Las empresas y su gestión frente al mar de datos

Franco Vielma
qu4nt
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4 min readDec 9, 2018
Imagen cortesía de Blogthinkbig.com

El avance de la modernidad ha impuesto desafíos multidimensionales. Ella no es una construcción teórica, es por el contrario el aire que respiramos, pasa a ser en este tiempo, una fuerza tan inevitable como la gravedad misma.

Una de sus imposiciones ha sido la proliferación exponencial de datos, que ha concurrido sobrepasando lo que en apenas hace unos 15 años estaba catalogado dentro de las “necesidades” de empresas y consumidores. Hasta hace apenas dos décadas, llevar una pequeña o mediana actividad o negocio era manejable teniendo condensada cierta información básica, muchas veces registrada rudimentariamente.

Pero la ampliación de la gama en las actividades económicas ha multiplicado el caudal de datos conforme también aumentan los mecanismos para generarlos y medirlos. Ello ha venido con la era digital.

De una actividad económica cualquiera, como por ejemplo la venta simple de un helado, deriva un acumulado de información sobre volumen, costes y traslado de materias primas, así como horas de trabajo para su procesamiento y despacho y, además de ello, el volumen de ventas como elemento que determina el alcance del producto sobre una base de clientes potenciales.

En efecto, la información adquiere una mayor complejidad cuando se trata de cadenas de valor mucho más amplias e intrincadas. No es lo mismo hablar de una línea de producción de helado a hablar de las cadenas de producción y comercialización de Apple.

Pero en términos relativos, una pequeña o mediana empresa en muchas ocasiones también es una entidad que se desenvuelve en un mundo de datos y es al mismo tiempo generadora de ellos.

Un mar de datos.

Toda actividad económica esta imbuida en un caudal de datos. Sin embargo, una cosa es que exista información y otra es que esta se pueda emplear de manera eficaz. El gran reto para muchas empresas en el cortísimo plazo, será adaptarse al dinamismo y volumen de información.

Según se desprende de los datos publicados en un informe realizado por la empresa Seagate Technology, fabricante estadounidense de discos duros y especialistas en almacenamiento de datos y la Consultora IDC, proveedora de inteligencia de mercado, para el año 2025 se crearán más de 163ZB (zettabytes, equivalentes a mil millones de megabytes) de datos en el mundo, una cifra que será 10 veces superior al volumen de datos generados y registrados en 2016.

Los riesgos de la sociedad de la información son aquellos que derivan de la gestión y manejo de datos. Imagen cortesía de The Data Center Journal

A la vuelta de la esquina, para 2020, el mundo tendrá 20 mil millones de dispositivos conectados recopilando y transmitiendo datos en un promedio de 4800 veces diarias.

Según ese mismo estudio, más de un cuarto de los datos creados en 2025 serán en tiempo real, lo cual indica que la próxima década estará signada por los datos embebidos y orientados a la productividad.

Este amasijo informativo abarca desde simples publicaciones hechas por usuarios en redes sociales, hasta datos duros sobre el comportamiento de los mercados. Cualquier click en un dispositivo, cualquier actividad económica, cualquier consumo de información digital, arrojará datos en tiempo real que serán determinantes en el uso y pertinencia de las nuevas tecnologías.

Lo cual apunta hacia una de las grandes preguntas de este tiempo en el mundo empresarial ¿Cuáles serán las metodologías para el procesamiento efectivo de este inmenso volumen de datos?

Dinamismo, pertinencia y eficacia en el manejo de datos.

No son estos los tiempos en que cualquier actividad o negocio, pueda desenvolverse eficazmente mediante el uso de un viejo libro de contabilidad hecho a mano. El futuro es claro; la era digital impone un dinamismo inspirado en la expansión de los datos y los mecanismos para generarlos, por tanto las actividades económicas necesitarán reconocer el valor de los datos y aprovecharlos a través de la transformación digital para convertirse en empresas basadas en datos, o empresas guiadas por datos, conocidas como Data-driven enterprises (DDE).

Uno de los pasos elementales para evolucionar en esa dirección, parte del reconocimiento de las gravitaciones impuestas en la era digital, que demandan un dinamismo, pertinencia y eficacia en la gestión de datos, reconocer en ellos un activo de alto valor para cualquier actividad económica o negocio.

Empresas guiadas por datos (DDE) como referentes en los modelos de gestión. Imagen tomada de SocialBrains

El éxito de una empresa yacerá en gran medida de una sólida estrategia Data-driven, para la recopilación, procesamiento y análisis pertinente y oportuno de datos para cimentar una gobernabilidad efectiva y dinámica.

Los emprendimientos deberán, por tanto, abrirse paso al fomento de una cultura analítica, un cambio en el paradigma de gestión donde las prioridades y expectativas estén alineados en la construcción eficaz de un sistema integrado de datos.

Los datos disponibles, debidamente procesados y analizados, abren un sinnúmero de posibilidades para las empresas para adecuar integralmente sus procesos internos en tiempo real y atender mejor a sus clientes. Las actividades más elementales pero complejas, como el manejo de las estructuras de costes, o el lapso de respuesta a los clientes, son actividades embebidas por datos y la información es un activo estratégico en todos sus eslabones. El gran dilema yace en el “cómo” organizarlos.

Convertirse en una empresa guiada por datos, no sucede moviendo una varita mágica. Parte de la adquisición o elaboración a medida de los conocimientos y productos pertinentes para tales fines. Cómo hacerlo es parte de lo que estaremos abodando en próximas entregas.

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Franco Vielma
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Sociólogo, analista y escritor. Sociedad, economía, sociedad de la información, comunicación, procesos socioculturales.