¿La globaliza-qué?

Esta pregunta nos hicimos más de una vez cuando en épocas del colegio y facultad nos presentaban los profesores el tema de la globalización y sus causas, efectos, características y demás factores que luego pedimos por favor que no se incluyan en el examen.

Lo cierto es que hoy día vivimos ya en la era de la globalización:

Hoy.

Acá.

Ahora.

No se trata más de un fénomeno que se viene, como a veces queremos denominar simpáticamente a las nuevas tecnologías cuando hablamos de internet (¿hasta cuando será nueva?), sino que hace rato estamos viviéndolo y muchas situaciones ya damos por sentado sin cuestionar demasiado.

Claro que algunos quedan todavía nostálgicos renegando que en el pasado todo era mejor y al mismo tiempo otros se preguntan: ¿En serio podían vivir así antes?.

La globalización siempre fue un tema del cual nos gustaba hablar, solo que no usabamos esa palabra “Globalización” porque generalmente la misma era utilizada más bien en entornos serios o como dije al comienzo en la facultad, en el colegio, etc., pero hoy día si nos ponemos a pensar, lentamente nos damos cuenta que escribimos seguramente decenas de trabajos prácticos pero ni nosotros, ni los profesores mismos, ni los autores de los árticulos/libros/folletos, ni nadie comprendió del todo a que nos enfrentábamos (y lo seguimos haciendo).

Cuando nos explayamos en nuestros ensayos, cuya mera introducción ya era un esfuerzo terrible con tal de tener esos puntos adicionales, generalmente repetíamos características que ibamos leyendo y encontrando al azar y así es como se repetían frases como “se denomina así al fenómeno de la integración mundial ya sea en la comunicación, como en lo económico y…” entre otras palabras que en su momento eran más que necesarias para hacer crecer el trabajo práctico.

Sin embargo hoy día, ¿Cuántas veces nos ponemos a pensar en el mundo en que vivimos? A lo que voy es, ¿como se volvió tan normal de repente que un amigo/a, novio/a, pariente se encuentre muy lejos de nosotros pero de igual manera sepa todo lo que pasa en su ciudad o en la ciudad que quiera?

Un contacto tuyo, puede estar ubicado a miles de kilómetros de distancia de tu posición, pero de igual manera se está riendo del mismo meme que vos estas compartiendo, o cuando termina el capítulo de la serie de ocasión está spoileando igual que vos un fulano totalmente desconocido y lejano pero con quién podes contactar sin ningún tipo de problema… al instante.

Y ya que tocamos el tema, los programas mismos de la tele o de los servicios on demand, son los mismos acá que en cualquier país (tal vez con cierta variación en contenido), y si queremos ver alguna serie o película que está rompiendo todo en Japón, por ejemplo, simplemente se descargan (legalmente) y ya estás al tanto de lo que pasa. Las comidas que veíamos en las películas y siempre nos hubiera gustado probar, están esperando únicamente que te agarre esas ganas de ser guapo/a y busques la receta que seguro en menos de 10 minutos encontrás o lo mismo pasa con algún caramelo/dulce/snack que algún personaje de la tele consumía y nos moríamos nosotros por probar, hoy día se venden en muchas locaciones en tu país, o podés pedir que te traigan hasta tu casa.

La música de cualquier parte del mundo podés escuchar simplemente haciendo unos cuantos clics o unos cuantos toques en tu smartphone. Los periódicos nacionales dejaron de ser nacionales ya que podes entrar a leer el sitio del país que quieras y enterarte de todo lo que pasa sin dramas. Las revistas podes tenerlas totalmente actualizadas renovándose cada mes (con respecto a esto último, en mi zona era algo muy normal comprar alguna revista de hace 5 a 8 meses atrás).

Hoy día es totalmente normal que te envíen un video de 15 segundos con algún que otro filtro desde cualquier país e interactuar con el otro. Inclusive, tu artista favorito puede estar recomendandote películas favoritas en tu Timeline de red social de preferencia (y hasta puede insultarte directamente a vos si no le gusta lo que le decís).

Con algunas aplicaciones podés saber cual es el mejor lugar para ir a comer sin hablar absolutamente con nadie y sin haber pisado ese país anteriormente. Con otras podes inspirarte para hacer tu próximo departamento tomando ideas de Suecia, en otra podes contactar con un extraño de Bélgica y preguntar como hace para que su guitarra suene de la forma que suena, otra te permite pelearte con unos cuantos acerca de quien tiene la razón en cuanto a la mejor película de todos los tiempos, un par de medias podés comprar sin ningún problema desde casi cualquier lado y llegará en tu casa en un promedio de 15 días con un costo ínfimo.

Claro que hay un montón de cosas más para comentar y no parar de escribir, pero no quiero que esto se convierta en una especie de monólogo rabioso de Mark Renton contra lo que somos hoy, no es ese el punto.

La globalización no era lo que escribíamos en los trabajos que nos pedían para que lleguemos por lo menos a ese bendecido 2 (dos) que nos haga pasar la materia, no, la globalización es el hecho de que yo esté escribiendo esto y vos desde cualquier parte del mundo, cualquier hora, cualquier día y quien sabe, hasta por ahí sin querer… estas leyendo esto, y se agradece.