Facundo S. Barreto
Esa otra puerta que te espera
Despacio. Abrí la puerta sin miedo, da los primeros pasos con inseguridad, pero decidido a tomar impulso. No te detengas, el camino es largo, yo sé bien que a veces puede darte miedo, yo sé bien que muchas veces vas a querer frenar, vas a querer tirarte al piso y no levantarte más. No lo hagas. Seguí adelante. Sos suficiente para este camino, sos indicado para transitarlo. Que nadie te diga que no vas a poder llegar, que nadie te anime a bajar los brazos. Estás cerca, más cerca que nunca. Solo tenés que seguir. Un par de pasitos más. Vas a ver que cuando llegues hasta casa, cuando logres abrir esa otra puerta que te espera, todo habrá valido la pena. Nada de lo que ahora te distrae del camino y nada de lo que ahora te molesta va a tener sentido entonces. Vas a ver que solo era cuestión de confiar en vos.
Sé muy bien que algunas esquinas son peligrosas, sé muy bien que algunas calles cuestan más que otras, que algunos senderos te van a agotar. No te detengas. Insisto. Seguí. No es cuestión de llegar más rápido que otros, solo es cuestión de llegar. Solo eso. Nada más importa que estar ahí, en tu casa, en ese punto al que querés ir. Y si en el camino decidís descansar un poco, hacelo sabiendo que te vas a levantar con más fuerza, que vas a volver a tomar el impulso, hacelo renovando el deseo de seguir de viaje. No hay un tiempo establecido, no hay una meta fija. Quizá en este instante vos estés acá y yo esté en otra parte, quizá en este momento algunos recién empiecen y otros ya hayan llegado, y otros ya hayan desistido. Este camino es tuyo, este camino es tu única oportunidad de demostrarte que podés hacerlo. No te desanimes. Seguí intentando. Es parte de tu crecimiento el cansancio, es parte de tu aprendizaje sentirte algunas veces en soledad, sentirte triste, sentirte incapaz de lograrlo. Todo forma parte del recorrido que decidiste emprender desde que cruzaste la puerta, desde que saliste a la ciudad sin saber con qué te encontrarías. No se trata únicamente de ir concentrado en tus pies, dando pasos firmes. Algunas calles van a hacerte tambalear, van a querer derribarte con su viento, van a querer asustarte por su condición. Habrá lugares que te resulten desconocidos, tal vez algunos sean un buen recuerdo para cuando llegues, tal vez algunos resulten un desafío. Habrá lugares conocidos que te sorprenderán con las manos abajo. No siempre todo va a ser lo que parece. No siempre va a ser tan fácil distinguir un buen atajo de un camino difícil. Tengo un consejo para darte, es sencillo, ya lo sabés: seguí adelante. Si insisto es porque creo que podes hacerlo, porque veo lo bueno que hay en vos, porque veo que sos capaz. Si resulta que alguna esquina te sorprendió, si resulta que algún trayecto del camino te golpeó muy fuerte, enfrentalo. Lo que viene después de eso va a ser más fácil, lo que viene después de eso no va a poder tirarte. No tanto por el camino, sino por vos mismo, esta vez vas a ser más fuerte que el golpe, esta vez vas a estar preparado.
En algunos rincones, cuando vayas cansado, cuando vayas perdido, vas a encontrarte con personas que te animen a seguir, personas que entiendan todo lo que has caminado, que sepan por tu silencio todas las veces que te subestimaste, todas las veces que se te cruzó por la mente parar. En algunos otros rincones, en cambio, te vas a encontrar con personas que te querrán frenar. Creo que esto también forma parte de nuestro crecimiento. Creo que esto también forma parte de esta prueba, de este recorrido que en algún momento todos emprendemos, pero no siempre todos llegamos.
Si te insisto tanto en continuar, es porque en vos encuentro la inspiración que me hace falta para seguir también mi recorrido, es porque de alguna forma así funcionamos, viendo lo bueno de los otros antes que lo que hay en nosotros mismos. Cuesta mucho entender que somos suficientes, cuesta mucho tener confianza en uno mismo. Si te insisto tanto para que sigas caminando, es tal vez porque en algún momento, en alguna calle donde me sienta harto de seguir el viaje espero encontrarme con vos para que entonces me recuerdes lo lindo que va a ser cuando lleguemos a casa.
Leer historias no es otra cosa que buscar, recorrer la vida para encontrar respuestas, para sentirnos parte
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