¡Se fueron!
Esta madrugada, entre las cuatro y las cuatro y media, se ha detectado un terremoto político de 51.9% grados con epicentro en Londres, Inglaterra.
El fenómeno se ha dejado sentir en toda Europa y ha pillado desprevenidos a los expertos, que vaticinaban una noche tranquila. La primera víctima del seísmo ha sido el primer ministro David Cameron, cuya carrera política murió a las 4:42 hora británica.
La magnitud del terremoto ha sido tal que los expertos advierten de que se ha abierto una falla entre Inglaterra y Escocia que amenaza con partir la isla por la mitad. Otras fallas menores surcan de cicatrices la piel del Reino Unido. No se descarta, además, que se produzcan futuras réplicas del terremoto en otros estados de la Unión Europea.
La tragedia afectará a toda la población del país, pero lo hará a distintas velocidades. Primero la sufrirán las más de 333.000 personas que emigraron al Reino Unido el año pasado y los cientos de miles más que, aun viviendo en las islas, provienen de lugares allende el mar. Más tarde se dejará sentir en la población más arraigada.
El escenario que se abre tras esta catástrofe es incierto. Contra toda intuición, la isla se ha separado del lecho oceánico y flota ahora a la deriva en medio del Atlántico. Extrapolando su trayectoria y las fuerzas tectónicas detectadas, se calcula que vagará durante varios meses y hasta es posible que se desprenda definitivamente de sus ataduras y, ante la sorpresa general, abandone el planeta y acaba instalada en la Luna.
En la cara oculta, además.
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Carlos Vázquez trabaja como desarrollador web en Londres. Coautor del libro de relatos Uno más y lo dejo, escribe ficción desde hace más de diez años.
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