¿Potencialidad psicótica? Un estudio de caso

Este es el caso de un adolescente de 17 años llamado Yahir; cuyos motivos de consulta fueron baja autoestima y depresión. Él fue referido al servicio psicológico por su maestra, quien identificó que presentaba ideación suicida. Realizando la historia clínica, se identificaron elementos que apoyan una potencialidad psicótica en el joven.

Castoriadis (1975, cit. en Morales, 2016) define la potencialidad psicótica como:

“una organización de la psique que puede no dar lugar a síntomas manifiestos pero que muestra, en todos los casos en los que es posible analizarla, la presencia de un pensamiento delirante primario enquistado y no reprimido. Este quiste puede hacer estallar su membrana para derramar su contenido en el espacio psíquico: cuando esto ocurre se pasa de lo potencial a lo manifiesto” (p. 194).

Retomo la pregunta central que hace Morales (2016), terapeuta que lleva dicho caso, ¿de qué forma influyeron los cuidados y el deseo de los padres para que Yahir presente dificultades en la organización psíquica y una potencialidad psicótica?, se puede responder con los siguientes datos basados en la literatura.

En primer lugar, Yahir presentaba dificultades para relacionarse con los demás y consigo mismo, por lo que una técnica que utilizó la terapeuta fue la “historieta autobiográfica”, mediante la cual intenta darle un sentido a su origen y existencia, ya que en la historia del psicótico, la primer página está en blanco. En ésta, se representaba como un héroe desconocido que podía enfrentar cualquier problemática que se le presentara, pero que también sufría por lo que otros personajes de su historia le hacían. A lo largo de este texto, se describen aspectos importantes de este paciente, que ayudan a comprender el por qué se representaba así.

De acuerdo con la terapeuta, el discurso de Yahir era un tanto delirante. Es importante mencionar que una idea delirante es aquel enunciado que prueba que el Yo relaciona la presencia de una cosa con un orden causal que contradice la lógica (Castoriadis y Aulagnier, 1975 cit. en Morales, 2016).

Escisión

Cabe mencionar que Yahir constantemente refería que pensaba que vivía en dos mundos y no sabía cómo combinarlos. Le gustaba realizar dibujos, en los cuales representaba rostros fragmentados, divididos a la mitad, de un lado triste y el otro roto. Aunado a la creencia de que los demás deciden por él, a lo que la terapeuta menciona que, al no tener un pensamiento propio, permite que los demás le impongan sus pensamientos. También que trata de complacer a todas las personas con tal de que no se alejen de él, aquí hablamos de una angustia de ser abandonado.

Estos ejemplos ilustran la escisión que Yahir presenta, es decir la división entre objetos buenos y malos, en las cuales deben predominar las experiencias buenas para lograr una integración. Y cuando llegan a predominar las malas, la escisión se vuelve patológica.

Para resolver la pregunta inicial, es relevante mencionar el narcisismo primario, ya que representa un estado de omnipotencia construido por la unión del narcisismo naciente del niño y el de los padres (Bleichmar, 2008, Chamizo, 2009 cit. en Morales, 2016), y en el caso de Yahir, éste no fue un niño deseado ni planeado, ya que sus padres deseaba una niña y todo estaba puesto para recibirla a ella, no había ropa para él ni siquiera un nombre, por lo que no hubieron cuidados de amor suficientemente buenos por parte de su madre.

Otro concepto importante para retomar es la herida narcisista, que es todo lo que viene a disminuir la autoestima del yo o su sentimiento de ser amado por objetos valorados; afecta esta construcción del yo, y es una herida que nunca sana (Baranger, 1991 cit. en Morales, 2016). Ambos padres se desatendían de Yahir, mientras diferentes personas lo cuidaban. Así es como Yahir fue construyendo su yo, desde la indefensión y desamparo, de ahí que por eso se siente ajeno en la sociedad y con las personas; por eso deja que todos cometan abusos sobre él. El ambiente en el que creció fue impredecible, contrariamente a lo que necesitaba, una constante y la única constante que obtuvo fue la de un ambiente hostil.

Respecto a la influencia de los cuidados de los padres, Winnicott (1962 cit. en Morales, 2016) señala que para describir al bebé en sus primeras etapas debe ser descrito en relación con el funcionamiento de la madre. Cuando no hay una madre suficientemente buena, el infante es incapaz de iniciar la maduración del yo, y va de la mano con la base para la salud mental, o el riesgo de psicosis en este caso. Los dos primeros meses de vida, Yahir los pasó en una incubadora, y después, al salir del hospital, su madre regresó al trabajo, por lo que no hubo tiempo para que se diera esa etapa de “enamoramiento” entre madre e hijo, esencial para la maduración del yo. En este caso, no se logró desarrollar un yo fuerte que le permitiera un adecuado funcionamiento psicoemocional ni social, ya que se encuentra en una constante búsqueda de aceptación y cariño y sus defensas son muy arcaicas y tiende a separarse y fugarse a la fantasía para evitar el sufrimiento que la realidad provoca.

La estrategia terapéutica empleada fue una función de sostén por parte de la terapeuta, ya que, de acuerdo con su historia clínica, no hubo un sostén materno que le diera la posibilidad de una adecuada constitución yoica. Yahir manifestó que el espacio terapéutico era el único lugar en donde se sentía con confianza y seguridad para contar las cosas que piensa. En cuanto al motivo de consulta indicado en la primera sesión, desde que inició el tratamiento tuvo solo un pensamiento suicida, pero lo externó en sesión, cuando aparecían pensamientos de ese tipo o deseos de golpear a alguien la llamaba por teléfono para contárselo y decía sentirse más tranquilo después de ponerlo en palabras. Al darle esta confianza en el ambiente terapéutico, es posible que lo pueda generalizar al exterior de éste.

Finalmente, la conclusión que hace la terapeuta sobre este caso, en relación con la contratransferencia, es que desde la primera entrevista algo de él no le caía bien, lo sentía falso y con un discurso elaborado, lo que le produjo cierta molestia. Pero conforme fue avanzando el proceso notó que, así como sus padres no respetaban su ritmo, ella tampoco lo hacía. Trató en un principio a Yahir como lo hacían los demás, lo rechazaba como sus padres lo hicieron desde antes de que naciera y también desconfiaba de él, después comprendió el importante trabajo que podría hacer con el paciente para proporcionarle el sostén que tanto solicitaba.

Referencia

Morales, M. (2016). Implicaciones de la falta de deseo y carencia de cuidados parentales en la potencialidad psicótica de un adolescente. [Tesis de maestría]. Facultad de Psicología, Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad de México.

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