¿Rechazan la homosexualidad los Orichas en Cuba?

Q de Cuir
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4 min readSep 20, 2019

Por Susana Hernández Martín

En estos días, addodis y alakuatas –como se denomina a gays y lesbianas respectivamente en la Regla de Osha Ifá– integran las decenas, incluso centenares de familias de santo existentes en La Habana, así como en otras ciudades de Cuba, donde pueden alcanzar las más altas jerarquías sacerdotales según méritos y conocimientos sin que les expulsen por sus preferencias sexuales.

Sin embargo, ¿cómo juzga la religión lucumí o santería cubana a las personas homosexuales en nuestro país? ¿Es posible iniciar a los varones homosexuales como sacerdotes de Orumilá en Ifá? ¿Pueden los hombres gay recibir awofaka y el llamado ikofá las mujeres lesbianas?

Estas fueron algunas de las ideas que guiaron la conferencia “Addodis y Alakuata: Un breve intento de aproximación a la homosexualidad vista desde la religión popular cubana de los Orichas”, que presentó ayer el reconocido intelectual Tato Quiñones en la sede del proyecto El Club del Espendrú, en La Habana.

El propio investigador admite que aunque no conoce ningún oddun donde diga que Orunmila era homosexual y ejercía como sacerdote, en el cuerpo filosófico literario de la religión yoruba existen varias historias sobre la presencia de homosexuales en Ifá, algunas incluso en que addodis fueron iniciados en el sacerdocio.

Como ejemplos, citó cuatro episodios entre los que incluyó el oddun “Cuando Orunmila quedó manco” en el que explica por qué tanto addodis como elekuatas pueden ser iniciades en culto de Ifá mediante la ceremonia de la mano de Orula, pero no más que eso.

Aunque en estas narraciones se utilizan términos como “defecto” y “vicios sexuales” para referirse a la homosexualidad y esta condición en les personajes les trae consecuencias negativas, al decir del investigador, en ninguna de esas historias se emite un juicio de valor directo sobre el tema.

De hecho, asegura que cuando se generó el debate sobre el matrimonio igualitario expresado en el Proyecto de Constitución, en ninguna casa de Osha Ifá se discutió sobre esta cuestión porque les era ajena.

“El asunto no nos competía. Ocurrió lo que ocurrió y nosotros estuvimos al margen. Yo tampoco le di mucha importancia. [La homosexualidad] es un hecho humano que existe y ya. Como cualquier otro hecho humano. Así es como yo lo aprecio”, explica.

Asegura además que, gracias a la presencia en la isla de babalawos africanos, ahora conocen un código ético de Ifá, una especie de 16 mandamientos, que llegaron para enriquecer la experiencia cubana y en los que ni uno solo se refiere a la homosexualidad.

No obstante, también reconoce que en la religión de los Orichas, donde no existe un código definitivo y férreo que imponga conductas ideales, pueden coexistir tantas interpretaciones como babalawos y practicantes.

“A veces una familia puede regirse por ciertos cánones o pueden diferir de la de otros lugares. La tradición se interpreta según las circunstancias socioculturales y los mandamientos de Ifá están muy abiertos a la interpretación”.

Para ejemplificar esta libertad menciona, por un lado, a un reconocido oriaté que vivía en su barrio de Jesús María, “un hombre reputadísimo leyendo el diloggun, que era muy convocado a ceremonias y asentamientos de santos por sus conocimientos y su seriedad, y todo el mundo sabía que era homosexual”.

Por otro lado asegura que conoció a un sacerdote que tenía por norma negarle la mano de Orula a gays y lesbianas aunque está indicado por Ifá, solo a partir de su criterio personal sobre el tema.

Durante su conferencia insistió en que las historias nacen en contextos determinados, a veces con terceras intenciones y escritas con el ánimo de manipular la realidad, a las personas y hasta la historia.

De la misma manera elogió que el Ifá no es un libro cerrado, como la Biblia o el Corán, sino que es un libro abierto en el que siempre podrá escribirse una historia nueva.

La investigación, que aún no concluye, constituye un esfuerzo personal de Tato Quiñones, por tener una respuesta más acertada cuando al calor de los debates por el nuevo Código de Familia le pregunten otra vez sobre cómo es visto el asunto de la homosexualidad desde la religión popular cubana de los Orichas.

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