¿Qué es la conducta suicida?

Noemi Justo
Psicopatología y personalidad 2020–1
5 min readNov 24, 2019

El pasado jueves 14 de noviembre del presente año, se llevó a cabo la conferencia “Historia y clínica de la conducta suicida”, en el auditorio “Luis Lara Tapia” de la Facultad de Psicología, UNAM. La ponencia fue dirigida por la doctora Patricia Lazard, la maestra Elizabeth Darszon, la doctora María Luisa Rodríguez Hurtado y como anfitriona la doctora Eva Esparza.

Ponentes de la mesa de diálogo.

A continuación se resumirá los eventos más importantes de la sesión.

Al respecto, y desde la Teoría Psicoanalítica la doctora Rodríguez comienza a definir al comportamiento, es así, que cita a Freud, explicando que el comportamiento se rige por el inconsciente. Por otro lado, también menciona que para explicar la conducta suicida o bien, el comportamiento suicida es importante partir del modelo biopsicosocial, ya que necesariamente se abarca lo social, debido a que desde que nacemos estamos inmersos en un ambiente meramente social.

Para Rodríguez (2019), la conducta suicida se va construyendo, no es que surja espontáneamente. De la misma manera como ocurre con la motricidad, esta conducta se irá conformando a lo largo del desarrollo.

La ponente explicó que al nacer, inmediatamente el bebé recibe el cuidado de sus progenitores, y así a lo largo de su crianza y a partir de una relación primaria amable con los padres se va construyendo la autoestima, que es la capacidad de amarse a sí mismo, pero también el amor que le tienen los padres.

Sin embargo, la relación primaria puede darse con poca estimulación, así como volverse hostil, es entonces que el niño abandona toda esperanza y se pierde la autoestima, ya que ha introyectado a estos objetos y los ha hecho suyos, esto lo sofoca, paraliza, pierde la esperanza de volver a ser amado, así como cada vez se convierte más fuerte el sentimiento de sufrimiento (Rodríguez, 2019).

Por otro lado, la historiadora Darszon nos relató muy ampliamente la historia del suicidio, explicando como fue visto para las civilizaciones antiguas, así como para cada período histórico.

Por ejemplo, en Grecia este término no existía en sus relatos, ya que había un determinado gozo por ir al Hades, lugar de la muerte. Es Platón quien comienza a hablar de “matarse a uno mismo”; Pitágoras rechaza el suicidio, sin embargo, lo comete; Sócrates se quita la vida para hacer de ello una enseñanza; los epicuros no acepta la muerte, prefiere la vida porque es puro placer, etc (Darszon, 2019).

Por otro lado, explica Darszon (2019) que los hombres romanos defienden al suicidio para liberarse de una muerte intolerable, para evitar así el deshonor perdido. También consideraron que la vejez era un motivo válido para suicidarse.

En la edad media, San agustín, fue el primero en la iglesia católica, quien condenó enérgicamente al suicidio, ya que el asesino de sí, se convertía en el peor de los pecados del hombre, considerado como un acto de Lucifer. Por el otro lado, en el Renacimiento, gracias a la imprenta se comienzan a conocer más ampliamente las historias suicidas (Darszon, 2019).

En la ilustración, la razón pone en duda a la iglesia, Diderot se opone al suicidio, ya que admite que la iglesia acepta la muerte de los santos. En la época del Romanticismo, la muerte se vuelve protagonista alternativo en las historias. Para finales del siglo XIX y principios del XX, Nietzsche “mata a Dios” ideológicamente, distintos autores inspiran a las personas a suicidarse por amor, por falta de ideales, por aburrimiento, y hasta por la náusea por la vida (Darszon, 2019).

Posteriormente y para dar por terminada la conferencia, la doctora Lazard nos explicó la historia clínica de la conducta suicida. Primeramente explicó las conductas suicidas tales como, el gesto, intento, el suicidio consumado y las conductas parasuicidas.

Al respecto, el gesto es una conducta donde la persona sabe que el agente que utiliza para morir no va ser letal. El intento, por su parte, es un acto con un desenlace no fatal, cuya intención es meramente autodestructiva, y que dependerá de las fantasías suicidas (activas, pasivas, conscientes y presconscientes) y la asertividad del agente (máximo, intermedio o mínimo). El suicidio consumado, es aquella conducta cuyo agente ocasiona un desenlace fatal en la persona, esta muere y no hay manera de salvarla. Por último las conductas parasuicidas, se les conoce como conductas de alto riesgo cuyo fin no es morir, el riesgo está implícito, por ejemplo, correr coches a alta velocidad, ser torero, consumir sustancias (Lazard, 2019).

Por otro lado, Lazard (2019) menciona la incidencia y riesgo que existe en nuestro país para que se den conductas suicidas, por ejemplo, las mujeres se suicidan menos pero lo intentan más, mientras que en los hombres hay más suicidios consumados ya que los intentos son más fatales.

Las variables que se han estudiado para entender la incidencia es el diagnóstico tanto psiquiátrico, como psicológico, ya que por lo general, existe un factor depresivo en las personas con conducta suicida, pérdidas importantes, dificultades familiares, emociones de gran hostilidad que se traducen en autodestructivas, un pobre concepto de sí mismo.

En cuanto al riesgo, Lazard (2019) explica que es importante porque permite la predicción de la probabilidad suicida con base a la experiencia previa o actual, también conocidos como factores de riesgo, por ejemplo, la presencia de un matiz melancólico en un principio de la vida con fallas importantes en la relación con los primeros objetos, la relación con estos es ambivalente, así como el manejo de la separación es inadecuado, por otro lado, el acceso y conocimiento del agente, la sensación de la ausencia de recursos externos de ayuda que se ha vivido con mucha frustración o bien no se han podido ver.

Por último Lazard (2019) menciona que en el proceso del suicidio se presentan conductas de rigidez, con un pensamiento unilateral, y se torna hacia una dirección autodestructiva, la persona se encuentra dominada obsesivamente con sentimientos de odio e inseguridad hacia su persona, el tiempo para ellos parece estar detenido y amenaza con tornarse eterno; la persona comienza a sentir que este dolor nunca va se va a quitar ni cambiar.

Para concluir, es importante mencionar lo interesante que es asistir a este tipo de conferencias, ya que nos permiten entender ampliamente este tipo de tema que para la sociedad se ha vuelto tabú, ya que como se vio en esta sesión el suicidio se ha presentado desde la antigüedad y aún persiste hasta nuestros tiempos. Por otro lado, es interesante y muy importante conocer todo lo que implica en la persona llevar a cabo el proceso del suicidio ya que podemos identificar este estado psíquico que lo conduce a la conducta suicida e intervenir, obviamente a su debido tiempo.

integrantes:

Justo Santiago Noemi

Jiménez García Brenda.

Referencias:

Rodríguez, M., Darszon, E. & Lazard, P. (2019). Historia y clínica de la conducta suicida. Conferencia llevada a cabo en la Facultad de Psicología UNAM, México.

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