Trastorno Límite de la Personalidad

El trastorno límite de la personalidad (TLP) presenta como características comunes la inestabilidad en las relaciones interpersonales, la auto imagen y la afectividad, acompañadas de una gran impulsividad.

El término «límite», a pesar de su breve historia, ha tenido diferentes significados. Su uso como designación para un síndrome formal ha suscitado polémica, ya que desde un sentido lingüístico, límite transmite un nivel moderado de gravedad o un grado intermedio del funcionamiento de la personalidad (Millon, 1969) o de la organización estructural (Kernberg, 1970). De este modo, aunque ya en el DSM-III se incluye como entidad diagnóstica oficial, el término «límite» no connota un patrón comportamental que describa unas características estilísticas distintivas (Perry y Klerman, 1978). A través de los años se han ido proponiendo otros términos para representar a todo un conjunto de rasgos distintivos, como son: personalidad cicloide, trastorno ambivalente de la personalidad, trastorno impulsivo de la personalidad, trastorno lábil de la personalidad, etc. No obstante, el término «límite» se ha mantenido, aunque se ha reforzado la noción de que se trata de una entidad diagnóstica específica, que describe un nivel avanzado de defunción.

Antecedentes históricos

La primera publicación importante que empleó la designación «límite» apareció en 1938, escrita por el psicoanalista Adolf Stern; sin embargo, las referencias a este término se dan mucho antes, y ya en 1684 Bonet se atreve a unir en un único síndrome la impulsividad y los estados de ánimo inestables, lo que denominó como folie maniaco-melancolique.

Un antecedente importante lo encontramos igualmente en una descripción realizada por Kraepelin (1921) que reúne los principales criterios diagnósticos del trastorno límite de la personalidad (DSM-V): impulsividad, inestabilidad de la afectividad y de las relaciones interpersonales, ira intensa e inapropiada y actos autolesivos.

Diagnostico DSM

El DSM-V agrupa los distintos trastornos de personalidad en 3 secciones:

a) Los sujetos extraños o excéntricos

b) Los dramáticos o impulsivos.

c) Los ansiosos o temerosos.

El trastorno límite de la personalidad (TLP) se encuentra incluido en el segundo de estos grupos, quizás el más heterogéneo de todos ellos, y el mismo trastorno está caracterizado también por la heterogeneidad de sus síntomas.

TRATAMIENTO

El TLP constituye uno de los retos más difíciles en el campo de la salud mental y la terapia resulta, en la mayoría de los casos, frustrante, por lo cual es abordada con cierta aprensión por los clínicos (Caballo, 1998). El pronóstico es muy decepcionante, e incluso pueden esperarse graves complicaciones médicas y sociales una vez comenzado el tratamiento. Por otro lado, la conducta autodestructiva que presentan estos pacientes, unido al porcentaje de sujetos que mueren durante la intervención, dificulta aún más el tratamiento (Aramburú, 1996).

Linehan, en 1991, diseñó un estudio en el que puso a prueba la eficacia de su terapia dialéctica conductual. La autora parte de que, aunque algunos estudios demuestran cómo la intervención psicosocial mitiga diversas conductas suicidas, ninguno se ha centrado en trabajar con una muestra específica de pacientes con intentos suicidas, que presentan, a su vez, los criterios diagnósticos del TLP. De tal modo, Linehan y su grupo de investigación desarrollaron la Terapia Dialéctica Conductual (DBT) aplicada a un grupo de mujeres con intentos recurrentes de suicidio y diagnosticadas de un TLP. Las metas del tratamiento eran: 1) reducción de los conductas suicidas o de alto riesgo para la supervivencia, 2) disminución de los comportamientos que obstaculizan el proceso terapéutico, y 3) reducción de las conductas que interfieren seriamente con la calidad de vida del sujeto. Con todo ello se estaría disminuyendo la frecuencia y la duración hospitalaria a medida que transcurre la intervención, lo cual servirá como medida del éxito de la intervención.

Referencias:

ARAMBURÚ FERNÁNDEZ, B. (1996). La terapia dialéctica-conductual para el trastorno límite de la personalidad. Psicología Conductual, 4, 123–140

CABALLO, V. E. (1998). «Tratamiento cognitivo-conductual de los trastornos de personalidad». En: V. E. Caballo (dir.), Manual para el tratamiento cognitivoconductual de los trastornos psicológicos, vol. 2 (p. 509–549). Madrid: Siglo XXI. — — (en prensa). Descripción, evaluación y tratamiento de los trastornos de la personalidad. Madrid: Síntesis.

LINEHAN, M., ARMSTRONG, H., SUÁREZ, A., ALLMON, D. y HEARD, H. (1991). Cognitive-behavioral treatment of chronically parasuicidal borderline patients. Archives General of Psychiatry, 48, 1060–1064.

MILLON, T. (1969). Modern psychopathology: A biosocial approach to maladaptative learning and functioning. Filadelfia: Saunders. — — (1999). Trastornos de la personalidad: más allá del DSM-IV. Barcelona: Masson

PERRY, J. C. y KLERMAN, G. L. (1978). The borderline patient. Archives of General Psychiatry, 35, 141–150.

KRAEPELIN, E. (1921). Manic-depressive insanity and paranoia. Edimburgo: Livingstone

KERNBERG, O.F. (1970). Factors in the psychoanalytic therapy of narcissistic patients. Journal of the American Psychoanalytic Association, 18, 51–85.

--

--