Fuego de pelusas

Jorge Francés
Que no se diga
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2 min readJun 4, 2015

Blaquecinas como algodón deshilachado flotan estos días por todas partes. Las pelusas de los chopos son rabos de nubes que viajan de un lado para otro y terminan abandonándose en el suelo, entre las patas de los bancos de los parques o las esquinas de las calles. Esta primavera electoral pienso que las pelusas son las frustraciones y las ilusiones condenadas por las urnas. Aquellas promesas, propuestas, críticas y esfuerzos de los candidatos que no fueron elegidos. Al pasear por las riberas veo sus preocupaciones y sus tensiones en esas fibras cargadas de vida, con destino aleatorio cuyo único objetivo es sembrar su futuro. Como ellos, vagando sin acta y con la única esperanza de haber sido útiles a los ideales que defienden y en los que muchos incluso creen.

Las pelusas no son tan frágiles ni tan inofensivas como parecen. En su errática ruta van atrapando el polen que martiriza a los alérgicos. Se van amontonando creando nieblas secas que entran en combustión con enorme facilidad. No es raro en estas fechas ver bomberos luchando contras los fuegos de pelusas, grandes llamaradas que pueden prender lo que tienen alrededor volviéndose peligrosas. Incendios imprevisibles que se extienden con rapidez. Mechas que arden los fracasos castigados públicamente mientras los operarios retiran las banderolas con sus rostros “alcaldables” o “presidenciables” de las farolas.

El fuego de pelusas se ha colado en las sedes de los partidos que han perdido poder en las últimas elecciones. Algunos candidatos despechados, corrientes enteras de militantes depresivos se han incendiado. Perder divide, perder cabrea y subraya los matices que antes que no importaban. Primero estalló el PP, desde dentro, desde los pasillos azules. La falta de autocrítica de la dirección nacional fue el mechero para las pelusas de Rudi, Herrera, Bauzá… de Aguirre. La aritmética de los pactos es chispa para Cospedal, De la Riva, Barberá, Cifuentes… y Aguirre. La renovación suplicada es pedernal para Rajoy, Floriano… y desde luego Aguirre. Tanto humo sale ya que dicen que los populares preparan una gestora en Madrid para desalojar a la marquesa, como si fuera ella la única causa del descalabro.

Los socialistas han visto sus pelusas tras las puertas cuando se han recuperado de la resaca de la alegre derrota. No era tan fácil colocar a sus vencidos, negociar con las fuerzas emergentes que sí consiguieron más votos. Se erigieron líderes de un frente contra el PP… pero ahora en muchos lugares se ven arrinconados por las “mareas”, IU o Podemos y puede que no lleguen a calentar tantos sillones. ¿Está en juego la solidez de Pedro Sánchez? Susana Díaz sigue avivando sus llamas desde el sur. La colección de peores resultados históricos y el frío de calle también estimulan las pelusas bajo los barones.

Agua, lluvia… o que pase la primavera.

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Jorge Francés
Que no se diga

#Periodista. Editor de Noticias Fin de Semana @rtvcyl.