves pérdidas a causa del terremoto, un amigo fue quien nos brindó el transporte, esto se llevó a Puebla, donde acompañe a una tía a dejar esto. En redes sociales me di cuenta que se estaban formando brigadas para poder dar apoyo psicológico, pero en lo personal yo tenía la idea de que en aquellos momentos el apoyo psicológico no eran tan necesario, sino que se necesitaba más apoyo para remover escombros, llevar víveres a centros de acopio. Estoy consciente de que el apoyo psicológico será necesario en las siguientes semanas.

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