Un día con Sonidos Siderales
El sol va encandilando las pupilas mientras presionas el botón de play y suenan una cantidad de samplers dibujando Vibración, una especie de inyección de adrenalina necesaria para empezar eso que tenias pánico de hacer y no te animabas, de paso atajáte la capucha y si ves saltando al abuelo del vecino anda a ver qué fue lo que pasó — o saltar un rato con él — . Judas es un ritual que te transporta a un paseo teológico-reggae-poderoso, de repente aparece la secuencia y los riffs de Sonidos Siderales con overdubs potentes que se pueden apoderar de tu estado de ánimo. Subir mucho el volumen puede alterar cosas — de vos, de mí, de aquél, de él, de todos — .
Money-Monos: los simios otra vez presentes, escuchás la letra, fruncís el ceño y automáticamente pensás que estás viviendo en Latinoamérica, en un presente con mucho del pasado pero con sonidos que vienen claramente del futuro. Quiero Ver da un toque de relajación subtropical a cualquier tipo de tensión.
Llega Un Trato y te recuerda que también quedan cosas que resolver con las emociones y sentimientos. ¿Qué hacer con eso? Desconoceremos cual sería el procedimiento genérico por siempre. Vemos Que Pasa y Estás Acá confirman lo anterior.
El álbum se lanzó en Octubre de este año y fue grabado en Argentina y Paraguay.
Un sincopado párrafo aparte para Probar de Tus Besos, que trae consigo una máquina excavadora gigante, removiendo un montón de cosas enterradas muy profundo y reafirmando la teoría de que la música puede ser interpretada de diferentes formas y hasta de manera autobiográfica por cualquiera de nosotros.
Pasaron menos de 40 minutos, queda un largo día aún, tanto por hacer y este disco llega a su final con Forasteros bien arriba y con muchos pogos quizás por delante.
