¿Qué está pasando en Bolivia?

Augusto Salvatto
¿Qué está pasando?
4 min readNov 16, 2019

¿Hubo un Golpe de Estado? ¿Por qué se produjo? ¿Cómo evitar una escalada de la crisis? Algunas claves para entender lo que pasa en Bolivia.

A los latinoamericanos no nos suele interesar mucho la política internacional, sino que más bien la vemos como una continuidad de nuestros propios antagonismos internos. Esto fue altamente perjudicial para la crisis venezolana, y hoy está afectando la solución de lo que pasa en Bolivia.

¿Golpe si o golpe no?

Hemos estado dándole vueltas a esta pregunta sin ponernos de acuerdo, y mirando más nuestro interés ideológico que la realidad. Vamos entonces a una definición convencional y comúnmente aceptada de lo que es un Golpe de Estado:

Golpe de Estado es una interrupción inconstitucional del mandato de alguno de los poderes del Estado.

En este caso, ha habido una interrupción inconstitucional del mandato de Evo Morales (Poder Ejecutivo) tras la “sugerencia” de renuncia de las FFAA. Ahora bien, la realidad siempre tiene matices:

1. No es un golpe de Estado clásico. No es el típico golpe que conocíamos en América Latina durante la guerra fría. No hay intereses claros de potencias extranjeras, por más que algunas simpaticen más o menos con lo ocurrido. Leerlo en esos términos es solo digno de un trasnochado de los 70s.

2. No hay cambio de régimen. Es decir, el golpe de Estado no siempre implica un cambio de régimen. Sería incorrecto decir que hoy en Bolivia hay una dictadura, porque no la hay.

3. Evo Morales forzó el orden institucional primero. A pesar de que cuando se había producido la amable sugerencia de los militares Evo ya había anunciado nuevas elecciones, los acontecimientos anteriores son claves para entender lo sucedido.

Entender estos tres puntos es muy importante para tener un diagnóstico certero: Si partimos de la base de que esto es un golpe del neoliberalismo imperialista yankee que odia a los indígenas, estamos errando el diagnóstico. Lo mismo que si esgrimimos que las FFAA liberaron al pueblo boliviano del tirano Evo Morales.

Es cierto que hubo un Golpe de Estado, y también es cierto que Evo Morales forzó gravemente el orden institucional democrático en los últimos dos años. La realidad nunca es blanco/negro.

¿Por qué se produjo el golpe?

El gran problema en Bolivia es un problema de legitimidad. Y eso nos puede ayudar a entender por qué se produjo el golpe y lo más importante: Cómo evitar una crisis aún peor.

La democracia, como todo tipo de gobierno, descansa sobre la base de diversos factores de legitimidad, que busca responder a la pregunta básica de la organización política: ¿Por qué mandan los que mandan?

En las monarquías de la Edad Media, la gente aceptaba que el rey tome decisiones, porque había sido ungido por la gracia de Dios. Solo por eso, lo merecía. Era legitimo e incuestionable. En democracia, por suerte, eso no se aplica más. Por el contrario, la legitimidad de un gobernante radica en haber sido elegido por elecciones libres y limpias. Y aunque no nos guste el que salga elegido, lo aceptamos y respetamos esa decisión.

Si en algún momento se llegara a perder la confianza en todas las instituciones que rodean ese elemento de legitimidad, y especialmente en las elecciones, el sistema democrático colapsa.

Cuando Evo Morales, decidió no respetar la constitución que él mismo promulgó en 2009, y convocar un referéndum para reelegirse en 2018, que perdió e ignoró, gran parte de la ciudadanía dejó de confiar en las elecciones. Algo que se confirmó el 20 de octubre de 2019 cuando la OEA y la oposición denunciaron irregularidades en el proceso electoral.

Y es que la legitimidad no descansa solamente en el ejercicio del poder, que en el caso de Evo Morales es innegablemente bueno. Evo puede haber hecho un gran gobierno en Bolivia, generando crecimiento sin inflación y con inclusión social. Pero eso no alcanza para ser un gobernante legítimo en democracia.La legitimidad descansa en elecciones.

En el momento en que convocó nuevas elecciones, Evo Morales ya había perdido su legitimidad como presidente para gran parte de la ciudadanía, y para otros actores políticos relevantes. Ya nadie confiaba en que esas elecciones iban a ser libres y justas. Y por ende, se le abrió de par en par la puerta al Golpe de Estado, que efectivamente sucedió.

¿Cómo evitar una crisis aún peor?

Teniendo un diagnóstico más certero, es más fácil buscar soluciones. Si el problema de Bolivia es un problema de legitimidad democrática, es fundamental que el nuevo gobierno pueda restablecerla.

El gran desafío ahora es restablecer el orden constitucional de inmediato, para que el sistema se dote de legitimidad otra vez. Esto significa llamar a unas elecciones ultra limpias, en el menor tiempo posible, y sin ningún tipo de proscripción, ni de candidatos ni de partidos políticos.

Y la comunidad internacional debería ayudar a que esto suceda, en lugar de entorpecerlo todo. Es hora de que en América Latina dejemos de pensar que lo que hace el político que me gusta es todo bueno, y viceversa. Hemos presenciado discusiones donde hay dos personas mirando una misma moneda, pero diferentes caras, creyendo que es la única cara que existe.

Las monedas tienen dos caras, y la realidad muchas.

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Augusto Salvatto
¿Qué está pasando?

Social analyst and university professor. I studied in 7 different countries. Passionate about working at VISUS Advisory and AsteroidTechs. Soccer and poetry fan