Resumen : “Conferencia 21. Desarrollo libidinal y organizaciones sexuales. Vol. 16”

Angelica Miranda
Psicopatología y personalidad 2020–1
10 min readNov 22, 2017

II: LA SEXUALIDAD INFANTIL

Descuido de lo infantil

Un estudio a fondo de las manifestaciones sexuales de la infancia nos revela probablemente los rasgos esenciales de la pulsión sexual, dejaría traslucir su desarrollo y mostraria que está compuesta por diversas fuentes.

La pulsión sexual en la infancia posee el carecer de una ley y existe un saber sexual antes de la pubertad y una práctica sexual infantil temprana en niños pequeños.

AMNESIA INFANTIL: Aludo a la peculiar amnesia que en la mayoría de los seres humanos , no en todos cubre los primeros años de su infancia hasta el sexto o el octavo año de vida . Convierte la infancia de cada individuo en un tiempo anterior y le oculta los comienzos de su propia vida sexual, esto propicia que no se le de valor a la infancia en el desarrollo de la vida sexual. Freud la compara con la amnesia histérica, dado que las impresiones olvidadas dejaron las huellas mas profundas en la vida anímica, las que son determinantes para todo desarrollo posterior. La amnesia histérica se halla al servicio de la represión solo se vuelve explicable por la circunstancia de que el individuo ya posee un acervo de huellas mnémicas que se ha sustraído a su asequibilidad consciente y que ahora mediante una ligazón asociativa , arrastran hacia ello sobre o cual actúan desde la conciencia , las fuerzas repulsoras de la represión .

se podría decir que sin amnesia infantil no habría amnesia histérica , por que la amnesia infantil convierte la infancia de cada individuo en un tiempo anterior , por así decir prehistórico y le oculta los comienzos de su propia vida sexual.

EL PERIODO DE LATENCIA SEXUAL DE LA INFANCIA Y SUS RUPTURAS

El neonato trae consigo gérmenes de mociones sexuales que siguen desarrollándose durante cierto lapso, recién hacia los 3 ò 4 años su sexualidad se expresa de manera observable.

LAS INHIBICIONES SEXUALES: Durante este periodo de latencia total o meramente parcial se edifican los poderes anímicos que más tarde se presentarán como inhibiciones en el camino de la pulsión sexual y angostarán su curso de manera de unos diques ( verguenza , reclamos esteticos ,asco).

Este desarrollo es de de conocimiento orgánico, fijado hereditariamente , y llegado al caso puede producirse sin ninguna ayuda de la educación.

Formación reactiva y sublimación: durante el periodo de latencia la energía de las pulsiones sexuales infantiles es desviada de sus metas hacia otros fines, nuevas metas. Mecanismo del proceso de sublimación: las mociones sexuales son inaplicables dado que las funciones de reproducción no están desarrolladas, de ser así solo provocarían sensaciones de displacer, por eso constituyen diques psíquicos (asco, vergüenza y moral) para la eficaz sofocación de ese displacer. Mediante la sublimación es que se adquieren los logros culturales.

Rupturas del periodo de latencia : Sobre los procesos del periodo infantil de latencia o de diferimiento, volvamos hacer pie en la realidad para indicar que ese empleo de la sexualidad infantil ,constituye un ideal pedagógico del cual el desarrollo del individuo se aparta para siempre en algunos puntos y a menudo de manera considerable .En la pubertad se produce el estallido de la pulsión sexual.

EXTERIORIZACIONES DE LA SEXUALIDAD INFANTIL

El chupeteo: contacto de succión de la boca repetido rítmicamente que no tiene por fin la nutrición., Una parte de los propios labios, la lengua, un lugar de la piel que este al alcance son tomados como objeto para ejecutar la acción de mamar junto a una pulsión de presión que lleva a un adormecimiento. Separa lo genital de lo sexual.

Autoerotismo: el carácter mas llamativo de las practicas sexuales infantiles se que se satisface en el cuerpo propio, es autoerótica, donde la acción del niño chupeteador se rige por la búsqueda de un placer ya vivenciado y ahora recordado (de mamar el pecho materno o de sus subrogados). La boca del niño se comporta como zona erógena, asociada originariamente a la satisfacción de alimentarse. Vemos que el quehacer sexual se apuntala en las funciones de conservación de la vida y más tarde se independizan de ella.

Características de las exteriorizaciones sexuales infantiles: a) nacer apuntalándose en una de las funciones importantes para la vida,

b) no reconocer objeto sexual, o sea ser autoerótica

c) su meta sexual esta bajo el imperio de una zona erógena.

LA META DE LA SEXUALIDAD INFANTIL

Características de las zonas erógenas: es un sector de la piel o de mucosa en el que estimulaciones de cierta clase provocan una sensación placentera de determinada cualidad. Cualquier sector del cuerpo puede ser dotado de la excitabilidad de los genitales y elevarse a la condición de zona erógena. En las neurosis la represión afecta sobre todo a las zonas genitales, las que prestan su estimulabilidad a las restantes zonas erógenas. Las zonas erógenas e histerógenas exhiben los mismos caracteres.

Meta sexual infantil: la meta sexual de la pulsión infantil consiste en producir la satisfacción mediante la estimulación apropiada de la zona erógena que se ha escogido producto de un vivenciar anterior. La necesidad de repetir la satisfacción se trasluce por a) un peculiar sentimiento de tensión que posee el carácter de displacer b) una sensación de estimulo o de picazón condicionada centralmente y proyectada a la zona erógena periférica.

La meta sexual procuraría sustituir la sensación de estimulo proyectada sobre la zona erógena, por aquel estimulo externo que la cancela al provocar la sensación de satisfacción. Por lo que se observa que para cancelar un estimulo se requiere de un segundo estimulo aplicado al mismo lugar.

EXTERIORIZACIONES SEXUALES MASTURBATORIAS

Activación de la zona anal: es apta para proporcionar apuntalamiento de la sexualidad en otras funciones corporales. Los niños sacan partido de la estimulación erógena de la zona anal reteniendo las heces hasta que ello les provoca fuertes contracciones musculares que al pasar por el ano producen estímulos sobre la mucosa. El contenido de los intestinos es tratado como parte de su propio cuerpo y representa el primer “regalo” mediante el cual expresan obediencia o desafío hacia el medio. Luego cobra el significado de “hijo” en el marco de la teoría de la cloaca en las teorías sexuales infantiles. En niños mayores se da una acción masturbatoria anal genuina por condicionamiento central o periférico.

Activación de las zonas genitales: la zona relacionada con la micción (glande y clítoris) tanto en niñas como varones están relacionadas con las partes sexuales reales y su activación dará comienzo a la posterior vida sexual normal. Debido a las estimulaciones producto del cuidado corporal estas zonas serán estimuladas placenteramente y se despertará en el lactante la necesidad de repetición. Es mediante el onanismo del lactante (todos los quehaceres autoeróticos al servicio de la satisfacción sexual) que se establece el primado de esta zona erógena para la actividad sexual.

Se distinguen 3 fases de la masturbación infantil: a) periodo de lactancia b) florecimiento de la práctica sexual (hacia los 4 años) c) onanismo de la pubertad, es el único que suele tenerse en cuenta.

Segunda fase de la masturbación infantil: el onanismo del lactante parece desaparecer tras un breve lapso. Alrededor de los 4 años la pulsión sexual suele despertar nuevamente en la zona genital y durar un lapso. Es durante esta segunda activación donde se producen las mas huellas mas profundas (inconscientes) en la memoria de la persona, donde se determina su carácter si permanece sana o se desarrolla la sintomatología de la neurosis si enferma luego de la pubertad olvidando este periodo sexual y desplazando los recuerdos conscientes vinculando esto con la amnesia infantil. Por medio del psicoanálisis se logra hacer consciente lo olvidado.

Retorno de la masturbación de la lactancia: el aparato sexual aun no desarrollado se hace presente por medio del aparato urinario, la enuresis nocturna corresponde a poluciones. No se requiere de la seducción para despertar la vida sexual del niño y ese despertar se puede producir también por causas internas.

Disposición perversa polimorfa: bajo la influencia de la seducción el niño puede convertirse en un perverso polimorfo y practicar todas las transgresiones posibles, las que no tropiezan con resistencias porque aun no se han erigido la formación de diques anímicos contra los excesos sexuales: vergüenza, asco y moral.

Pulsiones parciales: la vida sexual infantil muestra componentes que desde el comienzo envuelven a otras personas en calidad de objetos sexuales. De esta índole son las pulsiones de ver, de exhibir y la crueldad. Aparecen independizadas de las zonas erógenas y mas tarde entran en estrecha relación con lo genital. Al carecer de vergüenza el niño muestra su cuerpo desnudo (en especial los genitales) y tiene curiosidad por ver los genitales de otras personas. La capacidad de compadecerse y la inhibición en virtud de la cual la pulsión de apoderamiento se detiene ante el dolor del otro se desarrollan más adelante. La ausencia de compasión establece un enlace peligroso entre las pulsiones crueles y las erógenas y es por esto que debe evitarse el castigo corporal.

INVESTIGACIÓN SEXUAL INFANTIL

LA PULSIÓN DEL SABER:entre los 3 y 5 años se inicia la actividad que responde a la pulsión de saber o de investigar. Su acción corresponde a una manera sublimada de apoderamiento y trabaja con la energía de la pulsión de ver. Pulsión de saber ligada a la pulsión sexual infantil. Hay un punto de anudamiento entre la sexualidad y el saber y esto se plasma en el campo de las teorías sexuales infantiles

El enigma de la esfinge: lo que pone en marcha la actividad investigativa del niño son fines prácticos, quiere saber de donde vienen los niños y supone que todos los seres poseen un genital como el suyo.

Complejo de castración y envidia del pene: El niño cree firmemente en la universalidad del pene pero debido al complejo de castración abandona esta creencia (al comprobar que la mujer no tiene pene supone que ha sido castrada). El efecto de esta «amenaza de castración» es, como corresponde a la alta valoración del órgano amenazado, extraordinariamente profundo y duradero. Todos estos hechos no contradicen, ciertamente, la teoría sexual infantil de que la mujer posee, como el hombre, un pene (el clítoris). La niña muestra un vivo interés por los genitales masculinos y es presa de la envidia del pene al punto de desear ser un varón.

El típico fracaso de la investigación sexual : las teorías sexuales infantiles son producto de la constitución sexual del niño y dan prueba de la gran comprensión sobre los procesos sexuales. Ignora dos elementos: el papel del semen fecundante y la existencia de la abertura sexual femenina.

FASES DEL DESARROLLO DE LA ORGANIZACIÓN SEXUAL

Organizaciones pregenitales: son aquellas organizaciones de la vida sexual en que las zonas genitales todavía no han alcanzado su papel hegemónico.

A) Canibálica u oral: la actividad sexual no se ha independizado de la nutrición y la meta sexual consiste en la incorporación del objeto (mas adelante se corresponderá con la identificación). El chupeteo es la resignación del objeto ajeno a cambio de uno situado en el cuerpo propio.

B) Sádico-anal: ya se desplegó la división en opuestos, no masculino y femenino sino activo y pasivo. La actividad es producida por la pulsión de apoderamiento a través de la musculatura y como órgano de la meta sexual pasiva se constituye la mucosa erógena del intestino. En esta fase son pesquisables la polaridad sexual y el objeto ajeno. Aun falta la organización y subordinación a la función de reproducción.

AMBIVALENCIA:esta forma de organización sexual puede conservarse a lo largo de toda la vida y atraer hacia si buena parte de la práctica sexual. Predomina el sadismo y la zona anal en papel de cloaca. Los pares de opuestos pulsionales están plasmados en un grado aprox. igual.

Para completar el cuadro de la vida sexual infantil Freud agrega que en la niñez ya se elige el objeto como la que se supone se realiza característicamente en la pubertad, siendo este el máximo acercamiento posible durante la infancia a la conformación definitiva de la vida sexual luego de la pubertad.

La unificación de las pulsiones parciales y su subordinación a los genitales al servicio de la reproducción es la última fase por la que atraviesa la organización sexual.

Los dos tiempos de la elección de objeto: el primer tiempo se da en la infancia (entre los 2 y 5 años) para luego detenerse o retroceder y se caracteriza por la meta infantil de sus metas sexuales. La segunda etapa sobreviene en la pubertad y determina la conformación definitiva de la vida sexual. Los resultados de la elección infantil del objeto son inaplicables para la pubertad. Las metas sexuales se han atemperado y solo pueden figurar en lo que se llama la corriente tierna de la vida sexual. La elección del objeto de la pubertad tiene que renunciar a los objetos infantiles y empezar de nuevo como corriente sensual La no confluencia de las dos corrientes hace que no se puedan unificar todos los anhelos en un objeto (siendo esta uno de los ideales de la vida sexual).

--

--