Repitan: ¡Kiriam, Kiriam, KIRIAM!

Q de Cuir
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4 min readApr 29, 2019
Foto cortesía de la entrevistada

Por Susana Hernández Martín

Kiriam no demora ni dos segundos en responder que a ella lo que la ha hecho visible en esta vida ha sido su trabajo y el par de “ovario-cojones” con que se impuso en el mundo del arte y dijo: “Así soy yo, aquí estoy y tienes que mirarme”.

Sin esa fortaleza de espíritu y esa claridad en lo que quería para su futuro, nunca se hubiera convertido en una pionera de su comunidad en el cine y la televisión, no sería la única actriz trans evaluada como profesional por el Consejo Nacional de las Artes Escénicas y el Ministerio de Cultura, ni se hubiera transformado en el referente que es hoy para las personas trans en Cuba.

El mundo audiovisual le abrió los brazos, aunque al principio los prejuicios la siguieron también hasta ese espacio e intentaron condenar a “Lola”, la primera obra en la que Kiriam participó, a la misma invisibilidad en que mantuvieron a la protagonista durante muchos años desde que era una niña.

“En el año 2001, cuando Lester Hamlet realizó ese videoclip de Moneda Dura, todavía la cosa estaba muy difícil en Cuba para las personas trans. Por ejemplo, yo no pude estar en las tomas que se grabaron en 23 y L, la icónica esquina rosa donde se reunía toda la comunidad LGBTIQ habanera, porque la policía no permitió que me filmaran en ese lugar”.

“De hecho, esas fueron las únicas imágenes del video que se proyectaron en la gala de los Lucas, donde obtuvimos 2 premios y a la que preferí no asistir para no crear un problema más grande, ni hacer sentir a Lester peor de lo que ya se sentía”.

Aunque el video tuvo poca o ninguna oportunidad en televisión nacional, los amigos que viajaban le contaban que la habían visto en la pantalla del aeropuerto o del hotel donde se estaban quedando, y lo más importante: ¡que les encantaba!

El video “Lola”, dirigido por Lester Hamlet fue la primera oportunidad de Kiriam de estar frente a las cámaras, fue el primer encuentro con la pasión de su vida: el cine.

Después llegó el cine, que según la propia artista ha sido su mayor fuente de alegría, la parte de su trabajo que más ha disfrutado y que sin dudas la ha hecho más visible para todas las personas, incluso para las que viviendo cerca nunca la habían visto realmente.

“Cuando se estrenó “Habana Blues”, la segunda película en la que estuve, me vieron muchas personas que me conocían pero que no sabían que yo actuaba y me decían que mi papel les había encantado. Ese fue un momento bien bonito para mí”.

Con “Los dioses rotos”, de Ernesto Daranas, recuerda que al salir del cine junto con el director, otros actores y actrices, las personas se acercaban para felicitarla, tirarse fotos con ella e incluso para pedirle un autógrafo.

“Pero la parte más linda fue que mis vecinos del barrio fueron a ver la película y muchos que nunca me habían mirado la cara ni me habían saludado se acercaron a felicitarme”.

Agrega divertida: “¡los hombres solamente me daban la mano porque no se atrevían todavía a darme un beso! Pero me daban la mano y me decían que me había quedado muy bien mi actuación.”

“Esa vez me sentí bien porque estaba visible para ellos. El trabajo de una persona que nunca habían mirado, que quizás siempre habían menospreciado por su imagen, por su forma de ser o por su vida, estaba visible para ellos”.

Kiriam además agradece la oportunidad que ha tenido de trabajar no solo como actriz sino detrás de las cámaras, con personalidades del mundo del cine cubano pero también de reconocimiento internacional como Benicio del Toro, a quien acompañó durante la filmación de “7 días en La Habana”.

“En el año 2008 hice un capítulo de Patrulla 444 en conmemoración al 50 aniversario del Ministerio del Interior y fue una experiencia súper linda porque era la primera vez que contrataban a una mujer trans como actriz en la televisión cubana”.

Recuerda que en medio de la primera reunión del equipo, que incluía a los asesores del MININT, como varias personas se estaban refiriendo a ella por su nombre de varón, el director Roly Peña aclaró: “Olvídense del nombre de los documentos, esta persona es ella, es la actriz y se llama Kiriam. Repitan conmigo: ¡Kiriam, Kiriam, KIRIAM!”.

¿Qué significa para ti ser visible?

Foto por Susana Hernández Martín

“Ser visible para mí significa, primero que todo, que te reconozcas tú mismo como persona, que sientes que realmente eres una persona y no un objeto o un pedazo de algo inanimado. Es sentir que eres reconocida, respetada y que las demás personas se dan cuenta, fundamentalmente, de que existes y eres otro ser humano”.

Junto a su trabajo como actriz, Kiriam es una activista cotidiana por los derechos de las personas LGBTIQ en Cuba de muchas maneras: participando en espacios de la red Transcuba, promoviendo mensajes de respeto y amor en los escenarios donde se presenta como transformista o sencillamente siendo la mejor versión de la mujer que soñó desde que era niña, en voz alta y ante todas las miradas que nunca más podrán ignorar su cuerpo visible.

(Tomado del blog Somos ICM en Cuba)

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